Economía social y solidaria: Santiago fue sede de encuentro latinoamericano de cooperativas y mutuales

Unas 120 personas, miembros de cooperativas y mutuales de América Latina, participaron del encuentro que se realizó los días 22 y 23 de marzo en la casa central de Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), en la comuna de Providencia, en Santiago de Chile

Economía social y solidaria: Santiago fue sede de encuentro latinoamericano de cooperativas y mutuales

Autor: Wari

Unas 120 personas, miembros de cooperativas y mutuales de América Latina, participaron del encuentro que se realizó los días 22 y 23 de marzo en la casa central de Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), en la comuna de Providencia, en Santiago de Chile.

La primera jornada comenzó con los saludos de Raúl González Meyer, representante de la Universidad, quien destacó que la Cátedra de Economía y Sociedad impartida en la Academia, ha ido estrechando lazos con el mundo de la economía cooperativa y solidaria chilena. Del mismo modo que ha participado activamente en conferencias sobre el tema, y ha constituido una línea de investigación y de publicaciones.

Rogerio Dallo, secretario general de Confederación Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores (Colacot), indicó que “en Latinoamérica el cooperativismo y la economía solidaria aún es visto como una articulación social, donde su quehacer es enfrentar al sistema económico imperante. Sin embargo, esta economía solidaria no responde a todos los desafíos que plantea el neoliberalismo, pues ni la economía ni la solidaridad ni el sello del compromiso social lo hacen”, sostuvo.

Por su parte, el representante de la Federación de Empresas, Cooperativas y Talleres de Trabajadores, Artesanales y Asociados (Fecot), Pablo Corvalán, afirmó que el desafío de los cooperativistas apunta a saber qué busca una economía social y solidaria como instrumento eficaz en la ayuda a la organización económica, social, política y ecológica. Esto sumado a otras dimensiones de un modelo de desarrollo deseado, que si bien no es construido con los sueños del pasado, sí lo hace desde los desafíos del presente. “Hoy se sabe que mil, diez mil o cien mil trabajadores organizados no cambiarán el mundo, pero sí van a impulsar un modelo económico socialmente justo, paradigma de la inclusión social necesaria”, aseguró.

En la jornada, se dieron cita representantes del movimiento cooperativista de Colombia, México, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador y Chile. El encuentro se planteó como una herramienta para fortalecer la integración eficaz y lograr el emprendimiento en los diversos sectores que conforman la economía social y solidaria, ideología que emerge en Latinoamérica hace más de 40 años desde una postura que hace frente a las consecuencias de la desigualdad social, al actuar desde dimensiones del desarrollo tales como el aspecto económico, político, ambiental y cultural.

EXPOSICIONES

La ronda de exposiciones comenzó con Iván Solano Parra, presidente de Mesacoops de Colombia, quien señaló que este movimiento ha vivido momentos de crisis donde en algún periodo el cooperativismo acata la orden de lo que el Gobierno dice, pero hoy tienen leyes que los regulan, una específicamente para el sector cooperativo y la economía solidaria como el tercer sector de la economía de dicha nación.

Rafael Martínez Ponce, presidente de Alcona (México), explicó que en dicho país, otra gran economía, el cooperativismo surge como un movimiento gestado dentro de las mismas organizaciones, con base en la visión de integración total. Sin embargo, nace con una mala normativa como ocurre en el resto de Latinoamérica, y en respuesta a la política de la banca cuando ésta se alejó de la ciudadanía, de los más desprotegidos, quienes desarrollaron sus propios mecanismos de autoayuda; juntan sus dineros y esfuerzos, y desarrollan sistemas de ahorro y préstamos, que, sin querer, les llevaron a servicios de salud, educación y recreo, así una formación de organizaciones diferente al mero lucro como es el caso de los bancos. Esto, después de enfrentar la política, sector que cometía el error de no reconocer su rica experiencia, y, al no nacer de la política pública, no les permitió existir legalmente hasta el año 1991, en que como movimiento social ha tenido que luchar en tres vertientes: la resistencia civil, la defensa legal y el trabajo legislativo.

En el caso de Brasil, Paulo Langner, presidente de Cooperçu, expuso que allí, uno de los países más grandes del mundo, la organización es un instrumento legal que se construyó con el objetivo de trabajar con la ciudadanía, para que el Estado tenga prioridad en sus asuntos en las distintas regiones, y en tres áreas: proyectos ambientales, usos del agua y protección de especies. Donde, además, en núcleos de producción como la agricultura, cooperan con créditos, capacitación, formación, orientación en los procesos de industrialización y mercados.

