Documento argumentativo para coordinadores, adherentes y participantes
“Hay que combatir el mal. ¿Con las armas? ¿Con el miedo?
No, con la fuerza moral, con el Espíritu nuevo”.
José H. Baseti
I) Antecedentes
Las Brigadas de Acción Directa No Violenta (Bria di Novi) entienden la violencia como el más simple, frecuente y eficaz modo para mantener el poder y la supremacía, para imponer la propia voluntad a otros. Desde este punto de vista, la violencia es todo acto impositivo que anule, use o frene la intencionalidad de otros seres humanos.
Las Fuerzas Armadas y todo aparato militar incentivan el uso de la violencia para resolver conflictos, justificando su accionar en el mantenimiento de la paz. Este sistema está basado en la dominación mediante la fuerza, contra el ser humano y su entorno natural.
Haciendo una síntesis de nuestros materiales oficiales, “si entendemos el militarismo como el instrumento del que se dota el Poder para imponerse y mantenerse en el tiempo, se comprende que el antimilitarismo no es sólo la lucha contra la milicia convencional, es también la lucha contra la represión y el control social, el gasto armamentístico, el intervencionismo falsamente humanitario, el reclutamiento profesional… es la lucha contra ese poder económico que se sustenta por la fuerza, al menos en nuestras sociedades occidentales, por la coacción (políticas laborales, económicas, el espejismo de la felicidad consumista, etc.) y la creación de consensos sociales con la ayuda de los medios de comunicación que les pertenecen”.
Existen otros factores –que derivan de este mismo fenómeno – que denunciamos con equivalente ímpetu; el autoritarismo desmedido, la obediencia cegadora e irreflexiva impulsada por los altos mandos castrenses, la ostentación deliberada del aparato bélico, y un largo etcétera que viene, sin duda, en complemento de nuestra argumentación.
¿Por qué rechazamos la Parada Militar del Ejército de Chile?
* Por un rechazo ético a la guerra: La Contra-Parada Militar nace del horror ético a la guerra y de creer profundamente que es posible su superación.
* Por incentivar odios históricos con pueblos hermanos: La soberbia y suntuosidad del desfile militar alienta enemistades y desafectos del pasado, favoreciendo un clima beligerante poco propicio para el desarrollo integral del ser humano.
* Porque “cierra la puerta” al trabajo mancomunado entre naciones: La procesión armada de cada 19 de septiembre impide escuchar puntos de vistas diferentes que acentúen la integración y la colaboración internacional como medios eficaces de reducir las amenazas de agresión externa.
* Porque “educa” en valores y criterios militaristas: El ejercicio militar supone la interiorización de un marco ideológico y valórico marcado por conceptos como la jerarquización extrema, la obediencia ciega he irreflexiva, el clasismo, el machismo, el autoritarismo y la criminalización de los movimientos sociales que cuestionan el orden establecido.
* Porque es anacrónico (*) como mecanismo de defensa nacional: La realización de la Parada Militar ni siquiera tiene relación directa con las necesidades de la defensa nacional. Más bien, es una actividad legitimada por visiones ambiciosas que se quiere imponer “per se”, por razones ideológicas y para mantener un ámbito de injerencia de las FF.AA. en la vida cívica. Por eso no tiene sentido la permanencia de un evento sostenido por un poder fáctico todavía muy oscuro, incapaz de reconocer sus errores actuales y de nuestro pasado más reciente.
(*) Anacrónico: incongruencia que resulta de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde.
* Para testimoniar un compromiso con la cultura de la paz: Al rechazar la Parada Militar se está manifestando la voluntad de contribuir a la Cultura de la Paz, que lleve a superar la institucionalidad de la guerra y la estructuración de las FF.AA., planteando caminos alternativos y nuevos paradigmas para dirimir los conflictos de una forma evolutiva, civilizada y conciente.
* Porque es coherente y contribuye a despertar a una sociedad cada vez más indolente: Denunciar esta iniciativa es ayudar a construir una sociedad solidaria, que tienda a la justicia y que aspire a proscribir las guerras y su preparación como medios de realización de la legalidad internacional.
