QUELLÓN. Organizaciones y comunidades Mapuche Williche de Chiloé reunidas el pasado fin de semana en Quellón reafirmaron la defensa de los derechos ancestrales, de la legislación internacional, el fortalecimiento de la identidad indígena y el rechazo a los procesos de privatización e imposición de megaproyectos industriales.
Reunidos en el 2° Congreso de Pueblos Originarios más de 100 representantes de las diversas localidades del archipiélago y visitas de otras identidades territoriales del Pueblo Mapuche, también acordaron avanzar en la autonomía a través de la defensa de la Tierra y la recuperación de zonas terrestres y marinas usurpadas y contaminadas por empresas y particulares.
El encuentro fue liderado por el Lonko Fidel Rain de la comunidad indígena histórica José Antonio Huenteo, quién afirmó a Radio del Mar que este Congreso demuestra cuales “son las autoridades y comunidades que están por la causa de nuestro pueblo” y nos permite trazar “los caminos que debemos seguir”.
“Los Lonkos deben retomar su rol de velar por el desarrollo de su comunidad en una forma equitativa, sin transgredir las normas comunitarias, ni la naturaleza y no solo darle importancia al aspecto económico” que quiere imponer el gobierno, afirmó la autoridad Mapuche. El rol del Lonko es “acompañar a su pueblo y no andar presentando éste u otro proyecto al gobierno”, dijo Fidel Raín.
En tanto la Maestra de Paz, Ilda Huenteo, que representó a la gran cantidad de mujeres que participaron en esta reunión señaló que este encuentro “busca la unidad para reivindicar nuestros derechos históricos, pues si nuestro pueblo se sigue dividiendo, será mucho más fácil para el Estado mantenernos con pequeños subsidios que lo único que busca es mantener a la gente tranquila”.
“Nosotros como Williche si estamos unidos vamos a luchar contra las leyes que diseña el Estado y que favorecen a las grandes empresas, y si estamos unidos podemos hacer valer el Convenio 169 y trabajar con autonomía como lo hacían los antiguos lonkos”, afirmó la Maestra de Paz.
Las comunidades Williche de Chiloé declararon oponerse a la imposición del puente en el canal de Chacao, a los Parque Eólicos y demandaron la revisión de la Ley de Pesca que privatizó los peces y despojó a todo el pueblo Mapuche del acceso y aprovechamiento de los recursos marinos.
“Exigimos a latifundistas e industriales a que nos devuelvan nuestros territorios y que realicen todos los gastos necesarios para reparar los daños que han causado”, dice la declaración de las comunidades que alude directamente a la “huella que dejó en el Archipiélago la irresponsable presencia de la industria salmonera”.
“Nos opondremos a proyectos que amenazan con romper el equilibrio del territorio, agrediendo violentamente a nuestra Ñuke Mapu y Admapu. Tenemos que mencionar especialmente a los proyectos de conectividad y energía como son el puente en el canal de Chacao y los Parques Eólicos”, dicen las comunidades que se reunieron por tres días en Quellón.
Respecto a los temas marinos y costeros, aparte de exigirle a los industriales del salmón a devolver las zonas marinas y reparar los daños ambientales y sanitarios causados, las comunidades llamaron a las autoridades tradicionales Williche a trabajar para revertir la Ley de Pesca que privatizó los peces. “Reconocemos como deber de los Lonkos y comunidades el resguardo del borde costero y sus recursos. Para ello nos comprometemos a conocer y hacer prevalecer la Ley Lafkenche”, dicen los Williche.
Las comunidades presentes en este 2° Congreso “también rechazan la privatización del borde costero, de zonas marinas y de los recursos pesqueros”. En este sentido y “conforme a los compromisos internacionales adquiridos por el Estado chileno al ratificar el Convenio 169”, demandaron “la revisión de la Ley de Pesca que entregó en propiedad los peces a 7 familias”, dice la declaración final.