El presidente de Fecrecoop (Chile), Guillermo Aqueveque, sostuvo que para las organizaciones chilenas, este encuentro es significativo para entender el fondo de los principios cooperativista, ya que «es un país que tiene buenos niveles de crecimientos, buenas cifras de desempleo y económicas, pero lidera a los países de la región que poseen mayor concentración económica. No obstante, los propios movimientos sociales se encargaron de mostrar al mundo un escenario donde existen fuerzas que apuestan por hacer crecer al sistema cooperativo y desconcentrar la riqueza», aclaró. Según indicó, se trata de una zaga de acciones y actividades que se vienen desarrollando en conjunto (trabajo, ahorro y crédito social, campesino y agua potable) y que se inicia con la defensa de lo cooperativo ante la propuesta gubernamental de introducir modificaciones a la actual Ley General de Cooperativas que se tramita en el Congreso.

Fabián Melo, presidente de la Asociación de Cooperativas Múltiples Solidaridad, de Quito (Ecuador), destacó que las cooperativas son un medio, una herramienta, pero que lo principal es el desarrollo de “comunidades del buen vivir” que rescaten las tradiciones indígenas del ayllu y de la minga. Agregó que es importante perfeccionar las metodologías de la ‘autogestión comunitaria’, y estar alertas ante los intentos de los Estados por cooptar a los líderes sociales.

El presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo de Argentina (Fecootra), José Orbaiceta, indicó que en su país las empresas de economía social representan el 10% del PIB, pero que aspiran a llegar al 30%, para lo cual llamó a unir fuerzas, a formar militantes del sector y disputar el poder para ser opción real. Afirmó que la comunicacional es la madre de las batallas, por lo que valoró la nueva ley de medios argentina y resaltó la creación de Coomunicar.

Daniel Rebolledo, presidente de Campocoop (Chile), llamó a los trabajadores temporeros a conformar cooperativas de trabajo para liberarse de los “enganchadores”, y a los campesinos a crear cooperativas para disminuir el poder de los intermediarios comerciales, que son los que perjudican a productores y consumidores.

El presidente de Agresap (Chile), José Miguel Rivera, se refirió al entrampamiento del proyecto de ley de servicios sanitarios rurales, y al desafío de evitar que su sector sea acorralado por las empresas privadas y las transnacionales.

María Angélica Muñoz, coordinadora de la Mesa Cooperativa (Chile) destacó el rol de las mujeres en la construcción de un sector económico solidario.

El ex alcalde de Maipú y actual candidato al Senado de Chile, Alberto Undurraga, expuso sobre la experiencia de la cooperativa de trabajo Prymave, que opera en las áreas verdes de la comuna donde él fue edil. Esta empresa fue creada hace cuatro años por iniciativa de los trabajadores que se vieron enfrentados a la externalización de sus servicios; ante la posibilidad de perder sus beneficios y pasar a ser subcontratados por una empresa privada, decidieron autoorganizarse y competir ellos mismos en la licitación de las áreas verdes de la comuna. Hoy es una de las tres cooperativas de trabajadores que existen en Maipú y ha logrado mejorar considerablemente la remuneración de sus socios.

Además, el ex dirigente estudiantil afirmó que el Estado debe actuar para desconcentrar la economía, y apoyar la formación de cooperativas de trabajo que realicen servicios para los organismos públicos, sobre todo en aquellas actividades que no requieren alta inversión en capital, como son los servicios de aseo, jardines, vigilancia y otros.

Sergio Casanova, tesorero de Conupia, expuso que en Chile existen 1.400.000 mipymes que representan el 50% del PGB, y que el modelo neoliberal impuesto en dictadura y perfeccionado durante la transición, ha generado una economía hiperconcentrada y que obliga a muchos pequeños a funcionar en la informalidad. Afirmó que su sector considera muy útil y funcional la formación de cooperativas entre las mipymes, pues les permitirán enfrentar de mejor manera sus desafíos.

El otro representante de la economía social argentina, Héctor Acosta, directivo de la Femucor, habló específicamente del sector mutual en dicho país, de sus servicios sociales que atienden desde el nacimiento de una persona hasta su fallecimiento, estando presentes en más de 100 servicios de tanta importancia como la salud, farmacias, vivienda, turismo, y ayuda económica. Específicamente en este último rubro, se explayó comentando el fenómeno de los últimos 30 años en el desarrollo de las entidades de clubes deportivos a través del manejo del crédito popular y el impacto a nivel social de las obras y proyectos que se generan, y los excedentes que producen.

