Los vecinos denuncian que la construcción que se está llevando a cabo en la calle Constitución número 241 son ilegales por múltiples razones. Aseguran que el permiso otorgado por el director de obras municipal (DOM) ha sido declarado ilegal por la Seremi en tres ocasiones. Afirman que «según lo establecido en el Plan Regulador de la Municipalidad, para tener la autorización de una obra de carga de 2.000 personas debería enfrentar a una calle colectora, y no la enfrenta», explicó Ana María Olguín, vecina del barrio.
La comunidad de Bellavista asegura que está muy afectada por los estruendos, ruidos y estremecimientos que provocan las obras y exigen su paralización. En un comunicado, denuncian que la estrategia para seguir con el proyecto «es ganar tiempo, dilatar los procesos de oficio en oficio, ojalá por más de dos años para que no sea imputable la invalidación administrativa, y que los hechos se vayan consumando al punto tal que el mal menor sea admitir el proyecto, y obviar las ilegalidades».
En su opinión, si el proyecto no se paraliza, «no sólo afectaría drásticamente la calidad de un barrio patrimonial sino que también afectará irreversiblemente la geografía». Además, dicen que «ya han arrasado con un hallazgo arqueológico e intervenido sin control alguno las napas con las aguas de Santiago».
La alcaldesa de la Municipalidad de Providencia, María Josefa Errázuriz, se presentó a la protesta para mediar con los vecinos y el fondo de inversiones inmobiliarias Cimenta, que es quien está llevando a cabo el proyecto. La alcaldesa dijo que «la Municipalidad está con ustedes [los vecinos]» y mostró su apoyo para «aplicar la legalidad».
Los vecinos aseguran que el responsable de continuar con el proyecto -«aún siendo ilegal»- es del DOM Sergio Ventura, «quien no sólo desconoce los instruido por su superior técnico sino que también se jacta de invalidar a su superior administrativo».
Por encima de todo, los vecinos quieren mantener las movilizaciones y denuncias porque consideran que el proyecto aún «está en obras preliminares, es decir, a tiempo de paralizar».
Meritxell Freixas / Matías Rojas