A las 9 de la mañana, en la Intendencia Metropolitana, se reunieron las autoridades ambientales encabezadas por el intendente Claudio Orrego, para dar respuesta a la DIA presentada por la empresa CCU para conseguir la aprobación a la instalación del mega proyecto en Paine.
Al lugar, además de los vecinos del sector, llegaron diferentes organizaciones protectoras del agua y los derechos de los pobladores para manifestar su desaprobación al proyecto, ya que la contaminación y degradación que la industria hará en las tierras será irreparable. Las dos situaciones que podían ocurrir eran: que la comisión le exigiese un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a CCU o que CCU se retire del lugar.
Luego de aproximadamente una hora, salió humo blanco. “Hoy Paine le dio un puntapié al señor Luksic y un triunfo a su gente”, afirmó Marcela Rojas, vocera del Comité No a la CCU, luego de conocer la decisión unánime del Servicio de Evaluación Ambiental. Eran en total 11 las personas encargadas de dictaminar el fallo, incluido el intendente Orrego.
“Creemos que es importante este paso, pero no obstante, igual debemos permanecer alerta. Sabemos que este señor no se quedará tranquilo y seguirá enriqueciéndose a costa del agua y de la gente. No descansaremos, seguiremos cuidando lo que es nuestro”, declaró Guacolda Moya, representante y vocera de las APR de Paine.
Para quienes no están enterados, el proyecto de CCU consiste en la construcción de una industria de 50 hectáreas para producir cerca de 1.500.000.000 de litros de bebidas y cervezas. Se necesitan cerca de 6 litros de agua para preparar cada litro del producto (bebida, jugo, cerveza u agua embotellada). Para su instalación, CCU debe comprar los derechos de aguas subterráneas y hacer pozos para extraerla, pero desde el año 2006, el acuífero en la zona de Paine fue declarado zona de restricción, esto significa que las aguas subterráneas podrían secarse más rápido si se excede en su explotación.
En Paine residen cerca de 70.000 pobladores, donde el 50% de ellos trabaja en el rubro agrícola. Diego Vergara Rodríguez, alcalde de la ciudad, se refirió a dicho detalle, luego de conocer la medida. “Son 150 kilómetros cuadrados donde el 99% es agrícola. Si se hubiese instalado, s habría descuidado la producción de alimentos, la producción de frutas y la empleabilidad de Chile. En el corazón agrícola de Chile no se pueden instalar plantas de esta envergadura presentando una simple declaración de impacto ambiental”, señaló.
¿Y qué sucede ahora?
Luego de que hoy se rechazara la Declaración de Impacto ambiental, los vecinos reconocen que la batalla aún no esta ganada puesto que la empresa CCU podría apelar a la medida presentando un nuevo estudio.
“Esto es un triunfo pero no nos dejará dormidos porque puede haber una nueva intervención. Parece que la única forma de ganar y enfrentar a los empresarios es saliendo a la calle a defender los recursos. Si el señor Luksic desea presentar un nuevo estudio, ahí estaremos nuevamente luchando”, aseguró la vocera del comité Marcela Rojas.
El alcalde Vergara señaló que una de las medidas que se debe tomar ahora es no cambiar el uso del suelo. Los suelos de Paine están catalogados como tipo 2, destinados a la producción agrícola. “Si cambiamos el uso del suelo vamos a terminar llorando en 20 o 30 años más porque se dejó que el sector industrial se instalará en un sector agrícola”, afirmó.