Entre el 8 y el 15 de mayo se desarrolló en el Sindicato de Periodistas de Paraguay en Asunción, el “Encuentro Internacional Asunción Trans antimili 2010”, organizado por la Internacional de Resistentes a la Guerra (WRI-IRG), el Servicio Paz y Justicia Paraguay (Serpaj Py) y diversas instancias paraguayas.
La instancia de encuentro y discusión en torno al antimilitarismo, las sexualidades contra hegemónicas y la acción directa no violenta entre otros temas, reunió a grupos e individuos de Chile, Paraguay, Argentina, Bolivia, España, Ecuador, Colombia, Venezuela, Israel, Turquía, Alemania, Inglaterra, Suiza y España.
En la delegación de Chile participó Ni Casco Ni Uniforme (NCNI) junto a gente de Temuco, Linares, Penco, Los Ángeles, entre otros participantes del Movimiento Antimilitarista y de Objeción de Conciencia (Maoc). Pablo Inostroza, integrante del primer grupo afirmó que ellos buscaban “ponerse en coordinación con las diferentes subjetividades que estarían presentes para compartir experiencias y sostenerse como grupo antimilitarista y ya no sólo promotor de la objeción de conciencia”.
Las actividades estuvieron divididas en tres partes. La primera entre el 8 y 9, comprendieron el encuentro antimilitarista propiamente tal, debatiéndose la militarización de territorios indígenas, el desplazamiento forzoso de pueblos indígenas, la utilización de las Fuerzas Armadas y de Orden para cuidar y vigilar los intereses de empresas mineras, energéticas y forestales, así como las bases estadounidenses en Latinoamérica.
Los dos días siguientes fueron dedicados a debates en torno a las prácticas sexuales contra-hegemónicas, el espacio público, medioambiente, objeción de conciencia entre otros temas, mientras los días finales se realizaron talleres de acción directa no violenta por parte de la WRI-IRG.
La asistencia presentaba una gran diversidad, incluyendo dirigentes campesinas de Bolivia y activistas anarcoqueer como Leonor Silvestre (en la foto), pacifistas y anarquistas, hispano-parlantes y europeos que no sabían una palabra de castellano. Esto permitió que se cumplieran algunos objetivos que en palabras de Pablo Inostroza, de NCNU, apuntaban a “que desde dentro del mismo antimilitarismo se pusieran en discusión las contradicciones de los grupos e individualidades en su praxis cotidiana”. Sin embargo, también generó complicaciones a la hora de algunas discusiones de temas más particulares como sexualidades contra-hegemónicas y de reconstrucción de género, pues “las bases teóricas eran muy dispares”, según afirmó el mismo activista.
El género y las diferentes visiones de la sexualidad se unen al antimilitarismo en cuanto “no hay nada más militar que asumir como única categorización sexual el binomio hombre/mujer, heterosexual/homosexual, eliminando la libertad de las prácticas individuales”, continuó Pablo. Por lo mismo, la discusión en base a las prácticas de los diferentes participantes resultaban cruciales para levantar una perspectiva de “resistencia a la hegemonía militar heteronormativa y patriarcal”.
Al finalizar los ocho días de discusión e intercambio de experiencias se decidió levantar un blog que será mantenido por cada colectivo latinoamericano participante, y que ya se encuentra en la red en www.latinoamericantimili.blogspot.com. De la misma forma el periódico venezolano El Libertario quedó encargado de diagramar un mapa de las bases militares en Latinoamérica y su relación con los intereses económicos de empresas petroleras, mineras, de soja, etc., lo que estaría listo a final de año.
Por Felipe Ramírez Sánchez.
El Ciudadano