Los comicios municipales del 26 de este mes en Chile serán la primera gran evaluación ciudadana al gobierno de Michelle Bachelet. Además, sus resultados repercutirán en la carrera presidencial de 2009, indican analistas políticos.
El último domingo del mes se elegirán 345 alcaldes y 2.146 concejales por un periodo de cuatro años. Los candidatos a ediles son 1.231 (1.015 hombres y 216 mujeres) y los postulantes a concejales 9.486 (7.057 hombres y 2.429 mujeres).
La gran pelea se dará entre los dos grandes bloques políticos del país: la centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia, en el gobierno nacional desde la recuperación de la democracia en 1990, y la derechista Alianza por Chile, que congrega a los partidos Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI).
La Concertación la conforman los partidos Socialista (PS), Demócrata Cristiano (DC), Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata (PRSD).
El portavoz del gobierno, Francisco Vidal, pronosticó en julio que la Concertación ganará por 4 a 0 al conglomerado opositor: en número de alcaldes y concejales elegidos y en porcentajes de votos en ambos cargos. Pero hay varios factores en juego.
Por primera vez desde 1990, el oficialismo se dividió en dos listas para competir en la elección de concejales: la «Concertación Democrática», integrada por la DC y el PS, y la «Concertación Progresista», conformada por el PPD y el PRSD. Esto podría significar una menor cantidad de concejales para la coalición en su conjunto, advierten los analistas.
Además, la Concertación hizo un «pacto por omisión» con el conglomerado de izquierda «Juntos Podemos Más», al que pertenece el Partido Comunista (PC).
Mientras el PC no llevará candidatos en 17 comunas, el oficialismo lo hizo en ocho. Al no competir por los votos, ambos bloques pretenden asegurar triunfos frente a la derecha.
También es una incógnita la adhesión que logrará el Partido Regionalista de los Independientes (PRI), que competirá a nivel nacional con varios ex militantes de la Concertación y un popular discurso «anticorrupción». El PRI formó el pacto «Por un Chile Limpio» con el nuevo Partido Ecologista.
El aumento de la abstención es otra de las posibilidades que barajan los especialistas.
Jorge Muñoz Neira, asistente social de 38 años y quien vota en la ciudad de Pichilemu, central región de O’Higgins, ha seguido «muy superficialmente» la campaña electoral de su comuna porque está «desencantado» de la política. Comentó a IPS que la mayoría de las personas que conoce votan por obligación, para que no las multen.
El politólogo Mauricio Morales, de la Universidad Diego Portales, comentó a IPS que, «si bien la Concertación ganará estas elecciones, probablemente la distancia con la Alianza disminuya, considerando como parámetro las municipales de 2004».
«Los expertos electorales tienden a pensar que ganará la Concertación, aunque bajará unos cinco puntos», coincidió la analista María de los Ángeles Fernández, cercana al oficialismo.
Ambos creen que estos comicios serán un «examen» para el gobierno de Bachelet. Además, «el desempeño de ambas coaliciones en las comunas más grandes y en las capitales regionales se presenta como un predictor más o menos robusto de lo que sucederá en las parlamentarias» de 2009, sostuvo Morales.
Según este politólogo, «los ejes de discusión» serán «los problemas que los chilenos identifican como prioritarios en las encuestas», como la seguridad ciudadana, el desempleo, la salud y la educación. Aunque también pesan los conflictos locales.
El diputado Gonzalo Uriarte, de la UDI, llamó a los votantes capitalinos a manifestarse en las urnas contra el nuevo sistema de transporte público, llamado Transantiago, que lleva un año y ocho meses funcionando con grandes dificultades, pese a que éste es responsabilidad del gobierno nacional y no de los alcaldes.
A medida que se acercan los comicios, el debate nacional se ha enfocado en la contienda presidencial de diciembre del año próximo.
Los comicios municipales del 26 de octubre serán la primera gran evaluación ciudadana
Examen crucial para Bachelet
En la alianza de derecha ya hay un candidato en carrera. Se trata del ex senador de RN y acaudalado empresario Sebastián Piñera, quien compitió con Bachelet en las pasadas elecciones.
Pero Piñera aún no logra el total respaldo de sus aliados de la UDI, partido que ve con recelo su condición de empresario, pese a que éste supera ampliamente en todos los sondeos de opinión a los posibles candidatos de la Concertación.
En el bloque oficialista el escenario es más incierto. La DC pretende que el próximo presidente sea de su partido, ya que los dos últimos han sido socialistas: Ricardo Lagos (2000-2006) y Bachelet, cuyo mandato finalizará el 11 de marzo de 2010.
Los postulantes de la DC son la actual presidenta del partido, la senadora Soledad Alvear, y el ex mandatario Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000).
En el PS se manejan dos opciones: el actual secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, quien ha dicho que se postularía a la presidencia de Chile sólo si el oficialismo lleva un solo abanderado, y Ricardo Lagos, quien el 5 de este mes aseguró que no será candidato, aunque aclaró que pecaría de soberbio si lo descarta totalmente.
Para los analistas, Lagos sólo aceptaría el reto si es «ungido» apoteósicamente por la Concertación, puesto que el mismo ha dicho que considera inapropiado que un ex jefe de Estado «compita» con otras figuras de su coalición. Hasta ahora las encuestas lo sitúan como la mejor carta del oficialismo.
El PS definirá a su candidato el 29 de noviembre en una convención y la DC en elecciones internas el 14 de diciembre. Ambas dirigencias firmaron el 9 de este mes una declaración en la que manifiestan su «voluntad» de llevar un solo postulante a la primera magistratura, pero aún no hay acuerdo sobre el mecanismo a utilizar.
«En general, los resultados de estas elecciones (municipales) merecen dos lecturas: para el gobierno supondrá un test a su gestión y para la Alianza será una muestra de la capacidad y del liderazgo de Piñera como abanderado de RN», sostuvo Fernández.
Según el último sondeo de la empresa Adimark, la ciudadanía evalúa separadamente a Bachelet de su gobierno: 42 por ciento de los consultados en septiembre aprobaron la gestión de la mandataria, mientras que los que la rechazan pasaron de 46,1 a 38,3 por ciento. En tanto, 59,1 por ciento de los entrevistados reprobaron el desempeño del Poder Ejecutivo en su conjunto.
Para Jacqueline Aguilera, votante de la capitalina comuna de Recoleta, las municipales no serán un escrutinio público para la presidenta Bachelet porque los electores votan «por las personas» y no necesariamente por sus partidos, según dijo a IPS.
En cambio, Pedro Rosales, un dibujante de 36 años que sufraga en la comuna de Estación Central, señaló a IPS que «sí será un examen» para la mandataria, porque las elecciones «muestran tendencias».
«Por lo que he escuchado, mucha gente de la Concertación, a la que no le gusta el actual gobierno, va a votar blanco o nulo o se va a cambiar a la derecha», dijo a IPS María Angélica Herrera, dueña de casa de 66 años, votante en la comuna de La Florida.
«En términos técnicos, (las municipales) no debieran ser elecciones con resultados extrapolables (a la presidencial), aunque sí debe reconocerse que su importancia estriba en un tema de ánimo, de sensibilidad ambiental, particularmente para la coalición de gobierno», concluyó la analista Fernández.
Daniela Estrada
IPS