Ante la muerte de Jhonny Cariqueo Yánez, ocurrida el 31 de marzo de 2008, a causa de un infarto cardíaco ocasionado por la golpiza sufrida el día 29 de marzo mientras se encontraba detenido por carabineros, declaramos lo siguiente:
El recién pasado 29 de marzo, distintas organizaciones socio-políticas de la zona poniente (Pudahuel- Lo Prado) convocaron a una marcha en conmemoración del día del Joven Combatiente.. Esta marcha se inició cerca de las 20:20 horas en la intersección de las calles Errázuriz con San Pablo, y desde su
inicio fue fuertemente cercada por un numeroso contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, acompañados de la Policía de Investigaciones. La marcha se realizó de manera pacífica, evitando todo tipo de confrontación, para resguardar la integridad de los participantes.
La marcha finalizó con la inauguración de la plaza «29 de marzo», en la intersección de las calles La Estrella con San Francisco, cerca de las 21:20 horas. Al llegar a dicho lugar, los asistentes fuimos fuertemente rodeados por un numeroso y excesivo aparataje de Fuerzas Especiales, y tras leer por
última vez el comunicado a la población y hacer público el monumento a los luchadores sociales, caídos durante dictadura y en democracia, los participantes iniciaron tranquilamente su retirada del lugar. En aquel momento, el contingente policial inició una verdadera cacería contra los asistentes, logrando detener de manera extremadamente violenta a cerca de 30 manifestantes.
En ese momento, Jhonny en compañía de dos compañeros del colectivo «Puño en alto», al cual pertenecía, se retiran a salvo del foco de represión, y 10 minutos más tarde, mientras caminaban por la Plaza Víctor Jara, fueron intersectados por un furgón del GOPE, y tras recibir una golpiza son
detenidos y derivados a la 26° Comisaría de Pudahuel, siendo constantemente agredidos física y verbalmente. Tras constatar lesiones, las agresiones físicas a todos los detenidos se hicieron cada vez más crueles.
Jhonny sufría de problemas cardíacos, y a consecuencia de las brutales golpizas y constantes azotes propinados por Carabineros durante su detención, comenzó a sentir un intenso dolor en el pecho y un brazo, dando un desesperado aviso de su situación al personal policial encargado de su vigilancia. El carabinero que lo vigilaba, le señaló que sólo le daría atención cuando lo viese «*tirado en el suelo, tiritando y vomitando*».
Por otra parte, el argumento formal de la institución era el no tener disponible un vehículo para su traslado a un Centro de Urgencias, sin embargo se constataba que en el lugar se disponia de dos camionetas. Pero, tras la insistencia del compañero, y al observar su preocupante estado de
salud, fue trasladado más tarde al Servicio de Urgencias, en donde se le puso una inyección para calmar los dolores, y señalaron que el paciente debía realizarse los exámenes con urgencia, pese a lo cual Carabineros procedió a devolverlo a la celda donde se encontraba, sin tener consideración alguna con su crítico estado de salud, continuando con las brutales golpizas y las condiciones de hacinamiento característico de las celdas.
Alrededor de las 08:30 horas del día siguiente, todos los detenidos de la jornada fueron derivados a la 1° Comisaría de Santiago, donde las vejaciones y agresiones se intensificaron. Jhonny fue liberado cerca de las 16:00 horas de ese día, llegó a su hogar cerca de una hora más tarde, en donde se
dispuso a descansar tras la interminable noche anterior.
El lunes 31 de marzo, cerca de las 14:00 horas Jhonny se recostó en su cama, y comenzó a mostrar claros síntomas de un infarto, el que pese a los intentos desesperados de asistencia de sus padres y amigos, en pocos minutos ocasionó su muerte.
Tras la llegada de personal paramédico del SAPU de Pudahuel, que constata la muerte de Jhonny, sus padres llaman a carabineros, para que realizara el procedimiento de rigor. El padre de Jhonny, al percatarse de que el carabinero que acude al lugar es el mismo que realizó el control de detención la noche del 29 de marzo a su hijo, lo increpa justificadamente, señalándole que su hijo probablemente murió a causa de los golpes recibidos aquella noche, ante lo cual el carabinero no respondió.
Más tarde, llega hasta el domicilio un policía de civil del departamento de Investigaciones, quien con una cámara procedió a grabar sin justificación alguna el domicilio y el cuerpo de Jhonny por varios minutos, sin ser en ese momento increpado por los consternados familiares de nuestro compañero. Cabe señalar también que dicho policía fue identificado por otros compañeros como el mismo que grabó la marcha del día 29 de marzo.
Tras la sucesión de los hechos recién expuestos, cabe señalar que la sensible muerte del compañero Jhonny Cariqueo Yañez es consecuencia del actuar negligente de carabineros, quienes pudieron haber evitado este fatal desenlace, si se hubiese respetado las indicaciones del personal médico.
Esto demuestra que vivimos en una constante lucha, en donde los ricos y sus defensores (fuerzas armadas) sólo velan por sus intereses, sin importar el asesinato de todos aquellos que, como Jhonny, se organizan y enfrentan conscientemente a este orden que sólo beneficia a los mismos de siempre :
uno pocos, los explotadores, los ricos, tu patrón, el que nada hace y se beneficia a costa de tu trabajo o el de tu padre o madre, de tus hijos, amigos y vecinos: de nuestra clase, la clase explotada.
Este lamentable hecho reafirma nuestra convicción de que es necesario acabar de manera radical con este sistema capitalista que día a día nos roba nuestras vidas. Y esto solo será posible con organización horizontal y autónoma, unión de clase y decisión contra los ricos.
La muerte de Jhonny, un joven como cualquiera de nosotros, se suma a la larga lista de los luchadores sociales caídos por enfrentar la prepotencia de quienes se enriquecen a nuestra costa. Ante esto, nuestra respuesta será continuar en el camino que Jhonny se esmeró en construir: el camino revolucionario, hasta conseguir nuestra verdadera libertad.
*Familia, amigos, vecinos y organizaciones socio-políticas de Pudahuel*