La Comisión Europea no quiere dar marcha atrás con el tratado secreto TTIP, pero hoy Bruselas se ha vuelto a ver obligada a escuchar el mensaje contra el acuerdo comercial que negocia con EEUU. Las euromarchas han cerrado este sábado su agenda en la capital belga con una manifestación desde el mismo Parlamento Europeo hasta el Real Palacio de la Moneda, para lanzar una nueva advertencia a la Comisión: no quieren el TTIP, ni tampoco las políticas neoliberales que abandera el Ejecutivo comunitario.
Bajo el lema «No a la austeridad. No al TTIP», cerca de dos millares de ciudadanos europeos de distintos países han cortado el tráfico en varias de las calles más céntricas de Bruselas y las han llenado de pancartas, pegatinas contra el TTIP y consignas contra las políticas «antisociales» de las instituciones europeas, acompañados por el sonido de los tambores y con la Orquesta Solfónica del 15-M esperando para recibirles al final del trayecto.
El frío no acompañaba, tampoco la amenaza de lluvia, pero aseguran estar satisfechos. «Las euromarchas han ido muy bien, y si hay miles de personas, mejor», explica a PúblicoPedro Arrojo, coportavoz de esta iniciativa. Las euromarchas partieron desde los cuatro puntos cardinales del Viejo Continente hace unos días -más de dos semanas, en el caso de la columna española- y han aglutinado a cientos de colectivos distintos para clamar contra el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés), contra la pobreza y las políticas de austeridad, y contra la gestión de Bruselas de la situación por la que pasan cientos de miles de refugiados y migrantes que llaman a sus puertas y no encuentran más que el silencio.