40 miembros de comunidades mapuche, organizaciones sociales e interculturales, reunidas en Padre Las Casas, Wallmapu, realizaron un encuentro taller en el marco de un diagnostico denominado “Iniciativa de Resiliencia de Comunidades de Conservación”, de la Coalición Mundial por los Bosques, los días 23 y 24 de noviembre del 2015.
En el encuentro, los asistentes coincidieron en responsabilizar de la actual crisis política, social y ambiental al imperante modelo extractivista desarrollado por sectores empresariales, promovido y amparado por el estado, a través de plantaciones forestales y proyectos energéticos, entre otros,
Ante esta realidad, se asumió la decisión de trabajar y luchar en unidad por la recuperación de la identidad, los derechos y el fortalecimiento o de las organizaciones y alianzas territoriales, nacionales e internacionales.
Del encuentro surgieron las siguientes exigencias al Estado chileno:
- El reconocimiento pleno de los Pueblos Originarios, el respeto a la autodeterminación y derechos colectivos, consagrados en normas y tratados internacionales de derecho, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.
- La reparación de las tierras y territorios ancestrales que han sido usurpados al Pueblo Mapuche.
- El término de toda forma de fomento de plantaciones forestales y el desmantelamiento del modelo forestal y sus nefastas consecuencias sociales y ambientales en toda su cadena de destrucción (plantaciones, celulosa, bio-energía, etc.).
- La re-asignación de recursos públicos, entre ellos, los que han sido destinados al subsidio forestal a través del Decreto Ley 701, para la devolución de tierras, la restauración y revitalización de bosques nativos, tierras cultivables y territorios; así como la promoción de agricultura campesina y conservación de la biodiversidad por las propias comunidades y otros de tipo social en educación y salud.
- Frenar la promoción de la expansión e invasión de proyectos hidroeléctricos y mineros en los territorios, restituyendo y asegurando la soberanía de los pueblos y comunidades locales sobre el agua y otros bienes naturales.
- La protección efectiva de lugares sagrados y de pertenencia cultural, varios de los cuales se encuentran amenazados o afectados por proyectos extractivistas.
- El fin a la violencia estructural estatal expresada en la militarización de los territorios ancestrales, la criminalización y represión sobre comunidades y sus dirigentes.
Los participantes hicieron un llamado a la articulación de las distintas expresiones territoriales, organizaciones tradicionales y sociales, para seguir fortaleciendo los procesos de defensa de los territorios y la construcción de formas de autonomía y autodeterminación.
Finalmente se estableció una agenda de trabajo en las siguientes áreas de coordinación: organización y articulación; identidad y educación; y resistencia, incidencia y alternativas al modelo extractivista, en aras de la construcción del buen vivir en el Wallmapu.
Participaron representantes de las comunidades de Santa Bárbara y Quilaco (Bio-bío), Chan Lelfu (Araucanía) y Tralcao (Los Ríos); Asociaciones de comunidades mapuches de Loncoche y San José de la Mariquina, Red por la Defensa de los Territorios y Colectivo VientoSur.