Hoy se cumplen 14 días de movilizaciones en la Isla Grande de Chiloé y, pese a que el gobierno destrabó el conflicto con algunas organizaciones de siete comunas -de las diez que conforman el archipiélago-, los bloqueos de caminos y barricadas, además del aislamiento, se mantienen en gran parte de la zona.
Pescadores de Ancud, según consigna hoy La Tercera, que tienen tomado el acceso a la Isla Grande hacia el continente, en el Canal de Chacao, suspendieron las negociaciones con la autoridad y, en aquellas donde el gobierno concretó un acercamiento, persisten grupos de trabajadores que no han suscrito el acuerdo, lo que dificulta la normalización de los servicios y el término de las movilizaciones.
“Hicieron votación, barricada por barricada, y hay algunas que no se bajaron. Hay una diferencia entre lo que ciertos dirigentes piensan, lo que piensan los pescadores y las organizaciones sociales”, dijo Juan Carlos Viveros, vocero de la ONG Defendamos Chiloé, en declaraciones que recoge el matutino.
Los pescadores artesanales de Ancud insisten en que el gobierno entregue un bono de $ 900 mil a todos los afectados, y asistencia durante todo el tiempo que duren los efectos de la marea roja en la zona. Sin embargo, el gobierno no ha elevado la oferta de $ 750 mil.
El subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, descartó incrementar el valor de los bonos de asistencia en las zonas que mantienen los bloqueos. “Queremos ser muy claros que el monto del bono ya se ha suscrito en varias comunas y no habrá alteración con eso, lo que sí podemos es usar otros instrumentos para los afectados más indirectos”, enfatizó.
Al respecto, Julio Cárdenas, presidente de la Mesa Comunal de Pescadores de Ancud, que agrupa a 70 organizaciones, dijo que “las conversaciones se volvieron a romper. Parece que el ministro coordinador (Luis Felipe Céspedes) no tiene todas las atribuciones y facultades como dijo la Presidenta. Estamos entrampados en el bono, no hay acuerdo, y el gobierno dice que no hay más plata”. Agregó que “estamos trabajando para los pescadores, no aceptaremos migajas,”.
Cárdenas planteó que son unos cinco mil pescadores formales y otros 15 mil informales los que requieren soluciones concretas. “No descartamos llegar en caravana a La Moneda para hablar con la Presidenta y demostrarle que necesitamos, que así como se invierte en otras regiones, lo hagan con Chiloé”.