Falta poco más de una semana para que se realicen las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) y, en medio de la efervescencia social más grande desde la vuelta a la democracia, esta votación se vuelve relevante para la proyección del movimiento estudiantil.
Este año van nueve listas por la mesa directiva de la Fech y entre las cinco opciones de izquierda está Luchar coordinadora de diferentes organizaciones políticas como lo son el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL); el colectivo Praxis, cercano al partido Igualdad, algunos colectivos independientes, y Auka-Mapu, quienes tienen como consigna construir una universidad popular.
Esta lista está conformada por José Reyes, de Artes; Eduardo Flores, de Campus Sur; Valentina Olivares de Ciencias Sociales; Gael Yeomans, de Derecho; y Felipe Ramírez, estudiante de 5º año de Periodismo, quien fue presidente del Centro de Estudiantes de la Comunicación (Ceco), y que hoy postula al mismo cargo, pero en la Fech.
Ramírez, del FEL, manifestó que el rol de la presidencia de la Fech es un cargo “fundamental para los procesos políticos y sociales que van a desarrollarse de aquí en adelante. Podemos tener influencia y acompañar los procesos de reconfiguración del mundo popular. No es sólo un cargo interno, como lo ven los chicos de La Chile para Todos –lista gremialista-“.
-¿En qué se diferencia tu lista al resto de las otras de izquierda?
-Más allá de la Federación apostamos a una construcción social de un proyecto educativo, donde incorporamos a los sectores sociales que no están en la Universidad para construir una diferente. Somos la única lista que ha apostado a este trabajo en años anteriores.
Si bien las Juventudes Comunistas apostaron durante la movilización a trabajar directamente con la burocracia de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) y dirigentes sindicales, nosotros apostamos a trabajar con gente de base como el Sindicato Autónomo de Jumbo y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (Sintec), por ejemplo.
Trabajamos en construir espacios de discusión con esos grupos, el Congreso Social por un Proyecto Educativo es un ejemplo.
-Este año vemos nueve listas por la Presidencia de la Fech ¿Es una señal de que está quebrado el movimiento si todas apuestan por un mejoramiento en la educación?
-Yo creo que es lo contrario. El movimiento ha permitido que se expresen las diferencias y distintas visiones que siempre estuvieron ahí, pero que antes no se habían expresado. Aquí hay listas bastante parecidas entre sí que sus diferencias se deberán a problemas más internos, y hay otras listas que representas estrategias distintas para el movimiento.
Al final, lo más sano es que estas diferencias se expresen ahora, en este tipo de instancias y no en otra, quebrando el movimiento.
-¿Con quién formarías alianza y con quién no?
-Nuestra política de alianza hoy es Luchar. Es su puesta de congruencia con colectivos y organizaciones independientes cercanas a las propuestas de la lista.
Con otros sectores los acercamientos se darán a medida que las cosas se vayan dando. No somos sectarios, no tenemos problemas en conversar con quien haya que hacerlo, ya sea la Jota, con los autónomos, incluso con el LAC (Las Armas de la Crítica) aunque probablemente ellos tengan más problemas con nosotros que nosotros con ellos.
-LAC publicó un artículo donde los tilda como «nueva centro izquierda popular», y que en la práctica siguen el discurso de la Jota, ¿Qué dices al respecto?
-Nosotros ni siquiera contestamos; ese artículo está plagado de inexactitudes, de extrapolación de situaciones y de un negarse a comprender cuáles han sido nuestros énfasis estratégicos y posiciones a lo largo de la movilización.
Creemos que tenemos una diferencia fundamental con el resto de la izquierda, no solamente con la Jota. La política desde la izquierda no se basa en atacar y criticar las funciones de tal o cual organización, sino de plantear en la práctica una opción distinta, no estamos representando sólo al FEL, sino que, como plataforma Luchar, en la Chile, la opción de construir un proyecto educativo y un movimiento social fuerte.
Panfletos como los que sacó el LAC, gran importancia no tienen. La unidad con otros sectores no es un panfleto ni una consigna, es algo que cumplimos y eso ha quedado demostrado en que el Sindicato Autónomo de Jumbo haya sacado una declaración apoyando nuestra candidatura y que pronto nos comiencen a llegar videos de apoyo de las distintas organizaciones sociales que han trabajado con nosotros a lo largo del año. Eso no lo puede hacer ningún otro sector, probablemente el Partido Comunista, pero desde la burocracia y desde los dirigentes que ellos tienen.
«CAMILA SE DESEMPEÑÓ MÁS COMO VOCERA DE LA CONFECH QUE COMO PRESIDENTA DE LA FECH»
-Al hablar de bases y viendo la falta de representatividad que estudiantes sentían por la ex presidenta de la Fech, ¿No es hora de que se baje el poder al o la Presidente y se crea una mesa directiva horizontal?
-Tenemos una crítica a la estructura de la Fech y es el alto peso de la mesa de Federación en general, no sólo la Presidencia. A la hora de tomar decisiones en el pleno, proponemos bajar un poco los porcentajes de peso que tiene la mesa directiva y subírselo a los centros de estudiantes. Creemos necesario la realización de un Congreso Fech, en el cual debemos revisar la estructura y los canales de información.
-¿Cómo piensas que fue la presidencia de Camila Vallejo?
