El Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Cooperación Económica – o TPP por sus siglas en inglés – es un tratado de libre comercio multilateral, que involucra a 12 naciones: Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile. En sus más de 26 capítulos de negociación, el acuerdo abarca un espectro amplio de temáticas, que van desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral.
Las negociaciones del TPP comenzaron en marzo del 2010, pero las conversaciones preliminares se remontan a algunos años previos, y encuentran su origen formal en la existencia del P4 o Pacific Four, un acuerdo negociado por Chile, Brunei, Singapur y Nueva Zelandia que tiene vigencia desde el 2006.
La negociación del TPP es secreta, de espalda a la comunidad de los países afectados. En febrero del 2011, se filtró el capítulo de propiedad intelectual que ha impuesto Estados Unidos al resto de los países, lo que ha generado alerta mundial respecto a diversos temas, como:
Limitación a Derechos Humanos en Internet
El TPP busca convertir a los proveedores de acceso a Internet en los responsables de censurar contenidos unilateralmente, sin intervención de un organismo superior, como el poder judicial, que garantice nuestros derechos. Además, busca endurecer las sanciones a las infracciones del derecho de autor, penalizándola con multas, desconexión de Internet y hasta cárcel.
Prácticas hoy comunes, como postearle un video a un amigo, podrían desaparecer, cambiando por completo el modo en que Internet se ha convertido en una herramienta vital para nuestras vidas.
Pero también hay amenazas a tus datos personales. Como explican en el comunicado público de organizaciones reunidas en torno al Foro Activismo de los Consumidores en la Sociedad de la Información, el TPP propone adoptar y fortalecer las problemáticas reglas de privacidad transfronterizas de la APEC, que se desarrollaron sin participación adecuada de las organizaciones de consumidores ni grupos dedicados al tema de la privacidad. Estas normas establecen un proceso simplificado para el intercambio de información privada de los consumidores a través de las fronteras, posiblemente hacia países donde la protección de la privacidad es mucho más floja.
Obstáculos al acceso al conocimiento y la cultura
El TPP hará que el acceso a música, películas, libros y conocimiento en general sea mucho más difícil y caro.
Medidas como la extensión del plazo protección a los derechos de autor a 90 años, significa que habrá que esperar casi el doble para que una creación entre al dominio público y sea usada por todos los ciudadanos sin necesidad de pedir permiso a los titulares de los derechos.
Mientras que el endurecimiento de las sanciones contra la infracción al derecho de autor, hará que la cantidad de material cultural disponible en Internet disminuya drásticamente.
A lo anterior se suma la prohibición de las importaciones paralelas, lo que significaría perder la posibilidad de comprar más barato en Internet. Como consecuencia de todo lo anterior, la cultura se convierte en un bien prohibitivo.
Obstáculos a los derechos de los consumidores
El TPP afecta directamente nuestros derechos como consumidores, en variadas dimensiones:
En primer lugar, con el TPP y su nuevo “derecho de importación, será imposible traer libros desde otro país o comprarlos en alguna plataforma online, ya que estas operaciones requerirían de autorización del titular de los derechos de autor.
Por otro lado, está la criminalización del rompimiento de los DRM. Si alguna vez te ha pasado que no puedes ver un DVD en tu reproductor porque no son de la misma zona, o tu tablet no soporta el ebook que compraste, es debido al DMR, tecnologías de control de acceso usadas por diversas industrias para limitar el uso de dispositivos digitales. Pues bien, si eso ya es molesto y limita tus posibilidades, el TPP obligaría a los países a criminalizar el solo rompimiento de los DRM. ¿Qué pasa si quieres pasar tu libro electrónico de un Kindle a otro dispositivo? Te convertirás en un criminal.
Pero también, bajo las normas estatales de solución de controversias sobre inversión propuestas por el TPP, las grandes empresas pueden demandar a los gobiernos ante un tribunal comercial internacional, por introducir nuevas leyes – como las leyes de protección al consumidor – que dañen sus negocios.
A esto se suma que, en el marco del TPP, la industria estadounidense está pidiendo poderes aún más estrictos para limitar a otros países de la regulación de productos como los alimentos genéticamente modificados, pesticidas y aditivos.
¿Te parece justo?
Países como Estados Unidos y Chile, han expresado su voluntad de que el TPP se firme en octubre del 2013, aunque la reciente incorporación de Japón podría retrasar esa fecha.En el caso de Chile, la firma del acuerdo implica que antes deba aprobarlo el Congreso.
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