El dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Santiago de Chile (Feusach) destacó el papel social que desempeñó la Usach desde su creación y su lucha para la democratización del acceso y de la participación estudiantil. Con el primer rector elegido democráticamente en la historia universitaria de Chile, la Usach pretende recuperar este pasado en los próximos años, mediante una reforma educacional digna del nombre.
Mientras se calienta un poco más el tema de la reforma de la educación pública en Chile con la reciente participación de los estudiantes secundarios en el movimiento estudiantil, Camilo Ballesteros, presidente de la Feusach contestó las preguntas de El Ciudadano.
Estudiante en ciencias de la educación física, Camilo subrayó el avance que tiene la Usach con respecto a los tres ejes de reforma que demanda la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), o sea la democratización, el acceso y el financiamiento.
DEMOCRATIZACIÓN
-La Usach tiene un histórico en término de participación estudiantil importante, ¿qué me puedes contar al respecto?
-La Usach fue la primera universidad en Chile que tuvo un rector elegido democráticamente, Enrique Kirberg, quien también fue dirigente estudiantil.
De hecho, el 25 de mayo pasado, hemos cambiando el nombre de una calle, poniendo un monolito para rendir un tributo [fue conocido como “el rector de la Reforma” y ocupó este cargo en la ex-Universidad Técnica del Estado, antiguo nombre de la Usach antes del Golpe de Estado].
La Universidad de Santiago fue la primera en término de participación. La reforma sobre la participación estudiantil de los años 60 nació aquí, cuando en 1961 se tomó el centro de estudios, y luego con la participación de otras universidades, por cierto.
El primer lugar donde fue implementada la reforma fue en la casa de estudios de la Usach, en este tiempo era la Universidad del Técnica Estado que desarrollaba un compromiso social. La cosa más importante que hizo la universidad fue firmar el convenio UTE-CUT [Universidad Técnica Estado-Central Única de Trabajadores], que hacía que los hijos de los trabajadores podían ingresar directamente a esta “universidad de los trabajadores”.
Teníamos un porcentaje de participación en las decisiones y la elección de las autoridades de un 65% para los académicos, un 25% para los estudiantes, y un 10% para los funcionarios.
Duró harto tiempo pero cuando se generó el golpe de Estado eso se perdió. La Casa Central de la Usach también fue bombardeada. Y de hecho fuimos la única universidad que desapareció durante la dictadura: Se generó la Usach, el rector fue apresado, se fue al exilio, fue bastante complejo.
-¿Y con respecto a la participación actual?
-“Hemos recuperado una parte de esta participación hoy en día, pero sólo un poco. Tenemos un Consejo de Académicos donde dos estudiantes tienen derechos a voz y voto [sobre un total de 20 votos. Los demás son del rector, de académicos, etcétera].
Nosotros esperamos que de allí al fin del año se elimine el Consejo de Académicos y se genere un Consejo Superior. La diferencia es que el Consejo Superior es un cuerpo resolutivo y normativo para normalizar la labor del rector, para revisarla; aunque el Consejo de Académicos es un cuerpo consultivo donde se discute lo que el rector quiere, y que es presidido por el rector y al mismo tiempo ellos toman las decisiones a pesar de las opiniones que se generan en este espacio.
Esperemos un espacio vinculante donde un estudiante más tiene derecho a voz y voto, o sea voces estudiantiles.
Esto es un proceso, a mediano plazo esperamos recuperar lo que se perdió con el golpe de estado. Existe un proceso externo para desalojar los estatutos de ley que prohíben la participación de los estudiantes y también un proceso interno a cada comunidad para definir su funcionamiento.
Hoy día hay solamente tres universidades en Chile que están viviendo un proceso similar: La Universidad de Chile [tiene un Senado de Estudiantes que no tiene derecho a voto] y la Universidad de Valparaíso [donde 7 estudiantes que tienen derechos a voto sobre 20 concejales y participan en la elección de las autoridades], es la universidad más avanzada en la materia.
ACCESO
-La Usach lanzó un programa alternativo a la PSU [Prueba de Selección Universitaria] para ingresar al mundo universitario: El Propedéutico. ¿Cómo funciona este programa?
