En esta manifestación, escenario de enfrentamientos entre la policía y los asistentes, durante los cuales 43 personas fueron detenidas, se exigió la dimisión del premier griego y se repudiaron las medidas capitalistas que están deteriorando las condiciones de vida de la clase trabajadora.
En los choques, la policía recurrió al lanzamiento de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Pese a que se había prohibido la celebración de cualquier tipo de manifestación en las inmediaciones del recinto donde tiene lugar la feria, los presentes desoyeron tal prohibición y participaron de forma masiva en las protestas para expresar su malestar.
La manifestación fue convocada por la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE), el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME) y la Confederación de los Sindicatos de Empleados Públicos (ADEDY).