En Pudahuel, Víctor Jara tiene su Plaza

En Pudahuel una pequeña Plaza lleva por nombre Víctor Jara

En Pudahuel, Víctor Jara tiene su Plaza

Autor: Leonel Retamal

En Pudahuel una pequeña Plaza lleva por nombre Víctor Jara. Emplazada en la Población Estrella de Chile, barrio obrero de la zona poniente de Santiago, este pequeño lugar ostenta el título de ser la primera plaza pública que lleva el nombre del cantor en el país.

 

EN LOS TECHOS DE BARRANCAS

Luego de empaparse profundamente de la realidad de Barrancas, en 1972, Víctor Jara publica su entrañable disco “La Población”. Ahí aparecen “La toma”, “Luchín”, “Herminda de la victoria” de la actual y vecina Cerro Navia, la calle San Pablo… historias de pobladores, de lucha y sacrificio. Cerca de allí, en avenida La Estrella de Pudahuel, dos décadas después el nombre de Víctor Jara volvería para quedarse.

En sus inicios, la actual Plaza era un terreno baldío donado al municipio para una futura cancha de futbolito. Luego, espacio para la sede de Cema Chile –quemada al calor de las protestas- para, a mediados de los ochenta, recibir los primeros árboles y asientos. Así, y al calor de la lucha contra la dictadura, la Plaza toma su nombre.

Sin embargo, el lugar figuraba como “sin nombre” en los registros municipales. Es así como surge la primera tarea, conseguir el reconocimiento oficial al nombre de la Plaza. De este modo, en 1993 y en el marco del II Festival de Todas las Artes Víctor Jara de Pudahuel, los en ese entonces dirigentes juveniles organizamos un acto de oficialización, además de una Jornada de Murales para hermosear el lugar. Luego las gestiones, convencer, aunar voluntades. Entre ellas, una que fue clave, la del concejal humanista quien, junto al respaldo de las organizaciones culturales, formaliza la solicitud al municipio. Refrendando esta voluntad, el Concejo municipal resuelve por unanimidad bautizar como “Víctor Jara” la Plaza de La Estrella. Acto seguido, celebrar con la comunidad. El 17 de Septiembre del año 1994, con la presencia del Alcalde de la comuna y cientos de vecinos, Pudahuel hacía justicia con este lugar validando el nombre que los pobladores le habían dado años atrás. Desde ese momento, la comuna cuenta con la primera plaza pública que lleva el nombre de Víctor Jara en el país, dando inicio a un proceso que se extiende hasta el día de hoy.

“Que cosa más linda es ser voluntario, construyendo parques para el vecindario”.

Víctor Jara

Tras la inauguración, la suerte de la Plaza otra vez se vio envuelta en una combinación compleja: la ausencia de preocupación de las autoridades y de actividad en el lugar. Así, vino el segundo y mayor esfuerzo, revitalizar la Plaza mediante el desarrollo de obras de remodelación, acompañado de un programa de actividades culturales. Es diciembre de 1999 y una docena de voluntarios dan inicio a las obras. Su hito principal, la construcción colectiva de un escenario escultura a cargo del escultor Lautaro Labbé: “en la estrella, la cultura popular surge desde la guitarra de Víctor Jara”, según sus palabras. El escenario será una guitarra abierta.

Cuando aún no hablábamos de gestión cultural, pero aprendíamos a gestionar gestionando, iniciamos la búsqueda del financiamiento y las acciones para viabilizar el proyecto. En eso, desde lejos llegan buenas noticias. Un nuevo gesto de amor, uno entre tantos durante el proceso. Marcel Gillander, escritor de Luxemburgo y amante de la obra de Víctor, dona los derechos de su novela “Atacama” a las obras de remodelación. Le siguen, una subvención especial de la Municipalidad de Pudahuel, el aporte de la Asociación Víctor Jara de Suecia y de las organizaciones del sector. La campaña del ladrillo, reciclaje de juegos infantiles, colecta de alimentos y materiales, permiten la participación de quien pueda y desee colaborar.

Con trabajo voluntario, se construyen jardines, nuevos asientos, un patio duro, se reemplazan los juegos infantiles, plantan árboles, instalan nuevas luminarias y basureros, entre otras labores. Durante este proceso destacados artistas como Patricio Bunster, Jorge González, Francisco Villa, Héctor Moraga, Richard Rojas, el conjunto de Danza Flamenca Palo Seco, la Compañía de danza Lluvia bajo la Luna, el conjunto Chañar, Cómplices, Sol y Lluvia, participaron de las actividades, junto a decenas de artistas locales.

Ubicada en Avenida La Estrella, entre Av. San Francisco y Av. San Daniel

LA NUEVA PLAZA

Luego de cuatro meses de trabajo, el 23 de abril del año 2000, se entregan las obras a la comunidad. La Plaza rebosante de gente y de color estrena su nueva cara. Tras el acto oficial, el concierto de celebración, donde más de cinco mil personas cantan y bailan en la calle.

Desde su remodelación en el año 2000, la Plaza ha podido acoger en mejores condiciones a los niños, vecinos y la propia actividad cultural. Jornadas muralistas, tizadas, videos, tertulias, festivales, actividades infantiles, las “jornadas culturales en la Plaza”, la celebración de los cumpleaños de Víctor, jornadas de aseo, entre muchas otras iniciativas, quedan como testimonio de un trabajo que valió la pena.

Y como en todo proceso de este tipo, ni las dificultades ni el conflicto estuvieron ausentes. El limitado presupuesto, la siempre compleja tarea de motivar la participación comunitaria, las diferencias, el factor político, se hicieron sentir. Pero sin duda, pudo más el compromiso, el amor por Víctor, la cultura y la comunidad, donde muchas manos y voluntades hicieron posible concretar este desafío.

Hoy, luego de 12 años de entregadas las obras de remodelación, quienes dieron vida a este proyecto se reunirán nuevamente, ahora con la tarea de sistematizar esta experiencia y devolverla a la comunidad, como testimonio y aprendizaje. Pero esa es otra historia que pronto verá la luz. Por ahora, la guitarra de Víctor, sigue en La Estrella, generosa, abierta a la creación y a su pueblo

Por Roberto Guerra

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