-El Propedéutico es un programa de acceso complementario. La Usach siempre ha planteado la cuestión del rol público y social, y de cómo se puede hacer un aporte a la sociedad con un programa de acceso para que las personas que tienen un buen desempeño académico, y no sólo un buen puntaje, puedan ingresar las universidades.
Con el programa se ponderó un 5% de estudiantes más pobres, al buscar que los mejores estudiantes de su generación, en cooperación con un grupo de colegios públicos prioritarios de escasos recursos, pueden ingresar sin dar la PSU. Lo que hace el programa es tomar un 10% de estos mejores alumnos y después de un proceso ellos ingresan a la universidad sin tomar en cuento su puntaje, se les hace un programa de nivelación y ellos entran en bachillerato. Después de ello, pueden ingresar a cualquier carrera becada obviamente por la universidad y estudiar gratuitamente.
Se basa en la voluntad de superar la lógica de la PSU que sólo refleja la oportunidad que los niños tienen. En los colegios privados los niños tienen mejor puntaje porque tienen mejores oportunidades, el ranking reacciona según la oportunidad que el estudiante tuvo.
-¿Cuál es la situación de deserción (el cambio de una carrera a otra de los alumnos sin acabar la primera) en la Usach?
-Hay una gran deserción que aumenta principalmente cuando la universidad está en toma. La Usach fue bastante movilizada y cuando estuvo en toma hubo un 20 o casi 50% de deserción.
-¿Cómo puede calificar el acceso, y su democratización, a la Usach?
-En la Universidad de Santiago, el acceso es de un 27% para el primer quintil, de un 28% para el segundo, de un 21% para el tercero, de un 16% para el cuarto, y de un 8% para el quinto.
De todas maneras si comparo la Usach con la Universidad de Chile, o la Pontificia Universidad Católica yo creo que la Usach está bastante mejor en el sentido del acceso. Hay una población bastante homogénea. Casi el 50% de los estudiantes en la universidad son de los quintiles más pobres, en este sentido creo que la Usach juega un rol social importante.
Cuando el jefe del Gobierno planteó que somos un grupo de estudiantes privilegiado, que tenemos privilegios, hay que ver que en nuestra universidad hay estudiantes pobres.
FINANCIAMIENTO
-¿Cómo desarrollar de una mejor manera el rol social de las universidades en Chile?
-Primero no se puede desarrollar más sin más recursos.
Si las universidades quieren aumentar sus matrículas hay que tener mejores infraestructuras y por eso recursos.
Por ejemplo, el programa propedéutico se lo finanza la universidad y gasta mucha plata lo que complejiza la situación. Necesitamos mayores recursos para desarrollar el tema.
-¿Cuál porcentaje del presupuesto de la Usach es del Estado, de los aranceles y del auto-financiamiento?
La Universidad, del 2007 en adelante, recibe un poco menos del 18% por parte del Estado, de manera directa e indirecta. Este porcentaje implica el aporte fiscal directo, el AFI [Aporte Fiscal Indirecto], la recuperación de préstamos de pagos universitarios, etcétera.
El tema de los aranceles es más complejo, la Usach recibe un 42% pero sólo por el pago de los estudiantes en efectivo sin ver la matrícula pagada una vez al año, sin ver los ingresos por fondo solidario.
Lo que queda tiene que ver con los proyectos llevados por particulares, el auto-financiamiento de la institución.
-¿Qué situación de endeudamiento los estudiantes de la Usach tienen al acabar su carrera?
-En la Usach, sobre 14.000 estudiantes, hay 2.000 personas que estudian bajo créditos, 10.000 con el fondo solidario, y 1.500 tienen crédito con aval del Estado. La Usach es la segunda universidad con recursos del fondo solidario.
Los estudiantes salen endeudados. Las personas que tienen crédito con aval del Estado poseen una situación mucho más compleja, porque el 56% de los jóvenes que salen de la carrera con este crédito tienen un endeudamiento sobre 20 años y que alcanza casi los 20 o 30 millones de pesos.
Por Mélissa Quillier
Fotografía: Mauricio Díaz
El Ciudadano