Además, expusieron Eduardo Letelier, coordinador de Ecosol (Chile), quien presentó a la cooperativa Wall Mapu; Flavio Mozo, presidente de Ecosol (Perú), y Helio Marchioro, director ejecutivo de Fecovinho (Brasil).

Cerrando las exposiciones, Horacio Azócar, presidente de Fecot, afirmó que, al momento de pensar en la misión de las cooperativas, el llamado fue a no replicar lo que ocurre a Chile y otros países, es decir, no jugar en la cancha de los bancos, sino trabajar un presupuesto que cubra costos operativos, servicios y que fundamentalmente no debe descuidar a sus socios, partiendo por el compromisos de ahorro de ellos; reivindicar las asambleas, los grupos de autoayuda, las redes sociales, etc. Entenderse como movimientos, tal como el 132 de los estudiantes mexicanos o los estudiantes chilenos de 2011, quienes trascendieron a una manifestación ciudadana.

Al final del primer día, y en línea con la conmemoración del Día Mundial de la Mujer Trabajadora (8 de marzo) se procedió a entregar diplomas a destacadas integrantes del mundo cooperativista nacional.

Campocoop eligió a Margarita Cuellar Monarde; Agresap premió a Gloria Alvarado Jorquera; Fecot le entregó el galardón a María Filomena Araya Maldonado, y Fecrecoop le dio el diploma a María Teresa Sánchez, gerente de Cooperativa de Ahorro y Crédito Mujercoop. En tanto, los organizadores del encuentro dieron un reconocimiento a María Ximena Molina, de Sercotec; y un especial galardón a María Angélica Muñoz, gerenta de Fecrecoop y coordinadora de la Mesa Cooperativa.

SEGUNDA JORNADA

Durante el segundo día (23 de marzo), se desarrolló un taller de desarrollo organizacional y de construcción de las mesas cooperativas regionales. La actividad congregó a dirigentes de diferentes regiones del país y el objetivo era la formación de mesas en cada región de manera tal de lograr la visibilización del movimiento cooperativo, la representación ante las autoridades, la posibilidad de generar instancias de colaboración entre cooperativas, la incorporación de nuevos socios, la articulación con universidades e instituciones capacitadoras y la vinculación con otras organizaciones sociales. En esta reunión se dio el vamos para la formación de estas mesas, asignando responsabilidades entre los asistentes y se propuso hacer carta Gantt con las actividades que vienen, entre ellas un Congreso regional entre julio y agosto de 2013. Se pasó lista de región por región que estaban presentes (de Calama a Puerto Montt), para preparar congresos regionales según un calendario de fechas.

Se discutió sobre qué misión se esperaba construir con esas mesas: fortalecer los valores y principios cooperativos, para el desarrollo de la economía social y solidaria de nuestro país; lograr procesos de integración regionales y provinciales; generar congresos regionales que estuvieran compuestos de actividades artístico culturales, ferias, y que produjera los intercambios sociales y económicos esperados; establecer amplias alianzas con el mundo de la economía social y solidaria: sindicatos, mutuales, ONGs, comunidades, etc. En cuanto a la educación cooperativa: Estableciendo convenios con universidades (como Mondragón), que desarrollarán procesos de formación de cuadros cooperativos, y que trabajarán en temas técnicos, ingenieriles, de investigación.

La Mesa Nacional Cooperativa realizará con fecha 14 de noviembre de 2013 el “Segundo Congreso Nacional Cooperativo del Siglo XXI”.

Paralelamente, se realizó una sesión del Consejo de la Colacot, en donde se estableció el calendario para los encuentros de 2013. El Taller Internacional congregó a 25 personas representantes de ocho países; presidió Rafael Martínez de México, presidente de Colacot y Helio Marchioro de Brasil, como secretario de dicha organización.

El tema central de este Taller era trabajar en una propuesta de Reforma a la Ley de Cooperativas para luego presentarla al símil del Departamento de Cooperativas de cada país, con el objeto de que se tomen en consideración las necesidades que tiene este sector de la economía social y solidaria. Esta propuesta está presentada por Colacot y viene contenida en un libro y se divide en cuatro capítulos. En esta oportunidad se trabajó en dos frentes, en particular y en general; luego en la tarde se concluyó la línea a seguir y la planificación para el años 2013. Las primeras propuestas se entregarán en el Congreso que se realizará en mayo de la ciudad de México.

Por Cristian Sotomayor Demuth

El Ciudadano


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