«El mall barón es un negocio para algunos y no para la ciudad»

Mientras millares de personas manifiestan y sufren de una represión desproporcionada en Puerto Aysén, hay que reanimar también la voz ciudadana en Valparaíso

«El mall barón es un negocio para algunos y no para la ciudad»

Autor: Leonel Retamal

Mientras millares de personas manifiestan y sufren de una represión desproporcionada en Puerto Aysén, hay que reanimar también la voz ciudadana en Valparaíso. Es el objetivo de una organización tal como la unión comunal de juntas de vecinos que intenta, con una multitud de proyectos, poner fin a la supremacía de los intereses empresariales en la gestión de la ciudad. Isaac Alterman, miembro de la unión comunal de juntas de vecinos, concedió para la radio una entrevista con el fin de hablarnos del proyecto mall Plaza Puerto Barón que sólo beneficiará a un pequeño grupo de personas sacando provecho del borde costero sin ningún escrúpulo.

La problemática de la construcción de un edificio tipo “mall” en Valparaíso se hizo escuchar en 2004. Este año, el contrato entre la empresa autónoma del Estado, EPV, que administra el puerto, y la empresa Mall Plaza llamó la atención de algunos organismos de defensa del poder ciudadano. Desde principios del siglo veinte es un lugar común afirmar que el límite extremo del puerto se encuentra al nivel del cerro Barón. Poco a poco, la empresa EPV, creada por ley en 1997 junto con diez otras empresas que administran los puertos de todo Chile, está vendiendo el puerto de Valparaíso con construcciones de edificios para oficinas y próximamente realizará este proyecto de centro comercial.

Los efectos negativos sobre el paisaje serán indiscutibles. El mall destruirá todo el borde costero, esconderá la vista al mar. Además de devastar la costa, el mall irá en contra de lo que la empresa Mall Plaza y sus defensores afirman: suprimirá empleos. Las tiendas del complejo comercial van a competir con los comerciantes de Valparaíso y eliminar el comercio local. Los nuevos empleos que podría generar el mall serán empleos precarios, con malas condiciones de trabajo como las que se pueden encontrar en tiendas como Falabella, Ripley etc. Como Isaac Alterman lo resumió, con este proyecto, “la economía se sigue concentrando en pocos manos”.

Aunque el mall va a cambiar considerablemente la estructura del borde costero, la concertación de los ciudadanos sobre la problemática es ausente. Es por eso que desde noviembre del año 2010, la unión comunal se enteró del proyecto, ya bien avanzado, e informa a los porteños sobre el engaño del contrato, la diferencia entre los discursos del alcalde y el negocio como tal con la empresa Mall Plaza.

Para Isaac Alterman, Valparaíso es una “cuna de corrupción”. Algunos organismos que deberían apoyar la participación ciudadana defienden al final el proyecto del mall a cambio de subsidios y apoyos de la empresa privada. La población debe ser realmente informada sobre las consecuencias de la implementación de estos planes urbanistas para que no haya más indiferencia sobre la desnaturalización de la ciudad por empresas que buscan siempre sus propios intereses. La unión comunal intenta generar una conciencia en las personas para que reclamen cambios organizando manifestaciones, difundiendo informaciones…

Pero, a pesar de todos los eventos creados, lo más probable en este momento es que el mall se construye. Si nadie se levanta en el futuro, proyectos del mismo tipo se edificarán de todas maneras, destruyendo poco a poco la identidad de la ciudad. Es por eso que Isaac Alterman piensa que los organismos ciudadanos deberían informar a una parte más larga de la población de Valparaíso, que no puede enterarse de estos planes de urbanismo.

Al final de la entrevista, Isaac Alterman propuso la solución de que la ciudad administre el puerto para que la ganancia de todo el sector se quede en las manos de la ciudad y no en las de empresarios ávidos de riquezas. Hay mucho más personas en contra de este proyecto pero es siempre una minoría de políticos y financieros que ganan. Según Isaac Alterman, la población tiene que salir de la indiferencia frente al porvenir del puerto y reanimar “el amor por la ciudad”.

Por Radio Placeres


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