Tal como lo hemos venido sosteniendo en el tiempo, el leonino contrato de concesión firmado en el año 2005 entre el directorio de la Corporación Club Social y Deportivo Colo-Colo liderado por Varela, y la sociedad anónima Blanco y Negro S.A. sigue dando que hablar. Esta vez es CIPER Chile quien pone la lupa sobre esta relación incestuosa, en un acápite en el cual poco se ha investigado: el incumplimiento del contrato, y más específicamente en la cláusula 10 de éste, que versa sobre la obligación de la concesionaria a incrementar el padrón de socios del Club, cuestión que no ha estado ni cerca de llevar a la práctica. En esta oportunidad, se demuestra con datos duros cómo la concesionaria ha realizado en la práctica todo lo contrario a lo que la mandata el escrito, evidenciado en que el padrón de socios ha disminuido de forma considerable, poniendo en serio riesgo la existencia de la Corporación.
El ente que debiera fiscalizar es el directorio del Club, el cual se encuentra absolutamente alineado con las políticas segregacionistas impuestas desde Blanco y Negro, no cumple con su rol, se arrodilla ante las decisiones tomadas por Vial y compañía, y sólo se limita a cuidarle la espalda y seguir asintiendo con la cabeza a quienes en la práctica son jueces y parte en esta historia. Esto no es antojadizo, y tal como lo revela el reportaje, en una asamblea extraordinaria convocada en paralelo con la definición del campeonato de clausura 2007, y a la cual asistieron 24 socios (entre ellos los directores de la época), se comienza a usar la figura del socio beneficiario, el cual queda excluido de derechos políticos por un período de tres años, y la entrega de casi totalidad de la cuota social a ByN, logrando con ello mantener un padrón acorde a los intereses de la concesionaria, que son a su vez, los intereses de la actual directiva de la Corporación
Una vez más queda al descubierto la forma en que opera Varela, en absoluta concomitancia con la concesionaria, buscando perpetuar su línea de conducción al mando de la Corporación y en beneficio de Blanco y Negro, dejando de lado a los socios y evitando por todos los medios que puedan levantarse alternativas de conducción en el Club.
Hoy más que nunca se debe exigir la fiscalización del contrato de concesión por parte de la directiva, se viola flagrantemente el contrato y sólo nos queda observar impotentes cómo siguen destruyendo al Club. El daño causado por esta administración es irreparable, pero en nosotros está reconstruir la institución. Los socios beneficiarios, los parias en este momento, tienen en sus manos el poder generar alternativas, si se mantienen firmes en el pago de sus cuotas y vigilantes al desarrollo de los hechos, sin lugar a dudas podrán cambiar esta historia.
Por Comisión Política Colo Colo de Todos