Esther Quispe, de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida (Córdoba, Argentina), que se opone a la radicación de la multinacional, dijo que se trataba de «unos 60 tipos que llegaron en varios camiones, atacaron a pedradas y palos a jóvenes, mujeres y hombres, y provocaron incendios y unos 20 heridos».
«Hemos sufrido una agresión por parte de agentes que dicen ser delegados de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) , intentamos sacarles fotos pero se niegan. La gente de Malvinas no hace esas cosas», indicó Quispe.
La dirigente cuestionó también la actitud de la Policía que, dijo, «mira sin hacer nada». «Nos están sacando las carpas y no nos dejan pasar, hay gente sangrando», advirtió.
«Convocamos a todos los vecinos de Córdoba, les pedimos que se acerquen porque es muy grave que esto vuelva a suceder, la sociedad también es víctima del sistema en el que vivimos», dijeron los manifestantes.
Por su parte Ariel Gutiérrez, delegado de la UOCRA en Monsanto, negó los hechos denunciados y dijo que «somos trabajadores y queremos que nos garanticen la fuente laboral».
Afirmó también que los disturbios comenzaron cuando dos cuadrillas «intentaban ingresar al predio para desarrollar sus tareas».
La UOCRA había criticado la presencia de los ambientalistas, que al bloquear el ingreso «impiden la continuidad de las obras» y «ponen en riesgo la fuente de trabajo».
En el caso tomó intervención el fiscal Víctor Chiapero, quien dijo que «hay que resolver el corte de la ruta (que pasa frente al predio), la liberación de la vía de comunicación».
Aclaró que aunque «hubo algunos lesionados», que aparentemente serían de carácter leve, para iniciar una acción penal antes se debe contar con la correspondiente denuncia.