El senador Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafíos del Futuro, señaló que la difícil situación que vive la Isla de Chiloé producto de la marea roja es “la más grave crisis ecológica del último tiempo” y agregó que es “imposible separar el deterioro ecológico del ecosistema marino de una práctica desregulada e irresponsable por parte de las empresas del salmón”.
El senador Guido Girardi, afirmó que la grave situación que vive la Isla de Chiloé que sufre la presencia del frente de marea roja más extenso de la historia es “imposible” no relacionarla con la crisis que vivió la industria del Salmón a principios de marzo recién pasado.
“Hicimos dos sesiones de la Comisión del Futuro para analizar el problema, visite Puerto Montt y las zona afectadas, estuve con el intendente y científicos locales y quiero plantear que es imposible separar el daño y deterioro ecológico del ecosistema marino respecto de lo que está ocurriendo”.
Girardi afirmó que al diagnostico que arribaron junto a los científicos es que “hay una práctica totalmente desrregulada e irresponsable por parte de las empresas en lo que significa el manejo ambiental y ecosistémico de sus procesos. Esto ha sido cuestionado durante mucho tiempo”.
El senador recordó que en 2007, durante la crisis del virus ISA, dijimos que “el daño al ecosistema volvería a generar problemas dramáticos, no sólo en la actividad del cultivo de los salmones sino que iba a afectar a todos los seres vivos del ecosistema”.
El parlamentario afirmó que se arribó a la conclusión “es que esta es una actividad que se ha desarrollado a su libre arbitrio sin políticas que la regulen y que no hay recursos para investigar, monitorear y fiscalizar”.
Girardi agregó que “al mirar un mapa de cómo están dispuestas las 1.332 concesiones se puede ver el caos anunciado, pues la capacidad de carga que generan respecto al ecosistema que es limitado y frágil está totalmente sobrepasado”.
Al parecer del senador “hay también una responsabilidad del Estado en esta materia, no de este gobierno que es heredero de un desastre que viene de mucho antes”.
Por ello afirmó que los pescadores artesanales y los habitantes de Chiloé “son víctimas de una mala política” y que mientras dure la catástrofe “hay que generar las condiciones y recursos que permita vivir con una mínima dignidad a las familias. Estoy por dar el mayor apoyo posible, pero digno y 100 mil pesos me parecía totalmente insuficiente”.
Afirmó que era necesario “regular el orden público para evitar víctimas inocentes, inclusos entre los propios movilizados, pero con cautela y responsabilidad porque es entendible el nivel de angustia y desesperación de estas familias. Un problema tan angustiante no se va a resolver con la represión”.
El senador dijo que «a la Cámara le corresponderá formar una Comisión investigadora y a nosotros como Comisión del Futuro buscar las soluciones a un problema provocado por políticas negligentes que son de responsabilidad de la industria y del Estado”.
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