Cuando esta semana Nicaragua acaba de celebrar 32 años de la Revolución Sandinista, en alusión a la fecha y a los 50 años de la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), movimientos y organizaciones sociales de América Latina se reunieron los días 17 y 18 de julio, en Managua (capital nicaragüense) en el «Encuentro de Movimientos Sociales de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), de las Américas y del Caribe: Reconstruyendo Solidaridad”.
Organizado por el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), el evento tuvo como objetivo el intercambio de experiencias y profundizar las relaciones entre las organizaciones latinoamericanas y caribeñas. Durante estos dos días, los participantes defendieron el proceso promovido por el FSLN y analizaron las experiencias realizadas en Nicaragua, que están contribuyendo a la «transformación cultural, política, social y económica” del país.
El Encuentro concluyó con la lectura de la «Declaración de Managua”, documento en que los participantes celebran los 50 años de la Fundación del Frente Sandinista y los 32 años de la Revolución Popular Sandinista. En la Declaración, los movimientos destacaron la importancia de las revoluciones para la transformación social de los pueblos y la relevancia del Alba para la integración entre las poblaciones latinoamericanas.
«Reconocemos que –en medio de la crisis neoliberal global- la construcción de un Modelo Revolucionario necesita el concurso y el avance en múltiples países de Latinoamérica, por lo que consideramos que la Alianza Bolivariana de las Américas es muy valiosa para desarrollar la Revolución Latinoamericana; en ese sentido, nos comprometemos a defender y fortalecer el Alba de los Pueblos, la integración justa y solidaria, continuar luchando desde nuestros países, para ir creando las condiciones que la Revolución Latinoamericana necesita; Revolución que avanza en América del Sur, Centroamérica y El Caribe, desde los gobiernos populares y desde el acumulado de avances de los Movimientos Sociales”, argumentan.
En el documento, las organizaciones sociales recuerdan además el Bicentenario de Venezuela, celebrado a comienzos de este mes, la lucha de la población hondureña en resistencia al Golpe de Estado desde junio de 2009; y el compromiso de formar una «Red de Amistad y Solidaridad entre los Pueblos”.
También los movimientos sociales, se sumaron a la convocatoria del IV Encuentro Sindical de Nuestra América (IV Esna), que será realizado entre los días 25 y 27 de agosto en Nicaragua, y manifestaron su apoyo al Frente Sandinista de Liberación Nacional y al presidente Daniel Ortega.
«Manifestamos nuestro aprecio y reconocimiento al liderazgo y firmeza del Comandante Daniel Ortega, Líder de la Revolución Sandinista y del FSLN, Presidente de Nicaragua, expresamos nuestro total respaldo y apoyo a su candidatura para las próximas elecciones en Nicaragua, cuyo triunfo asegurará la continuación de la Revolución nicaragüense y latinoamericana”, concluyen.
CONTEXTO HISTÓRICO
El 19 de julio es recordado en toda Nicaragua como el día en que las fuerzas populares consiguieron, después de larga lucha, derrotar a la dictadura militar de la familia Somoza, con más de 40 años (1936-1979) en el poder, período en que tuvo el apoyo de los gobiernos norteamericanos. La victoria fue el fruto de la unión de diversos sectores de la sociedad, trabajadores, empresarios, campesinos, estudiantes y guerrilleros, que construyeron una alianza para derrotar a la dictadura militar, continuada de padre, Anastasio Somoza García, a los hijos, Luis Somoza y Anastasio Somoza Debayle.
La revolución nicaragüense tiene como principal símbolo al general Augusto C. Sandino, que con un pequeño ejército formado por trabajadores y campesinos, consiguió vencer a la fuerzas de los marines estadunidenses que ocupaban el país con el pretexto de pacificar el territorio y garantizar la paz. El líder fue asesinado por órdenes de Somoza García, y hasta hoy no fue encontrado su cuerpo.
Por Karol Assunção