Después de 26 días Carlos Castro, presidente de la Federación Metropolitana de Trabajadores de la Salud, depone su huelga de hambre, motivada por una solicitud para destituirlo enviada por el Servicio de Salud Central.
Un recurso presentado en el Primer Juzgado Laboral de Santiago falló a favor del dirigente, deteniendo la orden de destitución enviada a la Contraloría. Castro había sido sumariado por un incidente ocurrido en una marcha hace años atrás, en octubre del 2009.
Además el tribunal fijó para el 13 de abril del 2011 una audiencia preparatoria para entregar al juez la demostración de pruebas de “prácticas antisindicales”, que es la demanda de Castro en contra del Servicio de Salud Central.
La huelga de hambre fue hecha en la misma Posta Central, espacio que sirvió este lunes para que dirigentes de la CUT, la Confusan y la Anef denunciaran las conductas antisindicales ocurridas en el último año. También al lugar llegó el diputado Hugo Gutiérrez (PC).
Sobre el intento de destitución del sindicalista, Raúl De la Puente de la Anef señaló que “estas son solamente fórmulas de neutralizar la acción de los dirigentes que creemos en el Estado y en contra de quienes se oponen a la privatización de la salud, los trabajadores vamos a estar juntos en contra de este ministro (Mañalich) que representa los intereses de este Gobierno de empresarios y gerentes”.
Sobre ese mismo tema, Gutiérrez declaró que bajo la lógica del Gobierno dirigentes como Carlos Castro “no tienen existir”, pues aquí realmente “el acto personal de Carlos es un acto de resistencia a un modelo económico neoliberal”, que busca la privatización de la salud y que es defendido por la actual administración, declaró el diputado PC.
Carlos Castro fue sumariado el año 2009 debido a un altercado con un conductor que avanzó su vehículo contra una marcha de trabajadores de la salud. La falta de pruebas dejó la investigación sobreseída el mismo año, pero volvió a ser abierta el 2010 a cargo del fiscal Dante Villalobos Salinas. El presidente de la Fenats Metropolitana acusó presiones del Ministerio de Salud para reabrir la investigación como parte de una práctica antisindical.
Por Gustavo Peralta Vargas
El Ciudadano