En el marco de las celebraciones del día internacional de la Paz y por acuerdo del Consejo Metropolitano asesor integrado por sociedad civil y representantes de gobierno, se realizó una bandera humana de la Paz frente a La Moneda esta primavera del año 2008.
El acto consistió en la escrituración de deseos de paz que se colgaron en estructuras especialmente habilitadas al efecto. El acto sicomágico consistió en elevar al cielo dichos deseos con cuencos de cuarzo y música que acompañaron a los asistentes a la sanación de la Plaza de la Constitución. La búsqueda de la disolución de todos los conflictos a través de un compromiso simbólico, de reiki al cielo, es señal de la victoria y del sentido que adquieren todos nuestros sacrificios por destruir la ignorancia de este mundo. Los asistentes fueron convocados a afirmarnos en el propósito de aprender a relacionarnos de un modo solidario, fraterno y amoroso.
Apoyaron la actividad patrocinada por la Unesco, la D.O.S y la Asociación de ONG’s, un sinnúmero de dirigentes de organizaciones y movimientos sociales y entre las repercusiones de la actividad se encuentra el anuncio de diversas otras banderas que pretenden iluminar esta bioregión.
Juan Pablo Lazo, Secretario Ejecutivo del Consejo y que trabaja en el Departamento de Fortalecimiento de la Sociedad Civil de la División de Organizaciones Sociales anuncia que «el acuerdo indica que ahora toca definir la ruta a la paz». Además, indicó: «Este acto acumula muchos símbolos. La bandera humana realizada corresponde a una bandera oficial del Estado de Chile, firmada el año 1935 y que establece la protección de monumentos culturales en tiempos de guerra y de paz.» El mentor de la bandera es Nicolás Roerich y por ello se le conoce como el Pacto Roerich. El significado es el de indicar que la esfera interior que va arriba representa la unión de todas las religiones. Que la esfera espiritual esté arriba significa a su vez que existen jerarquías en la armonía de la Naturaleza. Las otras dos esferas, la unión de todas las ciencias y de todas las artes. Todo ello las espiritualidades, las artes y las ciencias conforman el gran círculo de la cultura y donde hay paz hay cultura, donde hay cultura hay paz. Es un símbolo de protección ante las catástrofes y los colapsos que un sistema de relaciones inviable supone.
Óscar Gálvez, activista porteño que se ha especializado en la realización de estas banderas de la Paz señaló que esta es la más grande e impactante que haya hecho en su vida. Relató además que la ha realizado en Alicahue junto a la Caravana Ahimsa por la Tierra, en Valparaíso, en el encuentro intergaláctico zapatista, en Chiapas, en el Congreso Mundial de Jóvenes realizado en Montréal y en el Foro Social Chile.
En la memoria colectiva lo único que el pueblo ha aprendido es a confiar en sus propios corazones. Es tiempo de unirnos y de adquirir conciencia que sabemos que vamos a acabar con las guerras, que sabemos que estamos construyendo el mito del mañana y por lo tanto, de asumir un personaje protagónico. Somos libres de escoger.