Ante la decisión de Agrosuper de pedir la nulidad de la resolución del ministerio de salud que prohibió el funcionamiento de la planta de Freirina y ordenó el retiro de todos los cerdos antes del 25 de noviembre, el movimiento socioambiental del Valle del Huasco expresó que esto demuestra la desesperación de la empresa y mantienen su petición de cerrar definitivamente la planta, a raíz de los daños medioambientales y sanitarios que produce su presencia en la zona.
«A pedir la anulación de la resolución de cierre Agrosuper vuelve a demostrar su prepotencia y su convencimiento de que su poder económico, sus influencias y los engaños del lobbysta Eugenio Tironi, le permitirán pasar por sobre la comunidad y, peor aún, sobre la autoridad», señalan en el primer punto del comunicado que emitieron luego de conocerse la decisión de la empresa.
Agregan que esta decisión no altera su petición de erradicar la planta, pero sí es un llamado de atención al Ministerio de Salud no ha entregado el plan de cierre, «lo que ha privado a la comunidad de un instrumento eficaz de fiscalización para el cumplimiento de esta resolución», que en palabras del propio Ministerio confirman, según el Movimiento, que no se han hecho los suficientes esfuerzos para cumplir con la programación del cierre, a pesar de constituir «un grave riesgo para la población».
En ese sentido, el comunicado emplaza al Ministro Jaime Mañalich a que «utilice efectivamente y sin vacilaciones las facultades y recursos necesarios para proteger a la población de Freirina». Y finalizan señalando que «Agrosuper debe abandonar nuestro territorio», ante lo cual no descartan volver a las calles y a la protesta como mecanismo para hacer valer su demanda y los acuerdos alcanzados.
Agregan finalmente que la comunidad «está organizada, informada y movilizada para defender nuestro derecho a la vida y a la salud, bien superior que está por sobre cualquier proyecto de enriquecimiento privado», y que loas vecinos de «Freirina y el valle del Huasco no se callarán, porque ya experimentaron la ventaja de escribir su propia historia».
El Ciudadano