La Federación de Profesores de la Columbia Británica (BCTF, por sus siglas en inglés), que inició el paro en junio, ofreció el viernes un arbitraje obligatorio y aseguró que un tercero puede solventar la larga disputa entre el gobierno provincial y los maestros.
No obstante, la iniciativa fue rechazada el sábado por las autoridades provinciales.
«Después de la debida diligencia y de la investigación, se hizo muy claro que se trataba de otro esfuerzo vacío para dar a los padres y maestros una falsa esperanza de que hay una manera simple de resolver la disputa», dijo el ministro de Educación de la Columbia Británica, Peter Fassbender.
Sin embargo, el presidente del sindicato de docentes, Jim Iker, defendió en la misma jornada su propuesta, diciendo que «es un plan justo, viable y pragmático para poner fin a la huelga».
Los 40.000 educadores que cumplen funciones en el sistema de educación pública de Columbia Británica declararon la protesta dos semanas antes de finalizar el último ciclo lectivo (el 17 de junio) en reclamo de mejoras salariales y un mayor control en el número de estudiantes por clase, así como una mejor composición de los cursos.
A pesar de llevar a cabo numerosas reuniones, las partes no han logrado un acuerdo al respecto, por acusarse mutuamente de negarse a ceder en las exigencias contractuales.