…Esquizofrénicos entre nosotros

…Esquizofrénicos entre nosotros

Autor: Director

 

 

esquizo

No resulta difícil caminar un par de cuadras y ver un sin número de rostros distintos, que no necesariamente son agradables a la vista. Lo que tampoco es fácil, es saber qué pasa por la cabeza de aquel ser humano que muchas veces se desplaza totalmente distraído o sólo está detenido, contemplando cuanta cosa se muestre ante sus ojos sin fondo alguno.


santa monica
Dentro de todas las personas que, sin querer, forman parte de nuestra rutina diaria –independientemente si las conocemos o no- se encuentran unos seres en particular que se diferencian del común de los ciudadanos por tener un llamativo y desaliñado aspecto: los esquizofrénicos.
Sí, tal como se lee. Aquellos que padecen la tan temida esquizofrenia. La que en cualquier momento se puede dar dentro de nuestro círculo familiar, amistoso, etc. pero al fin y al cabo envuelve y atrapa a personas de carne y hueso que están en pleno desarrollo de una vida en total equilibrio o normalidad, para lanzarlos hacia un lugar que sólo existe dentro de ellos.
“La esquizofrenia es un trastorno fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento. El sicótico no vive en este mundo (disociación entre la realidad y el suyo propio) ya que existe una negación de la realidad en forma inconsciente. No es consciente de su enfermedad.” Es así como ellos clínicamente son calificados.

Cerca de ti
No hay por qué temer. Varias personas –la gran mayoría– que han pasado a ser personajes dentro de la comuna, no representan un mayor peligro y al contrario de la creencia apoyada por las películas, la televisión y los libros, es más probable que quienes padecen esta enfermedad se recluyan en el aislamiento o pasen a ser “víctimas” de un crimen, en lugar de hacerse daño a ellos mismos o a otros. (Que ellos son violentos es sólo un mito. La violencia no es síntoma de la esquizofrenia y no es común en este tipo de personas. Episodios de violencia o agresión se dan sólo cuando el enfermo se siente acorralado).
En La Unión, estos personajes se encuentran cada vez más cercanos a la sociedad porque se pasean diariamente por las largas y deprimentes calles, al calor o a plena lluvia, conversando con quien sabe qué, pero dentro de un estado que para ellos es totalmente normal y embriagados de una notoria felicidad. Entre ellos está Guillermo – “Coca Cola” como se le suele llamar-, unionino que, por esas casualidades de la vida, estaba naciendo en pleno terremoto de 1960. Él desarrolló la enfermedad alrededor de los 18 años y, como muchos, sus síntomas fueron falta de sueño, prolongada sensación de tensión, mala concentración y aislamiento social. Sin ir más lejos, como muchos adultos normales (o tal vez no tan normales, si hablamos de potenciales viciosos) es adicto al tabaco y aunque esto es común, se debe a que las drogas y el alcohol permiten reducir los niveles de ansiedad y depresión provocados por la esquizofrenia.

Hacia dónde vamos???
Nadie tiene la vida comprada. Ni la propia ni la de los hijos. Es imposible seguir viviendo sin saber de qué podemos ser víctimas. La esquizofrenia se desarrolla por lo general en la adolescencia y juventud temprana y es poco frecuente que se desarrolle antes de los 10 años y después de los 50 años. Una simple o devastadora enfermedad lo puede arruinar todo, más aún una como ésta que se zambulle en los lugares más herméticos y ocultos del ser humano.
Hacia dónde vamos??? Hacia dónde caminamos si estamos locos??? … hacia adelante. El día a día no se detiene. La edad sigue rumbo a la vejez y a lo largo del trayecto hay piedras –como ésta– con las que tropezamos o sencillamente pateamos.
No manejan altas sumas de dinero, son víctimas de burlas y carcajadas que emanan de algún ignorante escaso de sonrisa, no conocen lo que es sentirse respetado, no les importa quien sea el próximo presidente del país (aunque algunos tienen derecho a sufragio), no les importa si el color de la camisa está acorde con el pantalón, no les interesa si la vecina engaña al marido, ni menos les preocupa la inflación, el IPC, el IVA, ni el precio de los combustibles, no están ni ahí con la diferencia entre Coca Cola y Pepsi…afortunadamente no les importa nada de esto, ellos están en su propio mundo, son esquizofrénicos, pero también son ciudadanos.

Catalina Osses
La Unión


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