Durante la noche del jueves 30 de marzo, Argentina vivió momentos que hicieron recordar a la época más oscura del país. El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) denunció que la policía local y provincial reprimió en el comedor “Cartoneritos”, en Lanús (Provincia de Buenos Aires), de manera ilegal y sin dar explicaciones.
“Reprimieron a mansalva a niños y adolescentes, rompieron todo el comedor, tiraron gas pimienta. Hay chicos lastimados y detenidos”, manifestaron en el comunicado que comenzó a circular en redes sociales durante la noche del 30 de marzo y que llegó a algunos medios de comunicación alternativos.
La situación se agravó aún más cuando hasta cerca de la 1 de la madrugada, la policía se negaba a decirles dónde estaban las personas que llevaron secuestradas. Desde el movimiento social denunciaron: “Hacemos responsables a la policía de la provincia de Buenos Aires, al Secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, que hace tiempo viene hostigando a nuestra organización, al intendente Néstor Grindetti, a la Gobernadora Eugenia Vidal y al secretario de seguridad de Provincia Cristian Ritondo, por los hechos”.
Ante este contexto, y tal como señala La Primera Piedra, más de 300 personas se manifestaron en la Comisaría Quinta de Lanús para exigir una pronta respuesta y la aparición y liberación de los secuestrados. “Hubo una irrupción absolutamente incomprensible e ilegal en el comedor. Fue la policía local y estaba presente en el operativo Diego Kravetz, secretario de Seguridad, según los testigos”, aseguró Juan Grabois, dirigente del MTE.
Además, la organización y los propios cocineros del comedor afirmaron que golpearon con bastones y balas de goma, tiraron gas pimienta y varios chicos terminaron con cuadro de intoxicación y heridos. También encontraron restos de balas de plomo.
Por su parte, Kravetz quiso desmentir los hechos: «No hubo un caso de represión policial a un comedor, sino un hecho policial de una persona que tenía pedido de captura que se escondió en ese comedor». El funcionario agregó que se trataba de un operatvo en conjunto que «derivó en la persecución de una persona que tenía pedido de captura por homicidio y que se escondió en el comedor. Hubo pedradas y hasta uno de los móviles terminó con un disparo», intentando justificar el incomprensible actuar de la policía.
Este nuevo hecho de represión y actuar dudoso de las fuerzas represivas en el Gobierno de Mauricio Macri en Argentina y María Eugenia Vidal en Argentina, no hace más que agregar aún más tensión en el clima social que se vive en el país. Con una economía congelada, pérdida de puestos de empleo y aumento de la pobreza, los sectores más marginados de la sociedad parecen estar pagando la vuelta de la economía neoliberal en Argentina.