El Foro por el Derecho a la Educación ha publicado el libro Una década de luchas y propuestas por el Derecho a la Educación, que identifica las principales críticas al sistema escolar y modelo educativo chileno, así como las distintas respuestas que la sociedad ha lanzado frente a los proyectos de reforma construidos en diferentes gobiernos.
El documento sintetiza las propuestas de movimiento social desde el 2006 en adelante a partir de una línea de tiempo que reúne estas iniciativas ubicadas en su respectivo contexto.
La publicación presenta documentos elaborados por distintas organizaciones sociales como la CONFECH, ACES, Federación de Estudiantes Mapuche, Congreso de los Pueblos, Mesa Social, ANDIME y otras. Además, recoge otras propuestas significativas por su densidad, como las del MUD, SUTE, Acción Docente, Coposur, Alto al SIMCE, la nueva FENAEDUP y muchos otros. Muchos de ellas estuvieron presentes el pasado martes en el acto de presentación del libro, que tuvo lugar en el Museo de la Educación Gabriela Mistral.
Leticia Figueroa, del Colectivo Acción Docente y de la Campaña a Dignificar la Carrera Docente, recalcó la necesidad de pensar una carrera orientada a formar docentes como sujetos constructores de justicia social y afirmó que no puede haber educación pública sin un nuevo sentido del trabajo dentro del aula.
También Mauricio Pino, de la Campaña Alto al SIMCE, problematizó sobre las dificultades de la escuela para pensar lo público desde el estrechamiento curricular que provoca esta prueba censal y desde el agobio de toda una comunidad.
Por su parte Dario Vázquez, secretario general del Colegio de Profesores y parte de la disidencia del magisterio, insistió en el logro para Chile que significa un involucramiento radical de jóvenes docentes en estas peleas y debates.
Arturo Pino, presidente de la recientemente creada Federación Nacional de Trabajadores de la Educación Pública, planteó que esta gran batalla por reconstruir lo público pasaba por la necesaria disputa desde afuera en las calles y desde adentro en el Estado con los trabajadores.
También intervino Germán Caniguante, de la Federación Mapuche de Estudiantes, el que compartió los avances en las reivindicaciones del estudiantado mapuche que pasó en los últimos años de una ampliación de las becas a la demanda por la educación propia. Destacó que la Universidad Mapuche sigue siendo una deuda del Estado chileno con una educación que reconozca la pluralidad del país.
Marta Matamala, presidenta Federación de Estudiantes USACH y una de las voceras de la CONFECH, puso en tensión la idea de lo público, por un lado desde la crisis del Estado para garantizar siquiera el bienestar dentro de las escuelas existentes.
Para cerrar las intervenciones Claudia Arévalo, actual vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, anunció el trabajo de la ACES junto a otros sectores para rehacer su propuesta educativa, profundizando en la idea de control comunitario y reafirmando la demanda por el acceso libre, gratuito y universal y sin lucro.
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