Familias y estudiantes exigen fin del lucro y defienden la educación pública

A días de que Sebastián Piñera anunciara el Gran Acuerdo Nacional por la Educación (Gane), la ciudadanía salió a la calle para manifestar su insatisfacción con la oferta

Familias y estudiantes exigen fin del lucro y defienden la educación pública

Autor: Mauricio Becerra


A días de que Sebastián Piñera anunciara el Gran Acuerdo Nacional por la Educación (Gane), la ciudadanía salió a la calle para manifestar su insatisfacción con la oferta. Hoy, estudiantes y diversos sectores que se sumaron, alzaron la voz contra la nula disposición real al diálogo de parte del ministro Lavín, contra el sistema que prevalece en la Educación, reclamando la responsabilidad del Estado, e instalaron la necesidad de renacionalizar los recursos naturales y extender las demandas a la salud y otros ámbitos de suma importancia social.

Las cifras tal como sucede entre los discursos, tampoco calzan, los cálculos de convocantes hablan de 150 mil en Santiago y cerca de 240 mil en todo Chile, y las autoridades y Carabineros hablaron de 30 mil. Lo que sí se hace cada vez más visible, es que la demanda ciudadana crece, y parece comenzar a superar el sólo ámbito de la Educación.

Mientras la vocera de Gobierno, Ena Von Baer, declaraba estar ante un movimiento que “tiene menos fuerza”, centenares de abuelos, padres, madres y estudiantes desfilaban por la Alameda en medio de cánticos, comparsas musicales y carteles con todo tipo de mensajes. La creatividad de los manifestantes, cuando ya casi se alcanzan los dos meses de movilizaciones, estimula la imaginación de quienes observan la marcha desde lejos.

Todos y todas están invitados/as a unirse. Las grandes demandas de los estudiantes han alcanzado, con algunos obstáculos de los medios de comunicación y las autoridades, la sensibilidad de muchos que se creían fuera del problema. “Es muy difícil bajar los brazos en este momento”, aseguró la presidenta de la Fech, Camila Vallejo, reflexionando sobre los alcances de un movimiento estudiantil no visto en años.

A estas alturas, pese a la insatisfacción, cada vez más personas y grupos reconocen lo ganado. Tras meses de insistencia y numerosas manifestaciones, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, y el propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, se han visto obligados a dedicar su tiempo para lograr responder al persistente clamor de la ciudadanía chilena.

“El Gobierno tuvo que hacer una propuesta, también tuvo que reconocer que había una crisis en la Educación, cosa que a principio de año no se oía. Por el contrario, se decía que el sistema iba muy bien encaminado, que era exitoso”, asegura la dirigenta. Incluso, el día de hoy (jueves 14 de julio) por primera vez, Piñera reconoce ante las cámaras que el Gobierno ha cometido errores y que hay que enmendarlos.

Y no es sólo el Gobierno, tal como confirma una mujer que se une desde el frontis de la Biblioteca Nacional a los cánticos de los estudiantes. “La educación es un derecho y en este momento no se está cumpliendo eso básico que es darle la oportunidad a todos. Yo tengo hijos y lo que más me molesta es el lucro. Yo creo que eso debe terminar”, enfatiza Gladys Hurtado.

Coincide con ella, Susana Flores, kinesióloga de un consultorio en La Florida. ”Yo marcho como deudora de créditos, soy madre de un estudiante, y también como trabajadora, porque defendemos la salud pública”, confirmando que las demandas se deben hacer extensivas a otros ámbitos de la realidad nacional.

El ambiente festivo ha sido una de las tónicas de las últimas movilizaciones. Cristóbal Valenzuela es estudiante de la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem) y trompetista de la comparsa carnavalera Chin Chin Tirapié, que con sus trajes y música de bronces, cajas y bombos anima la manifestación.

“Como músicos aportamos a tomarnos la calle, a armar un carnaval en todo su esplendor y a animar a tanta gente que hoy sale a marchar”, explica.

Diversos gremios de trabajadores también se han sumado a la lucha del movimiento estudiantil. Empleados fiscales y del sector público, entre los que se cuentan funcionarios de la educación secundaria y universitaria, trabajadores del cobre, de la salud e independientes.

“La organización sindical del sector público está acá porque tenemos la convicción de que los estudiantes han removido la conciencia de este país con uno de los temas más trascendentales, que es la educación”, asegura Nury Benítez, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef).

Por su parte, Marcelo Rojas, dirigente del Sindicato de Trabajadores del Banco Santander indica que apoyan porque la demanda “nos cruza a todos como ciudadanos”.

