El 26 de marzo a medio día, un camión de la empresa Quipasur que presta servicios a la industria salmonera, se volcó en la cuesta del venado, comuna de Chonchi de Chiloé, cercano al lago Huillinco, vertiendo al río Trainel 2 mil litros de agua ras y 10 mil litros de pintura antifouling, que contiene metales pesados, entre ellos óxido de cobre.
Supuestamente, en Chiloé es donde más se ha capacitado e invertido en temas de prevención de derrames, sin embargo, en este caso, no se aplicaron planes de contención eficientes.
Así, el sábado 31 de marzo y el domingo 1 de abril se realizaron en la Plaza de Castro concentraciones informativas y de protesta sobre este desastre ambiental, dimensionando las graves consecuencias para toda la biodiversidad del territorio como resultado de las afectaciones al río y a las aguas subterráneas, que son afluentes del Lago Huillinco y Cucao.
Posteriormente, el miércoles 28 de marzo de 2018, en la sede principal de la Superintendencia del Medio Ambiente en Santiago, la Junta de Vecinos de Huillinco, el Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH), la Agrupación Aitue de Huillinco y la Agrupación Newen Muri, hicieron ingreso de una denuncia a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por el derrame.
Este escrito se realiza en conformidad al artículo 47 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Medio Ambiente y la Ley N° 19.880. En particular, en atención a la competencia de la SMA de acuerdo al artículo 2, numeral 3, sobre Normas de Calidad Primaria y Secundaria, relacionadas al potencial riesgo a la salud de la población y/o a la protección y conservación del medio ambiente y preservación de la naturaleza, respectivamente.
Por su parte, comunidades de pescadores, buzos y recolectores, así como las organizaciones vinculadas a la defensa del borde costero y el agua de Chiloé, a través de una declaración pública, contextualizaron los hechos dentro de una debacle mayor que ha enfrentado el archipiélago a causa de la industria salmonera.
«La contaminación cruzada que ha existido de la industria salmonera sobre otras especies de nuestra flora y fauna nativa, con el vertimiento de todo tipo de desechos, alimentos con pigmentación y antibióticos, heces y mortalidad de peces bajo las balsas-jaula, y que tuvieron como ícono de contaminación las más de 9000 toneladas de peces putrefactos que se depositaron en las costas de nuestro archipiélago en marzo del año 2016, tiene a Chiloé en una fuerte crisis ambiental durante todo ese año cuyas consecuencias siguen siendo desconocidas», explica el texto.
«El vertimiento de alimentos para salmones en el mar se viene haciendo hace más de 40 años y es la razón principal por la cual existe la pesca de arrastre, depredando todo para darles comida a los salmones», añade la declaración.
Finalmente, en Santiago, organizaciones sociales y medioambientales denunciaron este 3 de abril ante el Ministerio de Medio Ambiente, la inoperancia del gobierno frente a la nueva crisis sanitaria-ambiental en el Archipiélago de Chiloé provocada por la industria de cultivo de salmones.
«La pintura salmonera anti-incrustante es un potente biocida marino, que posee altas concentraciones tóxicas de cobre y otros metales pesados, representando una grave amenaza sanitaria por los procesos de bio-acumulación en las cadenas tróficas fluviales y lacustres del archipiélago de Chiloé. Los cultivos industriales de salmónidos poseen un largo prontuario de desastres ambientales y sanitarios en el maritorio chilote», afirmaron los denunciantes en un comunicado.
Asimismo, las organizaciones chilotas recordaron que este nuevo desastre químico-ambiental, aún en curso, se une al reciente hundimiento del well-boat “Seikongen” -que transportaba 60.000 litros de petróleo y 200 toneladas de salmones-, frente a la costa de Chiloé.
«Este desastre se une al vertimiento en mayo de 2016 de 9.000 toneladas de mortalidades de salmones en descomposición, a tan sólo 80 millas náuticas de la costa de la isla de Chiloé. Esta crisis sanitaria-ambiental generó millonarias pérdidas para la comunidad chilota y billonarias ganancias para las empresas salmoneras exportadoras, quienes sacaron ventaja comerciales internacionales de los un mega florecimientos de la micro alga Chatonella sp., gatillada por la alta contaminación orgánica provenientes de los centros de cultivos de salmónidos».
A continuación, compartimos las declaraciones de Daniela Gumucio, Integrante de la Agrupación Aitue de Huillinco, de Newen Muri, e investigadora del Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH) quien da cuenta de todos los hechos que tienen en estado de máxima alerta a la comunidad chilota.
Escúchala en el siguiente link: http://www.ivoox.com/25114833