El pasado martes se dio a conocer un dictamen de la Contraloría General de la República que anula el artículo N°80 de la Ordenanza ambiental número 61 de la comuna de Recoleta, que en 2016 marcó un hito al impedir cualquier actividad deportiva o recreativa que someta a animales a violencia o stress, entre ellos el rodeo.
En entrevista con CNN Chile, Cristián Moreno, presidente de la Federación de Rodeo chileno, realizó una cerrada defensa del llamado «deporte nacional» justamente bajo la lógica especista, repudiada al interior del mundo animalista por tratarse de una discriminación hacia los animales por considerarlos especies inferiores.
«Hay gente que cree que los animales no debieran ser usados de ninguna forma, y es absolutamente respetable. Pero los animales se producen, se trabajan y se crían en Chile y en el mundo en general, para ser usados», espetó Moreno.
El dirigente argumentó su postura señalando que «la carne es de animal, la leche es de animales y gran parte de nuestro alimento cotidiano proviene de animales».
«Usar un novillo en un rodeo es más seguro que caminar en la calle»
El Ciudadano conversó con Mauricio Serrano, coordinador internacional de la ONG Animal Libre, quien respondió a lo expuesto por el presidente de la Federación de Rodeo chileno.
«Ocupa el mismo criterio que se utilizó hace siglos atrás para mantener conductas y tradiciones que hoy vemos como incorrectas, reprochables e ilegales, como es el uso y abuso hacia afroamericanos o hacia las mujeres», sostiene Serrano.
En ese sentido, el dirigente añadió que el hecho de que el rodeo se haya realizado durante un buen tiempo, «no es un argumento para mantenerlo».
El representante de Animal Libre se refirió igualmente a la afirmación de Cristián Moreno en cuanto a que no habría maltrato durante la práctica del rodeo. «El año pasado se usaron alrededor de 300 mil novillos a nivel nacional y hubo una tasa de accidente del 0,02%», apuntó el representante de los corraleros, agregando que «usar un novillo en un rodeo es más seguro que para uno caminar en la calle».
Al respecto, Serrano señaló que en Animal Libre poseen informes y registros audiovisuales en donde se evidencia que «los animales son violentados, golpeados y abusados». El coordinador de la ONG plantea que lo que ocurre es que justamente para que esa actividad se mantenga, «el maltrato es necesario, ya que ninguno de esos novillos va a correr por muy ‘amigables’ que sean los coleros o las colleras con ellos».
Mauricio recordó que, por ejemplo, para que un animal se pare luego de intentar protegerse, son habituales las bofetadas, golpes de corriente y los tirones de cola. «Es la única forma que tienen para obligar a un animal a seguir siendo golpeado en las quinchas», explica.
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