A este ‘zoológico humano’ acudía un público variopinto, esencialmente europeos, con el fin de ver con sus propios ojos a personas de otras razas y etnias en un entorno que imitaba el hábitat del que procedían, recreando su cultura, arquitectura y hasta los productos que importaban.
Se construyeron un total de seis pueblos diferentes, uno por cada rincón del imperio colonial francés de la época, representando a Madagascar, Indochina, Sudán, Congo, Túnez y Marruecos.
Se calcula que más de un millón de curiosos lo visitaron en el intervalo de tiempo comprendido entre mayo y octubre del año 1907, momento de su cierre.
Actualmente, esta práctica es considerada por muchos como una mancha en la historia de Francia, pese al auge de este tipo de ‘zoológicos humanos’ en otros países durante los siglos XIX y XX. Hoy en día solo quedan los restos abandonados y en descomposición de lo que un día fueron construcciones que albergaban pequeños poblados coloniales a fin de entretener a los visitantes.
No obstante, en 2006 las puertas de este recinto fueron abiertas de nuevo.
VIA RT