Sobre el rol del sector financiero en la Educación explica que “es un puro negocio. Son créditos caros, que dan grandes utilidades a las empresas y que cuya paga es segura, ya que el Estado hace de aval. ¡Cómo no va a ser vergonzoso que el Estado, en vez de destinar esos recursos para educación gratuita, los destine a financiar a los bancos! En ese sentido, la propuesta del Gobierno no soluciona esto, sólo quiere legalizar el lucro y no va al fondo”, afirma.

Se suma la opinión de Gustavo Godoy, presidente de la Federación de Trabajadores de Coca Cola, quien asegura estar protestando porque “nuestros hijos también estudian, la educación sale súper cara y lo que nosotros ganamos es una miseria de plata”.

A su espalda, una inmensa bandera chilena pasa por las cabezas de la multitud. Entre todos la sostienen y cantan mirando hacia el Palacio de La Moneda. Un centenar de familias avanza hacia el acto que ya está comenzando en Plaza Los Héroes, unos 10 minutos antes de la 1 de la tarde, cuando tres lacrimógenas explotan ante los manifestantes. Todos corren de regreso, alzando los brazos en son de paz ante una fila de carabineros. En un instante, los rostros de la multitud se bañan de lágrimas y los limones pasan de mano en mano.

Las lacrimógenas cayeron indiscriminadamente en medio de la protesta, afectando a personas de todas las edades.

“EL ESTADO NO PUEDE SUBSIDIAR NUESTROS DERECHOS”

“Terminó el tiempo de las marchas, terminó el tiempo de las tomas, terminó el tiempo de la violencia”, enfatizó la ministra Ena Von Baer, a través de las pantallas de Canal 13. Sin embargo, muchas son las voces que se animan a expresar su desacuerdo después de haber escuchado al Presidente Piñera en cadena nacional.

“Hay que señalar que estas propuestas surgen sin diálogo, surgen a partir de un estilo que tiene este Gobierno de no escuchar, de no sentarse a dialogar con los actores principales. Lo más importante es discutir el lucro. El lucro en la Educación significa seguir fortaleciendo el modelo neoliberal que tanto daño le ha hecho a este país”, afirma la dirigenta de la Anef.

El reclamo es porque ahora pretenden legalizar el lucro, transparentarlo, en lugar de terminar con esa irregularidad, según los actores de la demanda.

“Falta principalmente que se pronuncien en contra del lucro. No puede ser que la ley diga algo y ellos quieran cambiarlo a conveniencia de ellos mismos”, dice Jaime Álvarez, estudiante de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad Diego Portales.

En Barcelona, España, también se efectuó una marcha en demanda por una educación pública de calidad para Chile

Uno de los muchos jóvenes que fueron disfrazados a la marcha comparte su experiencia al respecto. “Yo estaba estudiando, pero por plata dejé de estudiar y por lo mismo estoy en la calle. Estudiaba terapia ocupacional en el Instituto Profesional de Chile y no tenía cómo costearme los estudios, tuve problemas con los créditos, mi papá estaba cesante y no podía sacar plata de los bancos. No hay ayuda, ahora estoy endeudado, pagando todavía y por eso estamos acá, a ver si la cosa mejora”.

Algunos aluden a la posible solución: El cobre y su renacionalización, un tema que ya se ha instalado en el debate público como una alternativa al financiamiento de la educación pública.

“No podemos aguantar que el 80% de las producciones de cobre esté en manos de extranjeros y que Chile sólo saque un 37% de las utilidades respecto a las empresas. Yo estoy protestando porque la Educación y la Salud son un derecho, el Estado debería garantizarlos, no subsidiarlos”, aseguró Felipe Valenzuela, estudiante de Pedagogía en Música de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

Ante las declaraciones de la ministra Von Baer, respecto que el movimiento “tiene menos fuerza”, Quique Riveros, dirigente gremial de los profesores del Liceo de Adultos Alberto Galleguillos Jaque, de Pudahuel -que reúne a cerca de mil alumnos en dos jornadas y es uno de los pocos Liceos de Adultos que está en toma- señala que es “indudable que hay desgaste, son dos meses de movilizaciones, pero esto está siendo alimentado cada vez más por las otras fuerzas sociales que han hecho suya la demanda, que nació de los estudiantes, pero ha involucrado a otras organizaciones gremiales y sociales que hoy nos sumamos”, dice, asegurando que la educación de adultos “siempre ha sido el hermano más pobre de la educación”.

UN ACTO SIN FINAL

Toma del Liceo Aníbal Pinto por estudiantes mapuches en Temuco

En la capital, a medida que la gran marcha se acercaba a su destino -la Plaza de Los Héroes- se produjeron los primeros ataques de Carabineros contra estudiantes que intentaron continuar por la Alameda hacia el Poniente.

