La FAO y la Celac sellaron este martes en Chile el compromiso de implementar un plan de seguridad alimentaria que permita erradicar el hambre en América Latina y el Caribe. El Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025 fue aprobado en enero de este mismo años durante la III Cumbre presidencial de la Celac, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en Costa Rica.
La estrategia marcada en el plan fue diseñada por los países miembros de la Celac junto con la coordinación de la FAO -Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- y el soporte de la Asosciación Latinoamericana de Integración –Aladi– y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la Cepal.
El martes de esta semana, se reunieron en Chile representantes de la Celac, de Aladi, de la FAO y de la Cepal, para perfeccionar la estrategia de implantación del plan que tratará de erradicar el hambre en América Latina y el Caribe en los próximos diez años.
Raúl Benítez, representante regional de la FAO, reconoció que el objetivo de acabar con la desnutrición en América Latina y el Caribe es ambicioso pero posible: «Es una meta ambiciosa pero posible de alcanzar. Si continuamos trabajando a este ritmo, deberíamos poder llegar al 2025 con una región libre de hambre«, afirmó Benítez.
Daniel Ortega, coordinador adjunto de la Celac en Ecuador, afirmó durante la reunión celebrada este martes, el compromiso del gobierno ecuatoriano con el organismo y la consecución de sus objetivos. «Somos una región que está marcando un camino. Ahora es momento de llevar la voz de la región al debate global para enfrentar desafíos estructurales que condicionan nuestros procesos nacionales y regionales«, declaró Ortega.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, afirmó que para combatir la desnutrición y la pobreza se requiere «un cambio de paradigma en los modos de producción y consumo». «En la Cepal hemos afirmado que el horizonte de nuestras políticas debe estar orientado a la igualdad, con titularidad de derechos, y sin duda la seguridad alimentaria es un derecho y así es como debemos verlo«, defendió Bárcena.
Uno de los primeros pasos del plan es la elaboración de políticas públicas a nivel regional y nacional que tengan como objetivo asegurar la seguridad alimentaria de la población. Los otros pilares del plan se basan en asegurar el acceso sostenible a alimentos nutritivos, combatir la obesidad y garantizar el bien nutricional de todos los grupos poblacionales. El último paso del Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025 requiere la garantía de estabilidad en la producción de alimentos y la atención oportuna ante desastres humanos o naturales.
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