Con una campaña levantada a pulso y con un fuerte énfasis en materias de medioambiente y multiculturalidad, esta militante del Movimiento Amplio Social (MAS) busca llegar a la alcaldía de Maipú. Su proyecto es generar “participación directa de la comunidad a través de la organización social”. Aquí se refiere a su propuesta política, las deficiencias de la actual administración del alcalde Alberto Undurraga (DC) y el peligro que corre SMAPA, la empresa municipal de servicios sanitarios, de ser privatizada.
Que Maipú es una de las llamadas “comunas emblemáticas” de estas elecciones municipales, nadie lo duda. Con más de 330 mil potenciales votantes, la lucha por el sillón edilicio y los escaños del Concejo estará sin duda en la mira de los medios de comunicación este domingo. Aunque el alcalde actual, Alberto Undurraga (en el cargo desde 2004), no va a la reelección, la apuesta de la Concertación es el también DC Christian Vittori, que ha sido respaldado incluso por Camila Vallejo. La Alianza, en tanto, lleva de candidato a Joaquín Lavín León, hijo de ministro de desarrollo social, Joaquín Lavín Infante, quien articuló su campaña yendo a tomar té con torta en las casas de los maipucinos.
En contraste con las propuestas de las dos grandes coaliciones neoliberales, Claudia Mix pretende captar el voto de izquierda y atraer al electorado maipucino con sus propuestas para el gobierno municipal. La participación política de los vecinos, la defensa del agua, la multiculturalidad y la preservación del medioambiente son algunas de sus preocupaciones centrales.
¿De dónde vienes políticamente? ¿Militas actualmente en algún partido?
—Mi concepción ideológica es socialista, allendista, latinoamericanista y bolivariana. Hace muchos años milité en la Juventud Socialista de Chile (Almeyda). Con la llegada de la democracia, paulatinamente me alejé del partido a medida que este renunciaba al legado de Allende. Actualmente milito en el Movimiento Amplio Social (MAS).
¿Cuál es tu experiencia en política?
—En política he participado desde que tengo uso de razón. En mi familia y en mi hogar siempre existieron espacios para la discusión y participación política. Junto a mis hermanos y hermanas siempre fuimos activos organizadores de actividades políticas, sociales y culturales en los años más duros de este país. En esa misma lógica fui dirigente estudiantil en el Liceo Maipú, siendo la primera presidenta elegida democráticamente en plena dictadura y en el inicio de la municipalización de la educación. Posteriormente participé en la creación de un sindicato en una clínica de la comuna, siendo parte del directorio inicial. Por años, y acompañados por nuestro padre [el actor Víctor Mix Fortín], realizamos talleres de teatro y educación popular en sindicatos, capillas, poblaciones: vastos sectores de Maipú. Hoy presido una agrupación cultural que lleva el nombre de mi padre. En el ámbito partidario, actualmente soy miembro de la Comisión Política del MAS, y es la primera vez que postulo a una cargo de representación popular.
¿Qué sensibilidad política, social o ciudadana está tras tu candidatura?
—Mis sensibilidades están inspiradas en valores como la justicia social, la solidaridad, la igualdad, la libertad, el respeto a la diversidad, la participación, la autodeterminación de los pueblos y en la creencia humanista y socialista de poder construir una comuna cuyos habitantes puedan disfrutar de un buen vivir sin exclusión.
¿Qué diferencia tu propuesta de la propuesta de la derecha, o sea la Alianza y Concertación?
—La principal y más importante diferencia con la derecha dura y la encubierta es nuestro acento y apuesta en la participación directa de la comunidad a través de la organización social; y la visión humana, social y solidaria que debe tener una institución estatal como la municipalidad y que nosotros queremos instaurar.
¿Cómo evaluarías la gestión del alcalde Undurraga y el Concejo Municipal de Maipú?