En un ambiente viciado de gases lacrimógenos –hace tiempo no se usaba tanto gas en el centro de Santiago-, carros lanza-aguas y lanza-gases, caballos y piquetes de Fuerzas Especiales, amplios sectores optaron por la autodefensa de una actividad a la que faltaba más de hora y media para su término oficial.

Ya el recorrido de la marcha había significado desencuentros entre los organizadores y la Intendencia. Aunque se autorizó desde la Universidad de Santiago, la marcha partió de todas formas desde Plaza Italia. Al mediodía de hoy, estos desencuentros exasperaban cruzadamente al alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, con el intendente Fernando Echeverría, respecto a las responsabilidades y la actuación de Carabineros.

Desde el escenario central, el diputado Hugo Gutiérrez arengó por más de media hora a los estudiantes para que no se amedrentaran por Carabineros y el acto continuara, asegurando que “nosotros decidiremos cuándo acaba”. Culpabilizó de la represión, en primer lugar, al Intendente, luego a Zalaquett y luego al prefecto de Santiago, José Ortega, y al jefe del dispositivo represivo, Víctor Tapia, calificándolos de “cobardes” y emplazándolos a dar explicaciones. Cabe decir que la represión no fue selectiva, llegando los caballos y sus jinetes provistos de fustas hasta metros del escenario.

El show se terminó media hora antes del fin autorizado de la actividad -14 horas-, dispersándose los manifestantes por las calles aledañas. Las miles de personas que presenciaron el final de la actividad se retiraron frustrados, pero convencidos que –lejos de cálculos cuantitativos- crece en Chile la conciencia que la solución integral de las demandas en diversos ámbitos choca con la propia esencia del sistema.

DESDE EL NORTE AL SUR

Los organizadores cifran en 200 mil las personas que salieron a protestar por una educación pública de calidad en todo el país.

Incluso hubo una marcha de apoyo en Barcelona, España.

En Arica un alegórico dragón hecho de globos sorprendió a los estudiantes, profesores y miembros de organizaciones sociales que participaron de la marcha que partió desde el Campus Sauchache hasta la plaza de la ciudad.

En Valparaíso más de 20 mil estudiantes caminaron por las calles con el apoyo de trabajadores portuarios, aduaneros y transportistas. “El Porteñazo”, como fue llamada la masiva movilización,  convocó a varios sectores sociales que se unieron a los estudiantes.

En calles aledañas a la Av. Pedro Montt hubo enfrentamientos protagonizados por carabineros y algunos manifestantes, y en horas de la tarde fue incendiado un auto.

En Concepción estudiantes de todas las universidades y miles de secundarios se sumaron a la manifestación, sumando 5 mil personas.

Marcha en Valparaíso

El presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios de Concepción (Fesec), Roberto Toledo, aseguró a Radio Bio Bio que “a pesar de que en Concepción está lloviendo, nuestros jóvenes, nuestros compañeros, los universitarios, los secundarios, los profesores, los trabajadores salieron igual a marchar y especialmente por parte de los secundarios se vio una euforia total, nuestros compañeros tienen la convicción que van a llegar hasta el final, de que quieren que el Gobierno dé respuestas concretas”.

Pese a la lluvia y el intenso frío el ánimo de los estudiantes, funcionarios y académicos que participaron en la protesta fue festivo.

Los tres estamentos de la Universidad del Bío-Bío adhirieron al Paro Nacional por la Recuperación de la Educación Pública y Estatal de Chile. Las columnas de marchantes salieron a las 11:00 horas desde los campus La Castilla y Fernando May, luego de haber compartido un desayuno de camaradería. En esta ocasión la tónica fue el colorido, los carros alegóricos y los paraguas.

En Temuco la convocatoria también logró reunir a cerca de 10 mil personas. Participaron alumnos de las

Camioneros que se unieron a la protesta de los estudiantes en Valparaíso

universidades de La Frontera y Católica de Temuco junto a académicos que soportaron la intensa lluvia y el frío.

También estuvieron los de la Federación Mapuche de Estudiantes, quienes se habían tomado el abandonado Liceo Aníbal Pinto, ubicado en el centro de la ciudad, en demanda por la creación de una Universidad Mapuche para poder desarrollar su cultura y revitalizar su lengua, el  mapudungún. En horas de la tarde fueron desalojados por la policía.

En Puerto Montt un millar de estudiantes y profesores llegaron hasta el acceso a la ciudad, el que se tomaron por algunas horas, cortando el tránsito lo que generó gran congestión. La manifestación contó con el apoyo de la CUT y la Anef regionales.

También  hubo marchas en Copiapó (foto), Coquimbo, La Serena y Punta Arenas.


Por Vanessa Vargas, Gustavo  Peralta y Cristóbal Cornejo
Fotografías: Ismael Muñoz – Freddy Sánchez – Zoqe


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano