Desalojado el centro cultural Ainil

El centro cultural ubicado en el barrio Concha y Toro fue desalojado en horas de esta tarde por carabineros


Autor: Mauricio Becerra

El centro cultural ubicado en el barrio Concha y Toro fue desalojado en horas de esta tarde por carabineros. Los artistas acusan extrema violencia policial, habiendo hasta ahora 4 detenidos. Uno de ellos es codirector de El Ciudadano, quien reporteaba el hecho.

Esperando retirar sus cosas antes que empiece la lluvia pronosticada para hoy se encuentran varios artistas y jóvenes que usaban las dependencias del centro cultural Ainil, desalojado en horas de la tarde por carabineros.

Los integrantes del taller de percusión de Ainil sostienen que esta mañana estaban tocando algunos tambores pacíficamente en la Plaza Internacional de la Libertad de Prensa cuando funcionarios de carabineros que habían estacionado un furgón junto al recinto comenzaron a tratar violentamente a los miembros de Ainil que a esa hora circulaban por el sector.

“A una chica la tomaron y la tiraron al suelo con fuerza, golpeándose su cabeza en el pavimento”- cuenta uno de los participantes del taller. Hasta el momento hay 4 detenidos, entre ellos Sebastián Larraín, productor de El Ciudadano, quien concurrió a registrar con una cámara de video los pormenores del desalojo. Todos se encuentran en la Tercera Comisaría de Santiago.

El espacio, ubicado en el el Palacio Walter, lleva ya 7 años entregando cultura a los habitantes barrio Concha y Toro de la capital, pero los intereses del grupo Lebanon Investment Corporation, ligados al exclusivo restaurante Zully, ubicado al frente del edificio, apuntan a terminar con un importante espacio de difusión cultural capitalino.

El desalojo afecta a los talleres y cursos de pintura, orfebrería, cerámica, danza árabe y contemporánea, sevillana, teatro, mapudungún, telar, plantas medicinales y percusión, que se realizaban en el recinto.

Ainil en mapudungun significa ‘establecerse’, cosa que practicaron quienes hace 7 años empezaron a dar vida al Palacio Walker, abandonado por años. Una vez instalados allí, los activistas la recuperaron, dando aviso de ello a los propietarios del inmueble, quienes aceptaron que se convirtiera en espacio de creación y expresión ciudadana. Incluso, el dueño del palacio aceptó que se presentara un proyecto al Fondart para hacer un estudio de infraestructura, el cual fue aprobado el 2006 con un monto de 10 millones de pesos, los que se destinaron a estudios de arquitectura y calculistas.

Poli Rivera, Licenciada en Artes Visuales, orfebre y tallerista de Ainil, cuenta que “durante 3 años se trabajó en la restauración del palacio, ya que no tenia los servicios básicos y muchas de sus habitaciones no contaban con piso ni murallas. Si llegamos a sacar 12 camionadas de escombros a puro pulso”.

Sandro Salinas, vocero de Ainil, contó a El Ciudadano que “hemos invertido casi 15 millones de pesos en la recuperación del edificio, además de toda la vida cultural que le hemos dado a un espacio que estaba abandonado”.

Ainil tiene personalidad jurídica vigente de la Municipalidad de Santiago, y despliega desde ya 6 años una intensa labor de desarrollo cultural y participación ciudadana en el barrio, a través de talleres de artes y oficios gratuitos para los vecinos del sector y gente de  otras comunas. Su presencia en el lugar ha aportado a la difusión del arte, la cultura indígena, la música, las artes escénicas, la pintura y diversas formas de expresión artísticas, integrando además recientemente terapias alternativas para la comunidad.

Ya en ocasiones anteriores la inmobiliaria multinacional Lebanon Investment Corporation, dueños del  40% de la propiedad de la casa, intentaron efectuar de desalojo, el que no se había concretado por diversos vicios en su tramitación.

Los integrantes de Ainil quiere ser parte del juicio que se tramita por el desalojo de la casona, ya que consideran justo que se reconozca el tiempo, trabajo y dinero invertido en la casa. Por su parte, los herederos desconocen el comodato verbal, el pago de contribuciones y el restablecimiento de los servicios básicos.

Rivera anuncia que “llegaremos hasta las ultimas consecuencias para permanecer en este lugar”. Un comunicado del Centro Cultural dice que “nuestra organización recurrirá a todas las instancias legales y sociales que sean necesarias para revertir un fallo que consideramos no sólo ha cumplido con el debido proceso, sino que resulta además injusto y reflejo de una sociedad que privilegia el interés de los grandes capitales en desmedro de las iniciativas ciudadanas”.

También lamentan que “sea el interés de lucro de un empresario norteamericano, que a través de Lebanon Investment Corporation pretende lucrar con un negocio de spa y boutique orientado a clientes de alto poder adquisitivo, lo que finalmente ponga en jaque a una iniciativa tan valiosa para la comunidad como la que el CENTRO CULTURAL AINIL  ha desarrollado”.

MÁS INFO:

http://www.ainilarteycultura.blogspot.com/

El Ciudadano


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