Dignificando el trabajo cultural independiente

La agrupación cultural Cordillera, nacida en el Cajón del Maipo, apuesta por el rescate de la historia de la cuenca andina y la dignificación del trabajo de los cultores a través de la circulación de sus obras. Intentan así superar el escaso apoyo de la institucionalidad cultural para el reconocimiento de los oficios que realizan en todo Chile diversos cultor@s.

Dignificando el trabajo cultural independiente

Autor: Mauricio Becerra
Teatro Palermo de Puente Alto

Teatro Palermo de Puente Alto

Conversamos con Mauricio Morales, director de la Corporación Cultural Cordillera, quien está abocado a crear plataformas de circulación de las obras realizado por los actores culturales.

¿Cómo nació Corporación Cultural Cordillera?

– La Corporación Cordillera, nace el año 2002 en el Cajón del Maipo, en Guayacán, zona de alto valor patrimonial e histórico. La historia del Cajón del Maipo es muy rica. Vicuña Mackenna cuando fue Intendente de Santiago visita la Laguna Negra para resolver el problema de las aguas de regadío de la ciudad que crecía, se introduce en importantes temas de orden político, social y cultural relacionados con el futuro de San José de Maipo, y de Santiago, como su interés en la creación de un paso cordillerano con la Argentina, para intercambio comercial. Tampoco se puede olvidar que en los primeros años de la invasión española se descubre el yacimiento de plata San Pedro de Nolasco, explotado hasta principios del siglo pasado o que la ganadería desde Argentina a Chile se internaba por el Cajón del Maipo, desde el sector El Manzano, donde aún quedan los vestigios de la aduana, y por el camino a La Florida y camino Agrícola, por donde se realizaban inmensos arreos hasta el sector de Matucana. También está el tren de trocha angosta al volcán.

¿La idea es recuperar esa historia?

– La Corporación Cordillera, nace de esta zona geografía contemplando la historia y recuperando la memoria de una parte importante del nacimiento de la Región Metropolitana. Nace como un instrumento de interés social y cultural, que nos permite entender la gestión cultural como un proceso de encadenamiento y desarrollo de intereses comunes a partir del trabajo mancomunado, de oficios, profesionales, artistas, artesanos, libreros, autoridades locales o dirigentes sociales. No hay oficio más bello que la gestión cultural, entendida bajo esta concepción social y política.

Imagino que esa riqueza histórica también está al otro lado de la cordillera.

– Sí, al otro lado de la Cordillera está Tunuyán, Mendoza, donde ya se ha comprendido que el desarrollo local se entrelaza con la historia. El turismo, la producción agrícola y la cultura dan cuenta como un todo de la historia y los quehaceres humanos, y el mundo del trabajo y la cotidianidad. Corporación Cordillera, nace inspirada en la historia de Los Andes Centrales, y soñando cada día en ver como el desarrollo no es una fórmula económica, sino una imbricada pasión de trabajo humano, bien entendido. Esto somos, nos hicimos en el trabajo diario.

¿Cómo se inició el trabajo de la agrupación cultural?

– El trabajo de Corporación Cordillera se inició con la promoción del patrimonio material e inmaterial. No contábamos con recursos, sólo con pequeños trabajos de defensa del Patrimonio local: la primera escuela de San José de Maipo, el patrimonio natural y las antiguas estaciones de trenes. Nosotros fuimos los primeros en destacar fuertemente la continuidad histórica del Cajón del Maipo, con encuentros importantes en la escuela El Manzano y en el museo Olímpico de Santiago. En aquellos años, realizamos un trabajo de recuperación del antiguo teatro Palermo en la comuna de Puente Alto, donde se invirtieron cerca de 100 millones para recuperar su infraestructura. En ese espacio cultural, se generaron importantes sueños locales y provinciales. Sin embargo, una vez más no se entendió la metodología de Corporación Cordillera, ni el trabajo de investigación previo de este espacio cultural, y se terminó ocupando como un espacio eventual para subir a artistas sobre un escenario.
A partir del año 2007, profundizamos la labor cultural, intentando poner de relieve el trabajo independiente de cultura, produciéndose acercamientos con el mundo sindical y político para hacer ver que existen miles de chilenos y chilenas que trabajan en cultura desde los oficios. Se trata de organizaciones de libreros y otros oficios no reconocidos como los talabarteros. Trabajamos la autogestión y tenemos bastantes problemas para usar los espacios públicos por la burocracia municipal.
En este campo de trabajo hemos intentado dar soluciones prácticas a problemas reales, abriendo espacios de trabajo; acceso a los espacios públicos, para comercializar bienes simbólicos, libros, artes integradas, pequeña producción de oficios de zonas rurales.
Hoy nos encontramos trabajando en una misión pequeña a Francia para promover micro exportaciones y abrir espacios de desarrollo para los más pequeños trabajadores de emprendimiento y microempresarios.

¿Qué actividades están realizando?

– Hemos logrado realizar interesantes ferias en espacios públicos para trabajadores independientes, con todas las dificultades y trabas legales que existen desde la administración y control territorial sobre los espacios públicos en Chile. En este contexto realizamos la Feria del Libro de la comuna de La Reina, que para el año 2015, estaremos en la tercera versión. Y generamos espacios de acceso a libros y lectura en comunas donde no existen librerías, más del 85% de las comunas de Chile no tienen librerías.
Por otra parte, hemos querido generar un trabajo de redes muy amplio conociendo las dificultades que existe en Chile para obtener apoyos con permisos, asistencia técnica, ayuda financiera. Estos problemas del medio chileno, lo intentamos solucionar con buenas alianzas estratégicas, serias y comprometidas, lo que nos permite contar con apoyos de implementación, infraestructura y difusión.

Rodolfo Hlousek Astudillo

El Ciudadano


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