Decenas de personas han perdido la vida y muchas casas han quedado completamente destruídas en el noreste de Afganistán tras un fuerte temporal de lluvia y nieve que provocó varias avalanchas que han resultado mortales para, al menos, 168 personas.
La zona más afectada ha sido el Valle de Panjshir, una región montañosa al noreste de Afganistán, donde numerosas avalanchas de nieven han provocado grandes daños materiales y la pérdida de más de cien vidas humanas. Hasta el momento han sido confirmadas 129 víctimas que habitaban en cuatro distritos diferentes de la región situada a cien kilómetros de Kabul, la capital afgana. El número de decesos totales en todo el país asciende a 168.
Las autoridades afganas esperan con tristeza que el número de víctimas por el mal tiempo aumente debido a que aún se tienen grandes dificultades para acceder a las zonas más afectadas que, además, muchas de ellas se encuentran incomunicadas por el destrozo de las vías de acceso.
Uno de los funcionarios que ayuda en las labores de rescate declaró a la CNN que se trata de una situación de emergencia humanitaria y que necesitan de ayuda extranjera inmediata para evitar que el número de fallecidos aumente con el paso de los días.
Abdul Rahaman Kabiri, gobernador en funciones de la provincia de Panjshir subrayó que no habían visto tanta nieve y tantas avalanchas en los últimos treinta años. «Si el Gobierno central no ofrece apoyo humanitario, maquinaria y alimentos pronto, esto se convertirá en un desastre«, agregó.