Este lunes frente a la Intendencia de Concepción, el panorama era muy distinto al que probablemente Piñera trataba pintar a Barack Obama en Santiago. Unas mil mujeres y hombres cesantes llegaron de Lebu, Los Álamos, Curanilahue, Lota, Coronel, San Pedro de La Paz y Tomé, exigiendo la reincorporación y el cese de los despidos en los cupos proempleo de la Región.
De los 12 mil cupos del CMT (Cuerpo Militar del Trabajo) quedan 2 mil, constituyendo casi 20 mil familias que dependen de estos empleos en la región.
Orlando Vera, dirigente de la CUT y del Sindicato Newenche de San Pedro, denunció que el Gobierno intenta disminuir en 3 mil los cupos proempleo a nivel regional, dejando unos 15 mil en total.
Una de las estrategias es dejar fuera a quienes han cumplido la edad de jubilación, dejándolos con la mísera pensión de gracia de 75 mil pesos. Otra es la pérdida del cupo de empleo si es que alguien encuentra trabajo en otra parte y se retira, sin considerar a quienes trabajan en empleos eventuales para poder aumentar los insuficientes ingresos. También, a las trabajadoras se les ha subido el puntaje de la Ficha de Protección Social. «Nuestras compañeras siguen igual de pobres que hace años y los puntajes se han disparado a 12 mil puntos -afirma Orlando-. El problema está en que si una persona obtiene más de 8 mil puntos, automáticamente queda impedida de acceder a los cupos de empleo.
Marta Castro, dirigente de recolectoras de algas de Lebu, que también son trabajadoras de los programas proempleo, plantea que luego del terremoto la costa ha subido un metro y medio, con lo que no hay algas como antes: son unas 500 mujeres que han quedado sin fuente laboral.
«Hasta el momento -señala- se ha sobrevivido con lo mínimo. El puerto pesquero también murió, sin que sus trabajadores hayan podido reincorporarse en otra cosa… El Presidente se hizo el loco con Lebu y por eso estamos aquí -afirma Marta y agrega- no tenemos industrias que produzcan y den trabajo a la gente… lamentablemente tenemos que vivir de estos cupos».
Sergio Gutiérrez, vocero de los trabajadores proempleo de Curanilahue, indica que ya han sufrido 8 despidos, quedando 728 cupos y tienen información que estos continuarán. «Piñera dijo en Curanilahue que no iban a haber despidos en los PMU, pero no está cumpliendo su palabra… a los viejitos de 65 años los están echando a que vivan con sus pensiones miserables. No hay fuentes laborales y a una persona de más de 40 años ya no la toman en cuenta en ningún lado… a nosotros no nos queda otra opción que estar aquí».
Por su parte, el alcalde lotino, Jorge Venegas ha dicho que “sólo en Lota existen 4.000 empleos de emergencia. No se puede seguir extinguiendo este tipo de empleo, mientras no exista de parte del mismo Gobierno un plan para reconvertir o reactivar la economía de la zona”.
Orlando Vera dijo que en la Intendencia se entrevistaron con el Seremi del Trabajo, quien dijo que no podía resolver nada, por lo que fijarán una reunión con la Intendenta, a quien los manifestantes la llamaban Quintrala y le exigían que renunciara.
Estos cupos de empleo, que representan la última posibilidad de sobrevivencia para muchas familias, vienen a parchar esta nefasta economía de exportación de materias primas, donde la Región se adjudica una maldita «vocación exportadora» de celulosa, madera y harina de pescado (en declive por la extinción del jurel).
Red de Medios de los Pueblos