Más de un mes y medio de debates, asambleas, protestas y marchas acumula el movimiento de los indignados franceses, Nuit Debout (Noche en pie). En este tiempo, los manifestantes han conseguido convertir la plaza de la República de París en el epicentro que canaliza el descontento social de la sociedad francesa. Un malestar que empezó expresándose el pasado 31 de marzo en contra de la Reforma Laboral del presidente Françoise Hollande, quien -en algún momento- fuer considerado la esperanza de la socialdemocracia europea.
La protesta del 31M terminó con la convocatoria a pasar la noche en vela en las plazas de París y constituyó una de las maneras de preparar el paro general previsto para el primer día del mes.
Los franceses llevaban meses viendo cómo su Gobierno teóricamente socialista, hacía caso omiso de su programa electoral para aplicar políticas que profundizaban la precariedad laboral y deterioraban el Estado del bienestar de los ciudadanos.
La Reforma que el Ejecutivo impulsa, aprobada a golpe de decretazo, es decir, sin pasar por los votos de la Asamblea Nacional, pretende suprimir el límite de 35 horas de trabajo semanales, facilita los despidos por razones económicas -como descenso de pedidos o deterioro de cifra de negocios-, y reduce las indemnizaciones para despedir a trabajadores, entre otras medidas.
Et toc #NuitDebout pic.twitter.com/qr5XNVEHt3
— Nuit Debout Paris (@nuitdeboutparis) 19 de mayo de 2016
Toujours mobilisé-e-s contre la loi travail et son monde !#manif19mai pic.twitter.com/sEBbvXDcAV
— Nuit Debout Paris (@nuitdeboutparis) 19 de mayo de 2016
Al rechazo de esta legislación, se suma la pérdida de legitimidad de la clase política, considerada cada vez más autoritaria, especialmente con las medidas aplicadas por el primer ministro Manuel Valls, quien mantiene un estado de emergencia desde hace más de siete meses, tras los atentados de noviembre en París.
La movilización ha resistido desalojos, los ataques de las grandes corporaciones mediáticas y una durísima represión policial perpetrada por las fuerzas policiales en cada una de las marchas llevadas a cabo por el movimiento.
Rappel: l’@ONU_fr s’inquiète des #ViolencesPolicieres commises en France! @Reporterre https://t.co/D8fMeauNyO pic.twitter.com/yqhJA3aJ6H
— Nuit Debout (@nuitdebout) 18 de mayo de 2016
El fin de la socialdemocracia francesa
Una de las voces más escuchadas por el movimiento es la del economista, sociólogo y filósofo Frédéric Lordon que, con su oratoria y planteamientos políticos, logró construir un discurso que traspasa la oposición a la Reforma Laboral del Ejecutivo.
En una de las pocas entrevistas que ha concedido publicada en el medio catalán Sentit Crític, Lordon aseguró que la nueva legislación en materia de trabajo representa «la liquidación histórica de la socialdemocracia francesa» y que «ha sido necesario que esta socialdemocracia virara hacia la derecha como ningún otro Gobierno ha hecho para llegar a su liquidación». Para él, «la Reforma Laboral demuestra que el Partido Socialista perdió completamente el contacto con el estado real de la sociedad francesa».
Sobre el movimiento en sí, asegura que «no habrá transformación política suficientemente ancha sin el movimiento popular de masas», el cual -dice- tiene que pasar «necesariamente» por un paro general con la participación de las organizaciones sindicales.
Lordon sostiene que es «de gran importancia estratégica agrupar las facciones de la izquierda, separadas habitualmente por barreras sociológicas invisibles, como el caso de la izquierda militante del centro de las ciudades y la de las clases obreras sindicalizadas». «El neoliberalismo maltrata ciegamente y uniformemente, hasta a su propia base social a priori, es decir, los estudiantes. Esto facilita todos los ingredientes para la confluencia de las clases sociales que su heterogeneidad mantenía, hasta hoy, alejadas», explica.
Solidaridad mundial… también en Chile
La reivindicación ha recibido la solidaridad de muchos otros movimientos que en su día ocuparon las plazas de todo el mundo. Hasta 300 plazas de 28 países diferentes mostraron su apoyo a los franceses durante la efeméride del 15M español celebrada el pasado domingo. Berlín, Río de Janeiro, Londres, Madrid, Edimburgo, Helsinki, Barcelona, Roma, Casablanca, Oslo, Nueva York, Bruselas y también Santiago.
Precisamente en Chile, la convocatoria se hizo en la Plaza de la Constitución y abordó temas como el proceso constituyente, la apatía ciudadana, el tema mapuche, la situación de Chiloé, el TPP [Tratado TransPacífico] y la corrupción, entre muchos otros.
La convocatoria de este domingo 15 de mayo le sirvió Nuit Debout para retomar aire y cargar pilas para seguir la lucha en las calles de las principales ciudades del país. Así quedó demostrado este jueves en una nueva jornada de marchas y huelgas que terminó con unos 70 vuelos cancelados por la adhesión de la Dirección General de Aviación Civil a la protesta.
Meritxell Freixas