El decálogo de nuestra invitación propone que “por razones de conciencia rechazamos la guerra, no aceptamos forma alguna de ser preparados para matar, nos declaramos contrarios a todo sistema militar, como estructura de poder y como esquema de pensamiento”.
La no colaboración con este tipo de organismos represores, sustentadores de una cultura violenta, será fundamental para generar una transformación social que desarrolle una mirada radicalmente opuesta; una sociedad que entienda la paz como la única vía de evolución, donde el acento esté puesto en las virtudes humanas y su avance íntegro.
El objetivo del antimilitarismo es la desmilitarización y la construcción de la paz, pero de forma duradera. Una paz que puede ser entendida según su concepción más dinámica, como final de un proceso y no como una utopía inalcanzable. También es paz cada paso de la violencia hacia nuevas relaciones, de la injusticia hacia la dignidad, de la explotación hacia la liberación, de la indiferencia hacia la atención.
Construir la paz es un reto inaplazable para todos los pueblos en la dirección de un modelo social resultante del enfrentamiento crítico con la realidad. Un modelo social basado en la defensa coherente, entre medios y fines, de la participación y decisión colectiva, de la transmisión de valores y alternativas que garanticen un desarrollo social estable y sostenible.
Bria di Novi, a raíz de lo expuesto hasta acá, sustenta su trabajo en una forma de lucha social basada en una metodología de acción precisa, la NoViolencia Activa, que además actúa como una postura ética, moral y política que enfrenta y supera esta visión prehistórica de las relaciones humanas.
II) Propuesta Contra-Parada Militar 2009
Septiembre es un mes especial para Chile, principalmente por la celebración de lo que, como hecho político, se considera como su independencia de España (Primera Junta Nacional de Gobierno, el 18 de Septiembre de 1810), y junto con esto de forma inevitable el recuerdo aún vigente del golpe militar encabezado por Augusto Pinochet en 1973. Durante este mes los chilenos se vuelcan de manera repentina hacia las tradiciones populares. Una de esas costumbres nos hace reaccionar y cuestionarnos; el Día de las Glorias del Ejército, más conocida como Parada Militar.
Con esta actividad, las FF.AA. nacionales muestran su poderío bélico e instalan en la sociedad la necesidad de un organismo que mantenga el orden y la tranquilidad a través del uso de la fuerza. En el fondo, buscan validar métodos violentos para mantener la paz. Algo que para nosotros es irrisorio, ingenuo, contradictorio y, de plano, absolutamente diferente al mundo que aspiramos construir.
La Contra-Parada Militar nace en respuesta a estas concepciones, planteando una parodia masiva que cuestione y deslegitime las creencias enraizadas en la estructura mental del pensamiento castrense, decididamente involutivas y desintegradoras desde nuestro punto de vista, tanto para ellos como para el resto de los ciudadanos.
No lanzamos la actividad para reírnos de los hombres y mujeres que componen la vida militar, si no para ironizar su estructura de pensamiento, forzando una reflexión en torno a la vulgaridad de la guerra, a los valores impulsados por cualquier ejército en el mundo, y, de manera particular, a la preponderancia infundada de las FF.AA. en Chile, un debate pospuesto durante muchos años en nuestro país.
Respetamos profundamente al ser humano, por eso mismo nos oponemos con tenacidad a la guerra y la violencia, rebelándonos llenos de convicción ante el sin sentido de la muerte.
Objetivos de la actividad:
a) Denunciar la mirada violenta y soberbia del Ejército chileno, que reivindica el uso de la fuerza e instala en el ideario colectivo la necesidad de un organismo superior que mantenga la paz.
b) Concienciar sobre la cultura militarista y los valores pregonados, que, desde nuestro punto de vista, imposibilitan la aspiración de paz y el desarrollo armonioso del ser humano.
c) Movilizar a la ciudadanía en torno a valores como la participación, la fraternidad y la unión, agrupando a organizaciones sociales, personas naturales y adherentes en una actividad altruista e inclusiva.