—Con propiedad podemos reconocer que la gestión del primer periodo del alcalde fue relativamente aceptable; puso énfasis en la generación de redes y la desconcentración de algunos servicios municipales. En el segundo periodo, pese al crecimiento en infraestructura con recursos ministeriales (CESFAM, CESCOF, Metro), su gestión ha sido deficitaria, principalmente en la administración económica de nuestros recursos, en el excesivo ingreso de asesores con sueldos millonarios, en el desapego a temas patrimoniales, en el abandono de la protección de nuestros recursos naturales (agua, flora y fauna nativa). Ha priorizado la inversión privada (Hospital) en desmedro de la pública, y ha puesto en peligro nuestros bienes municipales (hipotecas de Edificio Consistorial y Estadio Santiago Bueras). Finalmente criticamos su irresponsabilidad política, porque ha expuesto a los maipucinos a un destino incierto con el apoyo a un candidato que está siendo investigado por la justicia de nuestro país (Christian Vittori).
Con respecto al Concejo Municipal —donde están representadas las fuerzas políticas de la Alianza y la Concertación junto con el PC—, podemos decir que los actuales concejales no han cumplido con su labor fiscalizadora, no han tenido una actitud proactiva de generación de políticas y propuestas en pos del mejoramiento de la comuna, sí han tenido una actitud pasiva frente a las denuncias ciudadanas, han perdido la objetividad a la hora de investigar y han apoyado iniciativas que han ido en desmedro de los maipucinos y maipucinas. Una total ausencia de propuestas, debates y fiscalización.
AGUA BAJO PROPIEDAD MUNICIPAL
Contrariamente a lo que sucede en el resto de Chile por causa del neoliberalismo, Maipú conserva la propiedad pública sobre los servicios sanitarios: el agua. Te has posicionado contra la privatización del agua en Maipú. ¿Por qué te parece importante mantenerla en manos públicas? ¿La actual administración y/o las anteriores han intentado privatizarla? ¿Qué sabes al respecto?
—El agua es un derecho fundamental y básico de todo ser humano. Así, el agua en manos públicas puede y debe garantizar este derecho, y genera recursos para inversión social. El mercado no garantiza su acceso universal. La concentración monopólica de los servicios de agua en Chile y la intensificación de los problemas provocados por el actual Código de Aguas, nos pone en alerta en la defensa de este recurso vital y escaso, cuya distribución es desigual no solo en Chile. Según datos de la CEPAL, la privatización y transnacionalización de las sanitarias han constituido una de las razones por las que los servicios de agua potable en Chile son los más caros de América Latina. Para esta candidatura, mantener la propiedad y administración de este recurso en manos del municipio es fundamental: somos la única comuna en Chile que aún conserva —y con mucha dificultad— su Servicio Municipal de Agua Potable (SMAPA). Esto debido a varios intentos de privatización por parte de anteriores autoridades y graves conflictos de intereses con instituciones del Estado.
Cabe recordar que los derechos de aguas en Chile, luego de ser concedidos por el Estado a los privados, gratuitamente y a perpetuidad, quedan sujetos a la oferta y demanda del mercado de aguas establecido en el Código de 1981. Esto ha permitido que el tema de las sanitarias en Chile haya sido abordado de manera desigual y respaldado por el modelo de gestión contenido en el Código, donde la propiedad privada es defendida por sobre la conservación y defensa de este recurso, todo esto resguardado por la Constitución del 80.
La actual administración y la anterior nos han dejado un pésimo legado en el tema de SMAPA; ellos no cumplieron con lo establecido por la Superintendencia en relación a la inversión requerida versus aumento de cobertura. Hoy nuestra sanitaria corre peligro; se nos puede quitar el derecho a aguas por el incumplimiento del plan de inversión. Lo más grave es que los recursos para realizar esa inversión sí estuvieron disponibles, e incluso se recibió aportes de parte de privados para dicha inversión (los llamados Aportes Financieros Reembolsables, AFR), sumado a recursos del MINVU y, finalmente, un préstamo bancario que hoy por hoy nos tiene hipotecados dos propiedades municipales (Estadio Santiago Bueras y Edificio Consistorial). De esta forma han puesto en peligro nuestra sanitaria cediendo vastas zonas para la entrega de este servicio vital en Maipú a Aguas Andinas, empresa privada que ha presionado y exigido se aplique las exigencias a SMAPA.