En el encuentro también los participantes acordaron rechazar la expansión forestal que intenta imponer el gobierno y empresarios a través de la ampliación del decreto 701 que subsidia las plantaciones de pino y eucaliptus. Por último, este segundo Congreso de Comunidades Williche, acordó apoyar a los “detenidos mapuche” que se encuentran en las cárceles chilenas.
Por Radio del Mar
Fotografía: Radio del Mar.
DECLARACIÓN DE CHILOÉ
El 2do. Congreso de Pueblos Originarios organizado por las Comunidades Williche de Chiloé, los días 19, 20 y 21 de abril de 2013, en Quellón, actualizó las preocupaciones y desafíos de sus organizaciones y comunidades, renovando sus compromisos.
El fortalecimiento del pueblo Williche, reconociendo nuestra lengua originaria, como tronco, matriz de comunicación, que une a la gente y a los territorios. Es necesario realizar esfuerzos de reconstrucción y de enseñanza para fortalecer la identidad, promoviendo entre otras medidas un trato digno a los profesores que difunden la lengua Williche. Nuestra historia está viva y late en nuestra lengua.
La prevalencia del derecho consuetudinario y del respeto a nuestras autoridades tradicionales en el territorio también debe ser signo de la vitalidad de nuestra cultura. Para fortalecer la presencia de loncos, machis, maestras de paz, gnenpin, lawentuchefes, werken, capitán y bastoneros, entre otros roles tradicionales, debemos conservar y respetar las formas tradicionales de vestimenta y los protocolos relativos a sus actividades para hacer visible nuestro común respeto a sus dignidades, expresadas fundamentalmente en ejercicio pleno de sus roles políticos y espirituales.
El fortalecimiento de las autoridades tradicionales también debe expresarse en el desarrollo de propuestas y políticas territoriales amplias, de largo alcance y en el desarrollo de concejos territoriales, fortaleciendo nuestra identidad, a través del ejercicio político de nuestras autoridades. Es necesario fortalecer la comunicación entre las autoridades tradicionales y el todo el pueblo Williche, incluyendo el desarrollo de medios propios, como folletos, boletines, afiches, web y otras estrategias de comunicación popular que nos permitan asegurar la oportuna información de nuestras comunidades. Esto no debe hacernos descuidar el necesario fortalecimiento y respeto de la presencia del Werken en el territorio.
El mismo Congreso del Pueblo Williche debe ser una instancia de encuentro periódico y regular de nuestras organizaciones y comunidades. La autonomía a que aspiramos debe expresarse en nuestras ceremonias, como prácticas propias, dirigidas por nuestras autoridades y sustentadas por nuestro pueblo. Insistimos en que la vigencia misma de las comunidades no termina ni comienza en el reconocimiento de CONADI. Este es el camino para fortalecer la autodeterminación y el propio gobierno.
Los Lonkos presentes también reafirman su compromiso de avanzar en el conocimiento de la dignidad y de las obligaciones propias de sus cargos.
2.- Desde Buta Wapi Chilhué también comprometemos la defensa del territorio, esencia de la vida y del mundo Williche en nuestra Futa Willi Mapu. Es aquí donde el estado y sus Leyes dividen a las comunidades, usurpan la tierra para entregarla a empresarios, que en su afán de enriquecimiento rompen el equilibrio en el territorio y agreden a Ñuke Mapu con sus industrias, explotaciones y desperdicios. Esto nos compromete a desarrollar estrategias para la unión del Pueblo Williche, en resguardo del equilibrio natural. Nuestra oposición sistemática a la plantación de especies forestales exóticas en Futa Willi Mapu será una de las medidas que expresará este compromiso.
Exigimos a latifundistas, terrateniente e industriales que nos devuelvan nuestros territorios y que realicen todos los gastos necesarios para reparar los daños que han causado. No podemos permitir que permanezcan la contaminación y la devastación ahí donde el modelo de explotación industrial ha dañado severamente la tierra, el agua y el mar, quitándonos incluso el pan de la boca. No podemos dejar de mencionar con indignación la huella que dejó en el Archipiélago la irresponsable presencia de la industria salmonera.
La defensa del territorio también se expresará en la renovada presencia de nuestras autoridades tradicionales y de nuestros lugares ceremoniales, como símbolos de nuestra presencia vigilante en defensa de nuestra madre. Nos comprometemos a hacer visible la presencia de nuestra cultura haciendo que nuestra música se escuche fuerte y vigorosa en todo el territorio que estamos defendiendo. Por ello nos comprometemos a exigir la restitución de las tierras usurpadas y a oponernos al desalojo de las recuperaciones que protagoniza nuestro pueblo.
3.- Con el mismo sentido, nos opondremos proyectos que amenazan con romper el equilibrio del territorio, agrediendo violentamente a nuestra Ñuke Mapu y Admapu. Tenemos que mencionar especialmente a los proyectos de conectividad y energía, como el Puente en el canal de Chacao y los parques eólicos, entre aquellas iniciativas que recibirán nuestra permanente reprobación y oposición. Esto no significa que estamos olvidando las necesidades de nuestros hermanos, por ejemplo en la Isla de Quehui, que requieren de soluciones eléctricas. Pero los apoyaremos exigiendo fuentes de energía limpias, renovables y autónomas, como los paneles solares.
4.- La vigencia de nuestro sistema de salud también será una señal visible del equilibrio presente en la relación de nuestro pueblo con el territorio. Por ello nos comprometemos a fortalecer el sistema de salud ancestral Williche, el uso de las plantas medicinales y el respeto permanente a nuestra Ñuke Mapu. En las mesas de salud, como en las de educación, comprometemos fortalecer nuestra presencia y a defender el resguardo del equilibrio en el territorio.
5.- Esto también nos compromete a exigir el carácter de sustentable en las estrategias y acciones de desarrollo que pretendan promoverse en el territorio. Especialmente ante las herramientas de mejoramiento económico y social propuestas por agentes e instituciones del Estado. Nos preocupa que la política y el dinero dividan a nuestras comunidades y enemistan a sus integrantes. Ante ello, insistiremos en el fortalecimiento de la identidad y del conocimiento ancestral Williche, como resguardos ante la nueva cultura que quiere imponerse, haciéndonos ver a nuestros hermanos y a la naturaleza sólo como objetos de uso económico, y dejándonos ciegos ante la riqueza de la integridad de la persona y de la naturaleza. Desde esta preocupación, miramos con buenos ojos algunos esfuerzos de turismo sustentable que desarrollan algunas de nuestras comunidades y organizaciones, como ejemplo de una actividad económica respetuosa de las personas y de la naturaleza. Nos comprometemos a oponernos al individualismo propio del modelo económico capitalista, insistiendo en modos comunitarios de producción.
6.- También reconocemos como deber de los Lonkos y comunidades el resguardo del borde costero, el mar y los seres que lo habitan. Para ello nos comprometemos a conocer y hacer prevalecer la LEY LAFKENCHE. Las comunidades presentes en el 2do. Congreso también rechazan la privatización del borde costero, de zonas marinas y recursos pesqueros. Demandamos la revisión la Ley de Pesca que entregó en propiedad los peces a 7 familias, conforme a los compromisos internacionales adquiridos por el estado chileno al ratificar el convenio 169.
7.- Nos comprometemos a hacer respetar el Convenio 169 en su integralidad y rechazamos el Decreto 124 que niega todo lo que han avanzado los pueblos originarios del mundo, estableciendo claros estándares internacionales para el ejercicio de los derechos resguardados en el Convenio. También nos comprometemos a exigir que la formulación de la nueva legislación forestal, requerida para sustituir el Decreto 701, sea sometida a una consulta ante los pueblos originarios, observando los estándares internacionales. Queremos el pleno reconocimiento de parte del Estado del Tratado de Tantauco y de otros que aún esperan su justo reconocimiento.
8.- Derogación de la Ley Antiterrorista.
Compromisos inmediatos.
1.- Pronunciamiento desde este congreso en apoyo de todos los detenidos de la Araucanía, que están siendo procesados por la ley antiterrorista.
2.- Realizar el Congreso una vez al año. El próximo año le corresponde organizar este congreso a las comunidades de Ancud.