El inicio de la segunda jornada de huelga de los trabajadores de Transantiago se ha saldado con dos buses quemados y más de 500 máquinas dañadas. Ante esta situación que los medios de comunicación tradicionales tachan de vandalismo y violencia, El Ciudadano ha preferido conocer de primera mano la opinión tanto de los trabajadores como de los representantes de Express de Santiago.
La gerente de Asuntos Públicos de Express, Claudia Brandes, rechaza radicalmente «estos actos vandálicos que ponen en riesgo la seguridad de los conductores que sí quieren trabajar» (así como si los trabajadores en huelga no quisieran trabajar por puro capricho). Es necesario en este punto recordar que los empleados del Transantiago que han ido a huelga lo han hecho para denunciar las pésimas condiciones laborales y los bajos salarios que las empresa se niega a negociar.
Manuel Aguilar, dirigente del sindicato Aluchar Lautaro, denuncia que «Claudia Brandes miente, porque dice que los trabajadores son los intransigentes y los culpables de la situación, y no es así«, nos explica el dirigente sindical.
Según nos cuenta Aguilar, los trabajadores en huelga recibieron una «irrisoria» oferta por parte de la empresa basada en una subida de sueldo proporcional en nueve escalas. Esto quiere decir que el salarios aumentarían paulativamente hasta alcanzar una subida máxima de 70 mil pesos. La letra pequeña es que los trabajadores tendrían que cumplir una serie de requisitos para percibir esos aumentos. «Con eso condicionan a los trabajadores porque si no cumplen con los requisitos impuestos no podrían superar las escalas y aumentar sus salarios«, denuncia Aguilar.
Claudia Brandes, en conversaciones que mantuvo ayer con este medio, criticó que los trabajadores en huelga no habían acudido a las mesas de negociación y que no estaba abiertos al diálogo. Manuel Aguilar, en cambio, afirma: «Nosotros en ningún momento hemos dicho que no queremos negociar, siempre hemos estado dispuestos a llegar a un acuerdo, pues ese es el objetivo de nuestra huelga«.
Además de una subida de los salarios, los trabajadores de Express de Santaigo exigen a la empresa mejores condiciones de trabajo y la reducción de las jornadas laborales. «Un trabajador puede tener turnos que le obligan a estar diariamente hasta 7 horas seguidas manejando, con el alto riesgo que eso supone«, denuncia el dirigente sindical recordando que la ley obliga a descansar a los conductores después de cuatros horas seguidas trabajando.
Por todo ello, explica Manuel Aguilar, «el descontento que se está viendo en las calles de los trabajadores es una acumulación de rabia durante mucho tiempo«. La empresa no es la única culpable de esa acumulación rabia, sino que también han contribuido a ello «los dirigentes amarillos que han ido en contra de los trabajadores», dirigentes que han negociado convenios colectivos con la empresa a puerta cerrada, según denuncia Aguilar.
En cuanto a los enfrentamientos y altercados que se han producido entre trabajadores y Carabineros en los terminales de buses bloqueadas, Claudia Brandes difunde a través de un comunicado que Express de Santaigo rechaza categóricamente «los actos vandálicos» protagonizados por los huelguistas.
Por su parte, Manuel Aguilar, defiende que «los medios de comunicación publican lo que les dice el sistema. En lugar de mostrar el problema central y los motivos que llevan a los trabajadores a ir a huelga, se centran en los altercados que se producen (…) El sistema trata de tapar usando a los medios de comunicación para tergiversar la realidad«, sentencia el dirigente sindical.