Un análisis del laboratorio Andes Control detectó restos de pesticida en los colados Nestlé de fruta. Las variedades consultadas fueron ciruela–pasa, tutti frutti y durazno. Además, el mismo estudio da cuenta que la sopa de espárragos que distribuye el Ministerio de Salud a adultos mayores y el jugo exprimido Watt’s también tienen residuos tóxicos.
La nutricióloga Cecilia Castillo en conjunto con la Liga Ciudadana de Consumidores, estudió 10 variedades de alimentos para bebés escogidos del supermercado Jumbo ubicado en Las Condes, de la Región Metropolitana. El sistema empleado fue por medio del análisis de 500 gramos a un kilogramo de alimento procesado que el laboratorio Andes Control analizó.
Los alimentos muestreados fueron 5 colados Nestlé, tres de fruta (ciruela–pasa, tutti frutti y durazno), dos de verduras (verdura mixta, pollo con verduras), 2 cereales (Nestún de Arroz y Nestún trigo y frutas), 2 jugos (Exprimido de frutas sabor Naranja Andina y jugo de naranja exprimido Watt’s) y la crema de espárragos Años Dorados.
RESULTADOS DEL ESTUDIO
Los alimentos para infantes, colados Nestlé–Geber, tienen diferentes volúmenes del pesticida iprodiona medidos en milígramos por kilogramo en su interior. La norma internacional indica que el máximo permitido en frutas y vegetales es del 0,01. En este caso, se detectó que para la variedad tuti–frutti alcanza el 0,01, ciruela–pasa, 0,4 y para la de durazno 0,08 mm/kg.
Las consecuencias que puede tener en la salud de los infantes, si bien es desconocida a plenitud, podría influir por medio de la superación del nivel de ingesta diaria admisible al desarrollo de cáncer y riesgos crónicos, además de ser un disrruptor endocrino.
En relación a la contaminación de la crema de espárragos distribuida por el Programa Nacional de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (Pacam) del Ministerio de Salud, la investigación da cuenta que hay 0,02 mm/kg de Pirimifos metil en ella. Según cuenta el informe, este pesticida es usado habitualmente en la post-cosecha de granos, especialmente maíz y sorgo. La Agencia Medio Ambiental de Estados Unidos (EPA) no cuenta con una evaluación actualizada de sus potenciales efectos carcinogenéticos.
Por útlimo, en el jugo de naranja exprimido de la empresa Watt’s tiene la presencia del insecticida Carbaryl. Esta sustancia, que es altamenta neurotóxica, puede generar neuropatías periféricas, degeneración de nervios y parálisis de brazos y piernas. El carbaryl es también tóxico para los riñones y puede producir anemia aplástica e interferir en la fertilidad masculina y femenina.
MÁS QUE UN CASO PUNTUAL
Omar Pérez Santiago, secretario ejecutivo de la Liga Ciudadana consideró importante los resultados entregados por este estudio, no sólo por exponer una situación puntual de irregularidad, sino porque la contaminación de pesticidas está presente a diario para quienes trabajan en el rubro agrícola.
Los trabajadores agrícolas, principalmente mujeres que trabajan en el sistema de recolección de frutas y verduras, padecen enfermedades derivadas de la inhalación de pesticidas o su contacto. “El año 2009 alrededor de 700 personas enfermaron por contaminación con pesticidas, por lo tanto no es un tema que nos compete sólo a nosotros como consumidores, sino a la sociedad chilena como conjunto” , señaló el dirigente ciudadano.
CONTAMINACIÓN ANTERIOR DE ALIMENTOS
La contaminación de alimentos detectada por el ex director de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, Juan Carlos Cabezas, el 9 de septiembre de este año pareciera exponer las falencias de fiscalización estatal. En el Colegio Alemán de Arica, los alimentos almacenados en bodegas a cargo de la empresa Compass Group presentaban fecas y orines de ratón, cajas mordidas por los roedores y aves que pasean por el lugar, entre otras graves anomalías que hacían presumir una posible intoxicación.
La empresa fue multada con 1,5 millones de dólares al Estado por estas irregularidades.
Por David Abrigo B.
Foto: Patricio Igor Melillanca
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