La policía alemana detuvo a 1.300 manifestantes contra la energía nuclear el domingo, durante una sentada para impedir el paso de un tren que transportaba 150 toneladas de desechos nucleares provenientes de Francia. La manifestación retrasó al tren por más de quince horas.
Las sucesivas acciones de protesta de los antinucleares alemanes impidieron el avance del tren con basura radiactiva en su ruta hacia el depósito de Gorleben (norte del país), pese a las fuertes medidas de seguridad.
Luego de cinco días de protestas y bloqueos, el movimiento anti-nuclear en Gorleben celebra “que la participación en las protestas contra el transporte Castor es tan grande como el año récord de 2010” – según dijo al periódico alemán Taz Jochen Stay, portavoz de la iniciativa anti nuclear.
A las 14.30 GMT del domingo, el convoy, con 11 contenedores tipo «castor» cargados con 2.500 toneladas de residuos altamente tóxicos, s e encontraba detenido en la estación de Lüneburg , a unos 70 kilómetros de su destino final, tras avanzar apenas 35 kilómetros toda la jornada.
La principal acción de protesta que impide circular al polémico transporte se encuentra unos pocos kilómetros más adelante, en Hitzacker, donde cuatro personas (tres hombres y una mujer) se encadenaron esta mañana a las vías mediante un complejo mecanismo de una tonelada de hormigón y un metro de alto.
Las fuerzas de seguridad tardaron horas en sacar a los activistas empleando herramientas pesadas. Un descuido a su alrededor permitió que se organizara la enésima «sentada» de ecologistas sobre los raíles, desde donde centenares de personas animan a los encadenados y corean canciones y mensajes antinucleares.
Desde el pasado jueves, un día antes de que partiera desde la planta de tratamiento de residuos de Le Hague (Francia) el tren «castor», como es llamado, las manifestaciones, las acciones de protesta y los enfrentamientos entre activistas y policías han sido frecuentes en las localidades próximas al cementerio nuclear alemán.
Desde hace años, los transportes de desechos radiactivos por Alemania generan fuertes protestas del colectivo antinuclear, con recurrentes cortes de las vías en su trayecto al depósito de Gorleben.
Tras las multitudinarias concentraciones del año pasado, las más concurridas en décadas, las protestas de 2011 son las primeras tras la aprobación del «apagón» nuclear de la canciller federal, Angela Merkel, bajo el impacto de la catástrofe de la central atómica japonesa de Fukushima.
El Ciudadano
Con información de Democracy Now, Taz y Público