Si no quieres que especies transgénicas se sigan cultivando en Chile, organizaciones de mujeres campesinas, rurales y ambientalistas están invitando para este lunes a las 10 de la mañana en la Plaza de la Constitución a realizar una protesta.
Los vegetales genéticamente modificados VGM son plantas, algunas de ellas usadas en la producción de alimentos, cuyo material genético (ADN) ha sido modificado para crear variedades transgénicas que pueden afectar irreparablemente nuestra salud, el ambiente y además generan dependencia de transnacionales como la estadounidense Monsanto.
En el Congreso se está tramitando un proyecto de Bioseguridad que viola tus derechos de consumidor y que expone a irreparables daños a la salud a nosotros y a las futuras generaciones. Dicho proyecto tiene carácter de urgencia para evitar la participación ciudadana en su discusión y es evidente la presión de Monsanto y otras transnacionales al interior del Congreso para aprobar un proyecto que solamente beneficia la rentabilidad de sus inversiones.
En la oportunidad la senadora Ximena Rincón entregará una carta dirigida al presidente Piñera solicitando el retiro del proyecto de ley transgénicos por carecer de bases técnicas suficientes y también el retiro de la urgencia al proyecto de ley de obtentores vegetales.
En algunos países de Europa, como Italia, Alemania estos cultivos están prohibidos.
POR UN CHILE SIN TRANSGENICOS
Por el derecho fundamental a saber que tiene todo ciudadano, el día lunes 4 de abril a las 10:00 horas en la oficina de partes de La Moneda, la senadora Ximena Rincón y otros parlamentarios, artistas, músicos, organizaciones sociales, ambientales, y ciudadanos solicitarán al Presidente que retire la urgencia al proyecto de obtentores vegetales (que permite a las transnacionales patentar semillas criollas) y el retiro del proyecto de bioseguridad (liberalización de cultivos transgénicos al interior de nuestro país). A continuación entregamos un resumen de dicha carta:
En un contexto de completa desinformación pública y parlamentaria (80% de las personas no sabe lo que es un transgénico), nos parece impresentable legislar una materia como ésta, sin el debido tiempo necesario. La mencionada iniciativa legal ni siquiera distingue entre transgénicos de uno u otro tipo, permitiendo así el cultivo de transgénicos tóxicos que ya han sido prohibidos en otros países.
No queremos, Señor Presidente, que Chile entre al tristemente célebre grupo de no más de 30 países en el mundo, que hoy se lamentan de los daños producidos por los transgénicos en sus tierras y buscan desesperadamente que sus autoridades pongan freno a esta catastrófica situación.
Olivier De Schutter, relator de la ONU, advirtió recientemente sobre un tema que para nuestra estructura agraria, no es menor: “El gran problema de los transgénicos es la fuerte dependencia económica (de los pequeños productores) y el hecho de que el poder esté concentrado en una multinacional”.
Argentina en conjunto con EEUU, producía el 84% de las semillas transgénicas sembradas, pero con más herbecida (veneno), 165 millones de litros (330 mil tanques de agua) por hectárea. Lo que redunda en el uso en dosis cada vez mayores de plaguicidas casi en desuso, tal como ocurre en Argentina debido a la resistencia de las plagas.
Algunos estadísticas del Gobierno argentino muestran que luego de 10 años del uso de cultivos transgénicos, producto de la aplicación de plaguicidas se ha generado un aumento de 300% de malformaciones congénitas, 400% de abortos espontáneos y 300% de aumento en la aplicación de plaguicidas en las zonas agrícolas donde éstos se cultivan.
Muchas investigaciones independientes, llaman a no consumir transgénicos y advierten de alteraciones que éstos han generado en ratas y cobayas tales como: alteraciones del hígado, páncreas, sangre, riñón, aparato reproductivo, diversos tipos de cáncer, etc.
Sabiendo que no está comprobada la inocuidad de estos productos y amparados en el principio de precaución es que solicitamos acoger los planteamientos presentados previamente.
Las organizaciones convocantes son Tierra Nueva, Campaña Chile sin Transgénicos, Rapal–Chile, Anamuri, Olca, Cial, Modatima, la Red Socioambiental de Valparaíso y la Caravana Ahimsa por la Tierra.
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