-A modo personal, creo que pasó por momentos. A lo largo de su trabajo, escuchó bastante a los centros de estudiantes y las discusiones que se hicieron en las distintas asambleas. Pero hubo errores, claramente, y nosotros tenemos críticas políticas que hacerle no sólo a Camila, sino que al conjunto de mesa de Federación.
Nos opusimos al tema del plebiscito como una demanda del movimiento estudiantil, no porque estuviéramos en desacuerdo con la petición como un mecanismo democrático, sino porque creíamos que el movimiento no tenía que gastar sus fuerzas en una exigencia que no iba a conseguir, en la medida que necesitaba altos quórum parlamentarios, sino que enfocarse en la movilización social.
La Camila se desempeñó más como vocera de la Confech que como presidenta de la Fech y ahí se generaron tensiones. Hablaba de la Confech y no parecía defendiendo la posición de la Federación que llegaba al pleno.
Otra crítica a la mesa en general es la estructura de la Federación, es importante realizar un congreso donde podamos discutirlo entre todos de aquí para delante.
“ESTE AÑO NOS DEMOSTRÓ QUE EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL POR SÍ SÓLO NO TIENE FUERZA PARA GANAR LAS DEMANDAS”
-En su discurso se ve una gran intención de unir fuerzas con los trabajadores, ¿Cómo sería la implementación de este sector a la política universitaria?
-A lo largo de los últimos años se han desarrollado una serie de trabajos e iniciativas en distintas facultades de la universidad que han tratado de incorporar o establecer relaciones estables con otras organizaciones sociales. Está la experiencia de la Clínica de Arquitectura y Urbanismo con comités de allegados para la situación habitacional autogestionada; la Escuela de Comunicación del Icei (Instituto de la Comunicación e Imagen) –en donde están las carreras de Cine y Periodismo- que trabaja con pobladores, sindicatos y los mismos estudiantes para generar medios alternativos; entre otros casos.
Nosotros tratamos de que la Federación se encargue de sistematizar este tipo de propuestas a lo largo de la Universidad para que no sean políticas aisladas de facultades si no de la Federación. Al mismo tiempo proyectar la discusión educativa.
-¿Esta propuesta por integrar otros sectores no podría descuidar el trabajo interno en la Universidad?
-No, creo que lo complementaría. Un proyecto educativo en conjunto con otros sectores sociales le da un respaldo a las propuestas del movimiento estudiantil, entrega insumos para enriquecer discusiones de la Confech y darle mayor fuerza social a las demandas.
Este año nos demostró que el movimiento estudiantil por sí sólo no tiene fuerza para ganar las demandas, sino que hay que sumar al movimiento social en su conjunto para que se haga parte de esta lucha.
Durante este año pudimos ver pequeños niveles de unidad con sindicatos y pobladores en asambleas territoriales y con los sindicatos que apoyaron las jornadas de protesta. Esa unidad debe ser profundizada en la discusión política, en la generación de espacios para discutir respecto a educación, pero en instancias educativas que sean para ambos lados.
Si bien los estudiantes universitarios tienen mucho que enseñarle al resto de la sociedad, el mundo popular tiene mucho que enseñarle a los estudiantes. Cuando salgamos a trabajar tenemos que estar conscientes, saber nuestros derechos laborales o cómo hacer un sindicato, por ejemplo, pero eso no se aprende en un libro.
“EL MOVIMIENTO NO ES SINÓNIMO DE MANIFESTACIÓN CALLEJERA”
-Con casi siete meses de movilizaciones y cercanos a finalizar el año ¿Cómo se puede seguir sosteniendo el Movimiento en meses de poca convocatoria (verano)? ¿Cuál sería la alternativa para mantener visible la lucha por la educación de aquí en adelante?
-El movimiento entró a una fase distinta, probablemente, y ya lo estamos viendo; las convocatorias no serán tan masivas como fue a principio del año y eso es natural luego de siete meses de protesta. Pero hay que entender que movimiento no es sinónimo de manifestación callejera.
La proyección va en esos espacios donde confluimos con otros sectores, lo cual nos permitirá recuperar fuerzas y así el próximo año no seamos solamente los estudiantes sino que el movimiento social en su conjunto.
Para nosotros, el movimiento tiene que volver a las discusiones fundamentales: Aportes basales, la desmunicipalización sin privatización, el rol del Estado en la educación técnica (superior y secundaria), la derogación de los decretos de ley que no permiten la organización estudiantil y el co gobierno en las distintas instituciones educacionales. Son algunos temas que tenemos que recuperar, discutir y darle una proyección en estos meses.
Eso sí, hay que mantener ciertos hitos porque se vienen discusiones importantes, como por ejemplo en enero está programado la discusión en torno a la ley de universidades estatales. Si hay que movilizarse en la calle, habrá que hacerlo.
Lo fundamental es el movimiento estudiantil y las organizaciones sociales; allí está la fuerza que va a permitir vencer. Hay que profundizar este camino: La unidad, la discusión política, la elaboración de un proyecto educativo. Aquí la Federación tiene un papel fundamental y creemos que somos la lista que mejor puede hacer ese trabajo porque hemos realizado labores todo el año. Esa es la propuesta y la invitación también, más allá de la Federación.
Por Estefani Carrasco Rivera
Foto Facebook Luchar
El Ciudadano