Bicentenario de la opresión al pueblo mapuche

Entre decenas de banderas mapuches, palines, chuecas y atuendos tradicionales, se conmemoráaon los 517 años desde la llegada a América de Colón. Para los pueblos indígenas de América, este es un día que marca el saqueo, la barbarie y el encuentro de dos mundos en el que ellos fueron avasallados. Así lo recalcaron los organizadores de Meli Wixan Mapu, este 12 octubre, señalando que en el caso chileno se conmemora el «Bicentenario de la opresión al pueblo mapuche».

Más de 7 mil personas, según fuentes oficiales, asistieron a la marcha convocada por la organización Meli Wixan Mapu, que agrupa en Santiago a los activistas de la causa mapuche por la recuperación de tierras y autonomías territoriales. Entre el variopinto de organizaciones que adhierieron a la manifestación se encontraban grupos mapuches, de organizaciones aymarás con bailes y danzas típicas, grupos anarquistas y la clásica procesión de la Garra Blanca.

En el acto principal que se desarrolló a un costado del Cerro Santa Lucía o Welen en mapudungun, llegaron miles de personas que escucharon atentamente las palabras de los organizadores, acompañaron con afafanes y un purrún colectivo en rogativa a la lucha de las comunidades en el sur del país. En el escenario principal lucía como telón de fondo una bandera chilena acompañada con las caras de 8 de los comuneros mapuches muertos en el último tiempo, tres durante el gobierno de Bachelet, y la frase «el rojo de tu bandera lleva la sangre de mapuche asesinados» dejaba en claro la denuncia que sería constante en este día.

Uno de los invitados al escenario fue el longko Aniceto Norín Catriman, condenado por cargos de «amenaza terrorista» en contra del latifundista local Juan Agustín Figueroa, y que fuera puesto en libertad en enero del 2007, luego de 5 años de prisión en la Cárcel de Traiguén. Norín señaló que «los que están luchando y sufriendo por recuperar las tierras los están encarcelando o matando». Además, recalcó que el pueblo mapuche «todavía existe, todavía hay mapuches, no como ha dicho el Estado chileno». Recalcó la importancia de la lucha que siguen dando los comuneros en el sur.

También estuvo presente en la conmemoración la madre y la hermana de Matías Catrileo, asesinado en enero del 2008. Visiblemente afectada, narró las condiciones en que Catrileo se incorporó a la lucha de recuperación territorial, señalando que «Matías aprendía y aprendía cuando se unió a las comunidades y ahora nosotros también lo hacemos, también aprendemos de él».

En el mismo contexto del 12 de octubre, Evo Morales, señaló, en un acto en Bolivia, que este día corresponde a un día de luto, como «una invasión que trajo hambre, miseria y enfermedades» y criticó que se conmemore el «descubrimiento» del continente americano, «como si hubiésemos estado perdidos».

Manuel Caltío uno de los dirigentes de Meli Wixan Mapu, señaló que el Bicentenario sólo representa 2 siglos en que se nos ha negado como pueblo. «No hay nada que celebrar, no debemos olvidar lo que ha pasado con las tierras. Las políticas públicas del gobierno no nos sirven». Aludiendo de esta manera al recientemente proyecto de creación de un Ministerio de Asuntos Indígenas, en reemplazo de la actual Conadi.

El acto también estuvo acompañado de música mapuche, danzas y rogativas que mantuvieron a los asistentes atentos y comprometidos con la causa de la manifestación. En esa línea viene a la memoria la reflexión que hizo Matías Catrileo en que señalaba que «el Estado chileno quiere que nosotros seamos parte de su folklore, quiere utilizarnos a nosotros, a nuestro pueblo a nuestra nación, como la base para justificar su presencia en este territorio, o sea, ellos quieren decir que, nosotros los mapuches, somos sus indígenas, tenemos que ser los indígenas de Chile. Nosotros no somos sus indígenas, somos mapuches, somos un pueblo que siempre ha estado aquí, que nació en esta tierra y va a morir aquí». La jornada estuvo marcada por hacer presente la cultura mapuche en la música, la danza y las reivindicaciones territoriales y autonómicas, así como recordar a los mapuches asesinados durante los últimos años.

por Leonel Retamal Muñoz

El Ciudadano