Ingrid Reyes lleva 13 años trabajando en Gendarmería con el mismo sueldo y en el mismo grado del escalafón de funcionarios públicos. Es asistente social y está a cargo de los condenados en libertad vigilada, de su tratamiento y reinserción social. Gana 440 mil pesos mensuales y, de mantenerse la actual situación, si termina su vida laboral allí no saldrá del grado 16, el más bajo en la escala única como profesionales.
“No he subido un solo grado porque no existe la carrera funcionaria para nosotros – cuenta Ingrid – y sólo obtengo el reajuste del sector público que obtiene la ANEF y por metas de producción”.
Agrega que su vida vive un estancamiento económico. “No hay ascenso ni desarrollo profesional para y desde hace 13 años tengo el mismo sueldo. Así, difícilmente puedo costearme un postítulo de magíster u otro tipo de capacitación para ejercer mejor mis funciones”.
Si trabajara en otra repartición pública, con los años que lleva recibiría una remuneración de cerca de 300 mil pesos más. Además acusa la “mezquindad de los fondos para capacitación de Gendarmería y la que nos entregan no dan cuenta de las necesidades de nuestras funciones. No sacas nada con tener a los presos profesionales sin tener un trabajo profesional para que no vuelvan a delinquir”- sentencia.
El Ciudadano
VEA TAMBÍEN: Paro de empleados públicos hoy jueves