Si sometemos nuestra realidad a una reflexión crítica, llegaremos pronto a la conclusión que la escuela tiene demasiado parecido a una cárcel y que una sala de clases, más que un espacio de aprendizaje, es un lugar en el que absorbemos pasivamente las ideas que una persona nos entrega como una verdad inapelable, por más que la violencia se haya dejado atrás (la física, al menos, en teoría) y nuevas metodologías más participativas hayan sido incorporadas a la educación tradicional.
A algunos este diagnóstico los lleva a movilizarse. Hace 5 años, el Colectivo Tergiversarte, conformado por personas ligadas a la contracultura Hip Hop, decide impulsar diversos talleres que, más allá de entregar herramientas técnicas en áreas gráficas, corporales y musicales, buscan potenciar la creatividad, la conciencia y la crítica de lo establecido.
Trabajaron 4 años en el Centro Social Okupado y Biblioteca, Sacco y Vanzetti, realizando talleres de serigrafía, stencil, dj, producción de pistas musicales en los programas Cool Edit y Fruity Loops, Historia de Chile, Historia del Hip Hop y stop-motion. “En ese tiempo trabajamos la modalidad colectivo-taller –explica Habitual, cantante del grupo Candonga y miembro de Tergiversarte-. El colectivo genera las condiciones, planifica los talleres y las actividades de autogestión de recursos, para luego convocar abiertamente a los interesados. De quienes van a los talleres, el colectivo se nutre, y así surgen ideas para nuevos talleres”, explica.
A fines de 2009 se trasladaron al Centro Social Autónomo Cueto con Andes y en el presente año crearon las llamadas Escuelas Libres, evolución reflexiva de la modalidad anterior, surgida de la “comprensión de que el aprendizaje es un ejercicio que podemos desarrollar de manera autónoma, consciente, sin absolutismos ni jerarquización, y que, en la práctica de la horizontalidad, la crítica y la autonomía, promovemos una acción y un discurso que apunta a atacar las bases de la sociedad capitalista”, afirma el Colectivo.
Durante el presente año realizan los talleres “cosmovisiones alternativas y pedagogías críticas” y expresión corporal (ambos finalizados); permacultura (domingos al mediodía), audio digital y creación (jueves 19 horas), graffiti (sábado 15 hrs), break dance (martes y sábado 10 hrs) y creación literaria (martes 18 hrs).
Señalan que, en promedio, hay diez personas por taller -de todas las edades, ocupaciones y sectores de Santiago- pero la cantidad siempre es variable, ya que no hay una lista de asistencia ni se paga una inscripción ni se entrega un diploma, por lo que todo queda a conciencia de los participantes.
“Aquí los compromisos son personales. Si cobráramos, quizás la gente se preocuparía más de no faltar, porque estamos acostumbrados a consumir. Pero nosotros buscamos relacionarnos socialmente de manera distinta. Buscamos practicar formas antagónicas de comunicarnos y compartir. Frente a esa idea de lo “alternativo” nos planteamos como “antagónicos”, porque nos enfrentamos y reapropiamos de elementos que nos hacen más libres”, señala Habitual.
DESESCOLARIZARSE PARA APRENDER
Matías y Habitual coordinan el taller de creación literaria, que se realiza los martes en Cueto con Andes. Comentan que en él se dedican, además de lo práctico, a motivar reflexiones en torno al rol de la educación y la escuela en el capitalismo y que, si bien, tienen un puñado de contenidos a trabajar, finalmente, estos se van adaptando a las necesidades, procesos e inquietudes de todos los participantes.
“Somos críticos con la idea de ‘educar a otro’, por eso hablamos de libre intercambio de saberes. En el Colectivo hay distintas visiones sobre la educación y la pedagogía. Por eso, más allá de llamar educación popular o pedagogía libertaria a lo que hacemos, no nos encasillamos en un tipo de concepto, salvo el de autonomía. Hemos conocido la pedagogía libertaria, la desescolarización de Ivan Ilich, el Maestro ignorante (Ranciere), la educación indígena, de todo eso hemos aprendido e integrado lo que más nos parece”, explica Habitual.
Para Tully, participante de este taller, “lo enriquecedor, más que el resultado final, es el proceso que se da para llegar a ese resultado. Al final se llega a una conclusión que no es única, depende de cada uno, porque acá no se entrega una verdad”.
“Nadie nunca va a decir que educarse es malo, pero detrás de eso se esconden muchas cosas, que no se cuestionan, porque se cree que son naturales, pero nosotros acá lo hacemos”, continúa.
“La escuela como tal nace con el capitalismo, tiene una función ideológica, de adoctrinamiento para el trabajo y la disciplina, que es letal para el ser humano. Por eso creemos muy necesaria la idea de desescolarizarse”, remata Habitual.
El próximo viernes 3 de septiembre, desde las 5 de tarde, Tergiversarte realizará la Cuarta Feria de Hip Hop, en la que se mostrarán creaciones de las diversas ramas del Colectivo.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano