Francia: Sindicatos retoman la batalla contra la reforma laboral

Con el fin del verano, regresa la protesta contra la controvertida reforma laboral del gobierno socialista de François Hollande en Francia.

Este jueves se convocó una nueva jornada de protestas en todo el país, se estima que unas 110 y un llamamiento a la huelga en parte del sector público (Correos y transportes) y privado (con paros de Air France, los controladores aéreos o los trabajadores del sector audivisual).

Ésta es la decimocuarta movilización registrada desde el mes de marzo. La última se realizó el 5 de julio y logró congregar, según los sindicatos, a 45.000 personas en París y 100.000 en toda Francia (unas 7.000 en la capital y 30.000 en todo el país, según las autoridades). Sin embargo, en el punto álgido de las movilizaciones el 31 de marzo, las cifras alcanzaron los 1,2 millones de manifestantes, según los sindicatos, y 224.000, según la policía.

Desde entonces la principal diferencia es que hoy la ley ya ha sido aprobada. Tras algunas modificaciones que rebajaron el durísimo tono inicial y varios debates en la Asamblea Nacional, el 21 de julio fue adoptada por el gobierno y el 9 de agosto, publicada en el boletín oficial de Estado.

Los desafíos en esta nueva jornada para los sindicatos son aumentar la participación en las protestas y evitar la violencia que ha desarrollado en casi todas las movilizaciones, dejando numerosos heridos entre los manifestantes y la policía.

El primer ministro socialista, Manuel Valls, ha sido el abanderado de la reforma ante una sociedad civil mayoritariamente opuesta, unos sindicatos en pie de guerra, un parlamento dividido y una parte del propio partido socialista en contra. Fue también él quien pasó por encima del Parlamento y aprobó tres veces por decreto la iniciativa, en una demostración del poco apoyo político que ha tenido la propuesta.

El texto final prevé, entre otros cambios, priorizar los convenios de empresa sobre los acuerdos sectoriales, ampliar la  semana laboral de 35 horas hasta las 48 e incluso 60 horas semanales, reducir el pago de las horas extras y relajar las condiciones de despido por motivos económicos.

La lucha sindical ante la justicia

Ahora que la ley ha sido aprobada, los sindicatos advirtieron que luego de esta nueva ocupación de las calles, la lucha continuará en el terreno jurídico y dentro de las empresas. Philippe Martínez, el secretario general la Confederación General del Trabajo (CGT), señaló que los sindicatos tienen que «desplegarse en las empresas y luchar para que (la ley) no entre».

Las centrales sindicales, especialmente la CGT y Fuerza Obrera (FO), contemplan recurrir al Consejo Constitucional con cuestiones como la ampliación de la semana laboral y el despido por motivos económicos, que no fueron examinados por ese organismo en agosto. También recurrirán al Tribunal de Justicia Europeo, y por último, a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al considerar que el Gobierno no les consultó antes de redactar la ley, tal y como prevé la convención de la ONU.