Los derrames de CODELCO en la provincia de Aconcagua se han vuelto tan habituales que los vecinos ya saben cómo operar en estos casos: Hay que hacer la denuncia en la BRIDEMA, esperar que se constituya en el lugar y que haga las muestras de rigor, para luego exigir que se publiquen los resultados. Esto que debieran hacerlo los organismos públicos encargados de la fiscalización de los proyectos mineros, no lo hacen, es por ello que nos corresponde a nosotros, las y los vecinos, tomar cartas en el asunto.
El reciente viernes toda la zona de las Vizcachas, el río y su lecho estaban cubiertos por una capa de unos 20 cm de espesor de un material viscoso de color anaranjado, sin la presencia de algas o de otros indicadores de vida en el lecho. Río arriba, hacia donde confluyen los tributarios del río, se pudo ver al Río Blanco bajando completamente blanco, con un material que cubría las rocas y el lecho y que despedía un olor irritante y muy intenso. La Brigada de Delitos Contra Medio Ambiente, tomó varias muestras en diferentes lugares de esa zona del Río Blanco, cuyas aguas son las que tienen relación con el proyecto Andina de CODELCO.
Con todos estos antecedentes AGE se comunicó el sábado a la Gobernadora de Los Andes, relatando lo acontecido y pidiendo expresamente que desde el poder ejecutivo local se tomaran todas las medidas pertinentes para garantizar la salud de la población, los cultivos y los ecosistemas, y a la vez, para que se inicien los procesos sancionatorios que castiguen con severidad a quienes resulten responsables de este nuevo delito en el río Blanco. La situación de contaminación se mantiene idéntica, nadie ha limpiado el lugar, nadie ha dado orientaciones para alertar o tranquilizar a la población, según corresponda.
Como AGE nos declaramos en estado de alerta, y reiteramos que la única manera de que estos derrames dejen de producirse en nuestro territorio es que activemos nuestras redes, defendamos el Valle que amamos y nos vio nacer y tomemos el rol protagónico que nos cabe para vivir la vida que queremos vivir y no la que nos quieren imponer.