Líderes sindicales y políticos exigieron a la Unión Europea (UE) relegar a un segundo plano los duros recortes del gasto público y priorizar las políticas de apoyo al empleo y el crecimiento económico.Entre tanto en Chile y en el marco de la Celac se firmó un acuerdo para que españoles y chilenos puedan homologar sus estudios en ambos países de una forma más ágil y expedita.
En esos términos se expresaron varios dirigentes en la apertura de una conferencia de alto nivel organizada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) con motivo de su cuadragésimo aniversario, que versará sobre la dimensión social de la UE.
Al intervenir en el foro de un día, que reúne en Madrid a 85 centrales obreras del llamado Viejo Continente, el presidente de la CES, Ignacio Fernández Toxo, propuso un nuevo contrato social para el bloque de 27 países.
La idea de ese convenio es trasladar a los ciudadanos que existe una alternativa al «pensamiento único», explicó Toxo, tras opinar que Europa arrastra una carencia democrática y el sindicalismo debe ser capaz de definir un objetivo para salir de la crisis.
Una evidencia de la necesidad de ese contrato es que las naciones que han preservado su modelo social, los servicios básicos y políticas fiscales más potentes son las que mejor han soportado la actual debacle económica, subrayó.
El empleo debe ser la prioridad, insistió el también secretario general de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.), uno de las dos centrales mayoritarias de España junto a la Unión General de Trabajadores (UGT).
Luego de defender el impuesto a los bancos y la tasa a las transacciones financieras, Toxo consideró que, además de estabilidad presupuestaria, Europa requiere de un programa de choque, una suerte de «Plan Marshall, con suficiente financiación».
Respecto a la situación de este país ibérico, el líder de CC.OO. hizo un símil y señaló que España es campeona del mundo de balonmano, pero también lo es del paro, en referencia a los casi seis millones de desempleados, una de las tasas más altas de la región.
A su turno, el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, destacó que este encuentro en Madrid es una excelente oportunidad para hablar y debatir desde el sur sobre el futuro del proyecto europeo, aunque admitió la difícil tarea que supone defender la UE.
Para el dirigente existen tres realidades negativas en el bloque comunitario: el alto desempleo, el expolio de los derechos laborales y sociales y la impunidad y hegemonía de la ideología que lo ha provocado.
Según Méndez, Europa, de ser considerada como la región de la esperanza, pasó a ser la de la amenaza, como consecuencia de las drásticas medidas de ajuste implementadas por sus gobiernos de corte neoliberal.
En la misma vereda de las organizaciones sindicales se situó el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, quien calificó de vergonzoso y totalmente inaceptable que en países europeos, como España, la tasa de paro juvenil supere el 55 por ciento.
El argumento de que el recorte del gasto sirve para superar la crisis y crear confianza entre los inversores es claramente equivocado, enfatizó Schulz, luego de avisar que no habrá consolidación fiscal sin crecimiento sostenido y más empleo.
Prensa Latina/El Ciudadano
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