Este escenario incierto nos obliga a realizar los mayores esfuerzos para cumplir con lo exigido por la Superintendencia de Empresas Sanitarias en cuanto a la inversión, pues nos pueden quitar el derecho a aguas, y además deberemos cumplir con los acreedores que exigirán lo suyo. Nuestra postura es y será la irrestricta defensa de nuestra agua y de nuestra sanitaria ante los intereses monopólicos y privados. El tema de nuestra SMAPA es tan profundo, transversal e importante que tiene implicancias sociales, políticas, económicas y éticas sobre el sistema de vida que rige en nuestro país. Hoy buscamos garantizar que nuestros recursos naturales estén preservados para uso y disfrute del pueblo.
FRENTE AL HOSPITAL PRIVADO
Respecto del nuevo hospital de Maipú, ¿cómo se piensa trabajar teniendo en cuenta el sistema de autogestión hospitalaria? ¿Cómo se integrará la salud indígena?
—El nuevo hospital de Maipú, aun cuando lo califican de público, es en realidad privado. La administración financiera es privada y el Estado subsidiará algunos servicios prestados, reservándose la dirección médica de algunas áreas. En este escenario, donde se establece las relaciones del Estado con privados a través de un contrato licitado, el margen de acción del municipio es mínimo o muy restringido. Se intentará generar políticas y acciones que involucren la salud como derecho fundamental en esta realidad.
Un pilar de nuestras creencias es integrar nuestra multiculturalidad en todos los ámbitos de desarrollo de nuestra sociedad y que estén a alcance del municipio. La salud es parte importante de nuestra cultura y será un eje prioritario a desarrollar. Con salud vivimos mejor todos.
¿Qué otros problemas o temas son los más urgentes de abordar desde la municipalidad de Maipú, y qué propones para ellos?
—Maipú es una gran comuna que se desbordó sin planificación. Eso ha generado un sinfín de problemáticas como la seguridad: ese extraño y complejo sentimiento de inseguridad, de sentir que estamos expuestos y que no estamos protegidos. Para nosotros, el tema no pasa necesariamente por el aumento de la dotación de Carabineros —aunque según estudios estamos por debajo del número per cápita que debiéramos tener por habitante—; pasa por la capacidad de organización de la comunidad y el apoyo a esta por parte del municipio, con profesionales en terreno y programas de prevención.
Cuando hablamos de espacios públicos, lo primero que imaginamos son áreas verdes. Claro que las áreas verdes son espacios públicos, pero no son los únicos. Hay también espacios de encuentros, equipamientos comunitarios, parques, canchas deportivas, plazas, bulevares, mercados, ferias, etcétera. En Maipú necesitamos de esos espacios y habrá que revisar los existentes para que se transformen en espacios compartidos, donde se convoque a la comunidad maipucina. Tenemos déficit de áreas verdes y proliferación de basurales de gran y pequeña envergadura, entonces recuperemos esos sitios eriazos y complementémoslos con otros espacios, resolviendo nuestro déficit e innovando en el uso del suelo.
Otro de los temas más urgentes a abordar desde el municipio tiene relación con el estado de las avenidas, calles, veredas y pasajes de la comuna que se encuentran en pésimo estado, ligado a la falta de conectividad vial a sectores más aislados de la comuna como la Rinconada (El Maitén, Joaquín Olivares, Lo Vial), Casas Viejas, Sector El Llano, Ciudad Satélite, El Abrazo, Lo Errázuriz, Longitudinal y La Farfana, donde se deberá evaluar la extensión de los servicios de transporte público e incorporar nuestros llamados “locales”, buscando todas las alternativas para que los maipucinos y maipucinas que habitan en esos sectores puedan conectarse con los servicios de la comuna (CRS, Carabineros, Bomberos, Hospital).
Maipú tiene una vasta zona urbana, pero también una incluso más extensa zona rural, que hoy por hoy corre peligro en términos medioambientales. Existe una alta contaminación rural en los cerros y llanos de la Rinconada de Maipú, donde coexisten en este espacio: un vertedero y relleno sanitario, una planta de tratamiento de aguas servidas, extracción de pomacita, una excipiente instalación de minas, extracción de áridos y afectación de la ribera del río Mapocho, y destrucción de la flora y la fauna únicas de la Quebrada de la Plata, por nombrar las más importantes.
Por @psomv
El Ciudadano
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