A pocas horas de que empezara la jornada electoral que renovará la dirección nacional de la CUT, la polémica quedó servida este miércoles luego del llamado de la Confusam, una de las organizaciones que hoy está convocada a las urnas, a abstenerse de participar.
A la postura de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipal se sumaron también dos de las listas críticas a las últimas conducciones. Fueron los líderes de «Alternativa Obrera» y «A Recuperar la CUT», Edward Gallardo, director nacional de la Confederación de Trabajadores del Cobre y actual consejero de la CUT, y Andrés Giordano, presidente del Sindicato Starbucks, respectivamente, quienes este miércoles calificaron de «fraude electoral» los comicios que este jueves elegirán los nuevos líderes de la Central y exigieron su suspensión.
Los dirigentes también reclamaron que «a través del Consejo Directivo Nacional ampliado se escoja una directiva provisoria que se haga cargo de levantar un padrón para una elección nueva mediante voto universal y un Congreso Refundacional«. Así lo explicó Giordano a El Ciudadano, para agregar después que disponen de varios antecedentes «de vicios en el padrón electoral -inflado y con organizaciones fantasmas o inhabilitadas- y faltas graves al procedimiento durante el proceso electoral, como que los padrones se mantuvieron ocultos hasta menos de 48 horas antes de la elección, lo que es contradictorio con los estatutos-«.
El lider de «A Recuperar la CUT» enfatizó que «la directiva que hoy cesa es responsable de todos estos vicios, que también ocurrieron en 2012, ya que ninguno de los dirigentes ha manifestado la voluntad de implementar una medida como el voto universal, que por si sola terminaría con los padrones inflados con sindicatos inexistentes o sin socios de base y la influencia de partidos políticos del gobierno». Y añadió: «Además, el voto universal fue acordado en un congreso de la CUT hace más de 12 años«. Para él, obviar esta opción denota «que este sistema les resulta conveniente para que la CUT sea controlada por un sector burocrático sindical que está de la mano de Arturo Martínez -con sectores del PS- y Barbara Figueroa -a través del PC- que mantienen una hegemonçia a través de la dirección política de la Central que, como hemos visto a lo largo de la discusión del salario mínimo y de la reforma laboral, han sido muy cómplices o cercanos a las posturas del gobierno.
Ante eso, las organizaciones anunciaron que van a tomar medidas, «entre ellas la impugnación».
Llamado a la institucionalidad
Por su parte, la presidenta saliente de la CUT, Barbara Figueroa, que se presenta como candidata a la reelección, respondió a las críticas de las organizaciones apelando a la institucionalidad del proceso: «Todo reclamo de las organizaciones tiene que hacerse llegar al Comité Electoral Nacional y si hay si hay estas inquietudes que se han hecho públicas, además tendrían que respaldarse con presentaciones a esta instancia», dijo la dirigenta que, en referencia a la lista del vicepresidente de la Central, Nolberto Díaz, agregó: «Es prudente que las denuncias se hagan por la vía regular tal y como han hecho otras listas que también han tenido reparos». «Nosotros no hemos hecho públicas nuestras inquietudes sino que las hemos dirigido a las instancias correspondientes», sentenció.
La líder de la CUT dejó al margen de la controversia a los dirigentes, de quienes dijo que «no podemos hacernos cargo de eso porque somos también parte del proceso». En relación a la composición del comité electoral nacional, dejó claro que, «tengo la tranquilidad de que no somos mayoría y nadie podría decir que la responsabilidad la tiene la conducción». En este sentido, recordó que el pasado mes de enero se celebraron unas elecciones abiertas a todos los sectores para elegir a los miembros del comité y que, en esta oportunidad, del total de 15 miembros, su candidatura obtuvo 7: «La mayoría de los miembros la tuvo otra lista, encabezada por Arturo Martínez (PS). Aún siendo minoría en él, hemos respetado las decisiones del comité electoral», afirmó.
«De nuestra parte, hemos hecho una apuesta que es ser contribuyentes en el proceso y fuimos comprensivos y claros en señalar que a nosotros nos interesan las garantías de participación, y las ejercimos hasta donde la actual directiva tenía facultades», subrayó Figueroa.
Sobre las críticas directas a su lista y a la directiva de la Central, espetó: «Ser parte del proceso y después venir a cuestionarlo porque sientes que no ha generado una fuerza que a ti te permitiera sumar más consejeros, no tiene que ver con una mirada de fortalecimiento institucional, sino que refunda en intereses particulares«.
Meritxell Freixas
@MeritxellFr